lunes, 30 de agosto de 2021

JOSÉ LUÍS PERALES- 6 de agosto de 2021:

 “El autor que no soñaba con ser cantante”

 


El festival del Cap Roig es uno de los eventos estivales consolidados que ha ido creciendo año tras año con presencias internacionales de primera fila como son Sting, Elton John o Bryan Adams y con una edición de 2021 que no solo ha aguantado el huracán de la pandemia sino que ha dado muestras de una buena salud. Con una meticulosa organización y su crecido espacio village dentro del Jardí Botànic del Cap Roig (Palafrugell) dota de una magia inigualable  a un festival en el que las preciosas vistas de la Costa Brava contribuyen de forma esencial.

 

Para el cartel de la vigente edición si bien la presencia de artistas internacionales ha desaparecido por culpa de las restricciones del covid,  sí que se han incluido primeras espadas del pop español como son Raphael, Antonio Orozco, Hombres G, Taburete o David Bisbal junto con grandes nombres del pop catalán como Manel, Els Amics de les Arts o Blaumut.

 

Con todo el día 6 de agosto la cita se nos antojaba muy interesante al actuar uno de los autores de canciones más importantes del pop español de finales del siglo pasado pero también intérprete de inigualable carisma y personalidad. Hablamos de José Luís Perales en la que según había anunciado era su gira de despedida de los escenarios.

 

A la hora prevista y ante más de mil quinientos espectadores con sus mascarillas tapando sus sonrisas sentados entre localidades separadas por grupos, aparecían seis músicos al escenario antes de que hiciera tímida presencia nuestro protagonista de 76 años ante la ovación de todos los allí presentes.


                             


Y el concierto no pudo decepcionar a nadie, pues a lo largo de hora y cuarenta y cinco minutos, el cantautor de Cuenca hizo gala de su potente y saludable voz, de su sencillez y humildad, de un amplísimo repertorio sin parangón y de una sensacional banda musical de apoyo. Todo ello para el mejor lucimiento de un directo muy bien acompañado por los efectos de iluminación y las preciosas fotos de las pantallas de fondo de escena.


Con un segundo tema pegando fuerte como “Me llamas” y su irresistible estribillo, el bardo nos conquistó antes de contarnos cómo se retira en el campo de su Castejón buscando las musas para componer, un campo cuyas imágenes estuvieron presentes a lo largo del concierto en fotografías de un amigo suyo de Cuenca. Unas musas que le llegaron cuando compuso su primera canción “Celos de mi guitarra”,  que interpretó electrificada y a la que echamos en falta el punteo de la guitarra acústica. Otras de las que fue desgranando fueron “cosas de Doña Asunción”,  el bolero “quisiera decir tu nombre” o la meliflua pero no por ello menor “El amor”.


 

Para la parte central del directo, el bueno de José Luís se dedicó a recordar algunas de las canciones más famosas que ha escrito para otros célebres artistas. Según él, su sueño cuando comenzaba era componer para canciones para los mejores cantantes, lo que si logró, pero a la vez que se convertía en uno de ellos.       

                        

Así,  interpretó “Le llamaban loca” que hizo para “el mejor grupo español de voces” Mocedades, “¿Por qué te vas” popularizada por Jeanette y por la película de Carlos Saura “Cría Cuervos” (1974) y quizás la más exitosa que haya hecho nunca, “Frente al espejo” que hizo para su amigo Raphael pensando que éste no se atrevería a cantar, “¿Qué no daría yo?” que dio forma Rocío Jurado y en la que plasmó el andalucismo de sus siete años estudiando y viviendo en Sevilla, algo que también sucede en    “ Pensando en ti” que compuso para Isabel Pantoja y que interpretó sólo a la guitarra acústica.


Mención aparte merece la gran tarea musical que hay detrás de la gira, adaptando unas piezas que se presentaban de forma dinámica a través de seis musicazos cargados de talento - saxofonista (también a la flauta y al acordeón), bajista (cotrabajo punteado y rascado), dos virtuosos guitarristas, baterista, teclista y enérgico percusionista -.


Ya en la recta final del recital, de nuevo sus propios éxitos, si es que ese término se puede considerar como correcto. Gemas como la melodía pegadiza de “Si...”, la agridulce (de dulce melodía y agria letra) “Ella y Él”, la bucólica “Canción de Otoño”, el vals  de “Y tu te vas” con toda la audiencia ondeando los brazos al son del compás y “Gente Maravillosa”, compuesta en tiempos previos a internet y tras quedar fascinado con los anuncios personales de los periódicos (que se pudieron leer en las pantallas). Pero sobre todo, la esperada “Que canten los niños” sin los coros infantiles y presentada como su “canción favorita” y la que más satisfacción le da cuando se la agradecen llamándole “tío José Luís”.


 


Y antes de finalizar definitivamente el directo, una vuelta con tres bises imbatibles en cascada “Un velero llamado libertad”, “¿Y cómo es él?” y “Te quiero”, que pusieron una inmejorable rúbrica a esta bonita velada de verano que pudimos gozar al son de unas canciones hechas desde el corazón.

 

Por Àlex Guimerà

  

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