viernes, 29 de junio de 2018

With a Little Help From My Friends: RINGO STARR 26-6-18, Sant Jordi Club (Barcelona):


FOTOGRAFÍA: Joan Gomara.

El arranque de la gira española de Ringo Starr suponía la vuelta a Barcelona del batería 53 años después de su única (hasta la fecha) visita. Hablamos de su concierto de la Monumental con los Beatles el 3 de julio de 1965. Desde entonces ha llovido mucho y la sombra de su banda ha alcanzado a varias generaciones. Por ello, el Palau Sant Jordi se llenó en sus dos terceras partes de fanáticos, familias enteras y un público de todas las edades ataviados con camisetas y otras prendas conmemorativas de The Beatles.



 Todo sin teloneros y con una discutible organización del "Palau", que ubicó butacas en la pista (a precio de oro, por cierto) dejando espacios vacíos, montó un sistema de sonido irregular y no puso pantallas para el pesar de las graderías más alejadas. Mención aparte el propio concepto de las giras de Ringo y de su All Starr Band, la cual se fundamenta en mezclar músicos de distintas formaciones y mezclar a su vez sus repertorios. Con ello y con el anzuelo del liverpooliano llenan los estadios para intercalar las piezas clásicas del presunto protagonista con repertorios ajenos. Un formato que desvirtúa la idea inicial de la All Starr Band de 1989, que llevó a músicos de calibre: Rick Danko y Levon Helm (The Band), Nils Lofgreen y Clearence Cleammons (E Street Band), Dr. John, Billy Preston, Harry Nilsson, .... 


Si bien los actuales proceden de bandas interesantes como 10cc, Toto y Men At Work, nada tienen que ver con el legado de los Fab Four ni con la trayectoria discográfica en solitario del propio Richard Starkey, pues los citados representan cierto sonido comercial del rock de finales de los setenta y principios de los ochenta, lo que desencaja con el target beatlemaniaco. Tampoco se entiende como en mucha prensa se habla de gira de presentación del disco de Ringo "Give Me More Love", del 2017, cuando en los directos brilla por su ausencia. 


                               

Pero poniéndonos más positivos hay que ser justos y decir que los Steve Lukather (Toto), Colin Hay (Men At Work), Gregg Rolie (Santana y Journey), Graham Gouldman (10cc), Warren Ham (Kansas) y el batería Gregg Bissonette son grandísimos músicos y bordaron el directo. De sus piezas fueron celebradas "Rosanna" y "Hold The Line" (Toto); la balada "I' m Not In Love" (10cc) y la pop-reggae "Down Under", por no hablar de los momentos Santana (sin Santana) con "Evil Ways", "Black Magic Woman" y "Oye Cómo va", con buenos desarrollos instrumentales (¡ojo a la guitarra de Lukather!) que fueron aprovechados por el legendario batería para abandonar la escena y descansar. 


Un descanso que aparentemente no se intuía necesario, pues al protagonista de todo ello lo vimos lozano a sus 76 años, ligero de pies al baile, animado y con su particular voz nasal a pleno rendimiento. Quizás sí que en la pegada a su doblada batería (¿desenchufada?) estuvo falto de contundencia. Indemne también apareció su simpatía e inmenso carisma, presentando a sus amigos músicos y anunciando las canciones entre bromas. Como cuando habló de "la banda en la que solía tocar" ante el deleite de los espectadores para añadir bromeando que se refería a Rory Storm & The Hurricanes, su primera banda en los sesenta. O cuando antes de abordar "Yellow Submarine" dijo que si nadie conocía la canción estaba en el lugar erróneo. Y esos momentos fueron los más disfrutables para los fans del rock clásico y de los "Escarabajos", escuchar una voz que nos ha acompañado toda nuestra vida interpretando unas canciones que siempre estuvieron allí. Son las "Don't Pass Me By",con intro de Ringo a los teclados, "Boys" o "I Wanna Be Your Man" (ésta a las baquetas).


 Momentos en los que sonó sublime, tanto por su salud vocal como por el talento de los músicos. No así la inicial "Matchbox", pues el rock' n roll de Carl Perkins se escuchó demasiado modernizado y desfigurado. De sus éxitos en solitario solo cuatro: "It Don' t Come Easy", escrita por Lennon, su versión de "You' re Sixteen", de Johnny Burnette, que nos trajo a la mente cuando la grabó junto a su íntimo amigo Harry Nilsson, la más reciente "Anthem" (del disco "Ringo 2012") y la fotografía de todo el público que nos quiso hacer con "Photograph", ésta última de puño y letra de Harrisson. Una pena que no fueran más, ya que de repertorio propio tiene como para no tener que recurrir a los de sus amigos en sus directos, lo que hubiera hecho muchísimo más disfrutable el concierto.

                     

Sin los habituales bises, el show acabó con una "Act Naturaly" - que se parecía más a la versión que grabó en 1989 junto a Buck Owens que a la que abría la cara B del disco"Help!" (1965)- y el himno a la amistad que es "With A Little Help From My Friends" que derivó en "Give Peace A Chance" con Starr fuera del escenario ya.


Una velada que supo a poco por lo muchísimo que hubiera podido dar, pero que en ciertos momentos resultó formidable. En cualquier caso, sabíamos lo que íbamos a ver y el rendido y merecido homenaje que hicimos a uno de los supervivientes de la mejor banda de todos los tiempos no nos lo quita nadie.

martes, 26 de junio de 2018

DIEZ CANCIONES IMPRESCINDIBLES DE RINGO STARR (II) - EN SOLITARIO:

EN SOLITARIO:



1.- PHOTOGRAPH:

El single principal del disco "Ringo" de 1973 fue este "Photograph" que George Harrison escribió junto a su ex compañero para relanzar su carrera en solitario, lo mismo que hicieron Lennon y McCartney. Está claro que Ringo se llevaba bien con todos ellos y la recompensa son canciones de calibre que encajaban con su carisma y peculiar forma de cantar.




2.- I' M THE GREATEST:

John Lennon compuso esta canción que luego regaló a Ringo en su tercer y homónimo álbum como solista. Lo mejor de todo es que fue grabada por el propio Lennon, Harrison, Klaus Voorman y Billy Preston. De nuevo el universo Beatle reunido y el resultado una pieza infalible.




3.- IT DON' T COME EASY:

Tras publicar su segundo álbum en solitario "Beacaucoup Blues" (1970), de corte Country, el batería sacó este single - no perteneciente a ningún álbum - que se interpretó en el famoso "Concierto de Bangladesh" que organizó George Harrison, junto a aquel y miembros de Badfinger. Otra canción de corte alegre que encaja a la perfección con nuestro protagonista.

                   

4.- YOU' RE SIXTEEN YOU' RE BEAUTIFUL (AND YOU' RE MINE):



Esta canción fue escrita por los hermanos Sherman e interpretada por primera vez por el malogrado rockero Johnny Burnette, alcanzando el éxito en 1961. Años más tarde, en 1974, Ringo la recuperó y la grabó junto con McCartney y su íntimo amigo Harry Nilsson para alcanzar el número uno de las listas británicas y americanas. ¡Ah! el primero aportó un solo de mirlitón (un raro instrumento de caña) y el segundo las voces secundarias.


                 




5.- NO NO SONG:

"Goodnight Viena" (1974) es uno de los mejores trabajos en solitario de Ringo y lo es gracias a canciones como esta. De nuevo con las voces de su íntimo Nilsson, la canción es un alegato anti-droga bajo el tono naif y encantador de su cantante principal.



6.- BACK OF BOOGALOO:

Otra de las piezas que se interpretaron en el concierto benéfico de Bangladesh de 1972 es esta "Back Of Boogaloo" que fue editada poco después como sencillo y que fue inspirada por el Glam de Marc Bolan. Las malas lenguas dicen que era una crítica encubierta a la música que en aquellos tiempos hacía McCartney.



7.- WEIGHT OF THE WORLD:

Saltando hacia 1992 nos encontramos con uno de los mejores discos de Richard Starkey, "Time Takes Time", que contiene joyas como ésta pedazo de canción pop escrita por Brian O'Doherty and Fred Velez que tiene unos guitarrazos iniciales rollo Byrds y que llevan épica, melodía y luminosidad.



8.-WRACK MY BRAIN:

Otro regalo de George Harrison a su hermano fue esta canción que le compuso para su "Stop & Smell The Roses" de 1981. Tras el asesinato de Lennon, Ringo cambió la letra y la regrabó para homenajearle.




9.- IN LIVERPOOL:

Preciosa canción de amor a su ciudad. Ringo canta a la nostalgia y a sus raíces en esta canción que incluyó en su disco " Ringo 2012". En el nuevo milenio el batería ha seguido publicando notables discos con una buena producción a la vez que giraba con su "All Starr Band".



10.- RORY AND THE HURRICANES:

En 2015 incluyó este tema en el disco "Postcards From Paradise" que hace referencia a su primera banda "Rory Storm & The Hurricanes" y con la que saltó hacia los Fab 4. La enésima buena canción de estribillo irresistible y de alta carga nostálgica.







                   
                                      "Nos vemos en Barcelona el próximo martes"

sábado, 23 de junio de 2018

I Can Hear Music: Ronnie Spector & The Ronnettes - Sala Apolo de Barcelona 18/06/18:


La primera visita a nuestro país de Veronica Bennett trajo la imponente sombra de su leyenda. Desde su cándida e inocente belleza adolescente de principios de los sesenta, al bombazo que fue, es y será, "Be My Baby" con su ampuloso tratamiento de producción "Wall Of Sound", pero también su tormentoso matrimonio con el controvertido a la vez que genial Phil Spector, de quien conserva su artístico apellido y legado sonoro. Pero en realidad lo que nos trajo fue a una auténtica e inigualable superviviente del pop, que ha sabido enfrentarse contra el paso del tiempo desde su amor eterno por los escenarios y por la música. Y la recompensa ha sido un reconocimiento unánime de público y crítica, materializado en su inclusión en el Salón de la Fama en el año 2009. 

Esa es a grandes trazos Ronnie Spector, quien el pasado día 18 de junio aparecía en el escenario de la Sala Apolo para repasar los éxitos de las Ronettes y algunas versiones de sus recientes álbumes y para nada despreciables "The Last Of The Rock Stars" (2009) y "English Heart" (2016). Armada con una banda de ocho músicos (cuatro de sección de viento) y unas jóvenes y lozanas Ronettes, embutidas en un traje rojo rosa ("spanish rose"), una Ronnie de 75 años desplegó su infinito encanto para llevarnos hacia un maravilloso e irrepetible pasado. Con la ayuda de unos simples y efectivos audiovisuales, el concierto presentó las dulces gemas pop aunque potenciadas por una apuesta musical soulera en la onda Stax.



De los clásicos de las Ronettes la celebrativa "Baby, I Love You" abría fuego con la vocalista repartiendo sonrisas y vitalismo, luego "So Young" con imágenes de The Students y The Schoolboys en las pantallas para recordarnos a todos que un día fuimos jóvenes. Quizás el visionado de los vídeos de la propia Ronnie, frágil e inexperta a sus 18-20 años, junto a la "anciana" (dicho con todo el respeto) actual, podría parecer deprimente para algunos, aunque yo me decanto más bien por el merecido homenaje hacia su época dorada, y al poder de las canciones e imágenes para transportarnos hacia unas sensaciones adorables.

Por otro lado el presente nos mostró a una Ronnie que tras cada tema tenía que sentarse a descansar y cada dos o tres irse al back stage a reponer energía, en un formato en el que nos contó anécdotas del pasado ilustradas por la pantalla. En cualquier caso, el directo fue dinámico, entretenido, a ratos emocionante y en otros vibrante, con una banda que sonó a la perfección e hizo lucir a una diva que mantiene bastante bien la voz.


                                    


Con mucha presencia de versiones, y protagonismo de las coristas, pero también de los desarrollos instrumentales, lo cierto es que nos hicieron disfrutar de lo lindo. Es el caso del "What I'd Say" de Ray Charles, que a todo trapo nos recordó los mejores momentos de la música negra, o al contarnos cuando conoció a Brian Wilson antes de atacar una preciosa "Don't Worry Baby", fabulosamente secundada por las Ronettes. También recordó cuando en 1964 volaron hacia Inglaterra para conquistarla, momento en el que conocieron a bandas como los Rolling Stones, Animals, Kinks o los Dave Clark Five, de los que cantó "Because". El homenaje a su etapa post-Spector llegó con la mención a Joey Ramone y Johnny Thunders, a los salvajes setenta neoyorquinos, con la interpretación de "You Can't Put Your Arms Around A Memory" del segundo, mientras que el recordatorio a su fan Amy Whinehouse se ofreció con el inmaculado cover de "Back To Black".


                                  

Y para quienes reivindicaran más material del trío vocal no faltaron la maravilla de "Do I Love You", su favorita "Walkin' In The Rain" - según nos dijo la grabó de una sola toma -, la marchosa "(The Best Part Of) Breakin' Up" y la esperadísima e imprescindible "Be My Baby", que merece mención aparte. Desde que sonó la batería inicial el silencio, de respeto y emoción, se hizo con una sala que rindió pleitesía hacia una pieza pop llena de magia y hacia una cantante que mucho tiene que ver con su misterio y poderío encantador. 

Tras los saludos, besos y "I love Yous" al respetable, el bis con "I Can Hear Music", fabuloso himno hacia la música, fue la perfecta rúbrica a un concierto plagado de emociones, "buenas vibraciones" y mucha pero que mucha melancolía. De la dulce, eso sí.

Por Alejandro Guimerà




martes, 19 de junio de 2018

DIEZ CANCIONES IMPRESCINDIBLES DE RINGO STARR (I) - CON THE BEATLES:





CON THE BEATLES:

Fue práctica habitual que en los discos de The Beatles se incluyera una pieza cantada por su baterista. Así, surgieron piezas carismáticas que saltaron a la fama y con ellas la popularidad de su interprete. A pesar de alguna excepción, como en el caso del "A Hard Days Night" o "Let It Be", fue una buena seña para unos discos demasiado grandes de por sí. Es por ello, que las 10 canciones que presentamos de Ringo con los Beatles no sólo son sus mejores temas con ellos si no sus únicos temas con ellos (en elepé, claro está).


1.- WITH A LITTLE HELP FROM MY FIRENDS:

El gran éxito de Ringo con los Beatles es esta canción incluida en el "Sargeant Peppers Lonely Club Band" que es un auténtico himno a la amistad. Canción triunfal dónde las haya, sirve como colofón final de los directos del ex beatle con sus All Starr Band. Por cierto, preferimos la versión original



2.- YELLOW SUBMARINE:

La cuota vocal de Ringo del mayestático disco "Revolver" la dio esta pieza que se ha convertido en icono de la música popular de nuestros tiempos. Su carácter psicodélico, infantil e inocente dieron incluso nombre a un disco y a una película de dibujos cuya estética se avanzaba a los tiempos.


                                    



3.- WHAT GOES ON:

Esta canción fue compuesta por el propio Ringo Starr junto con John Lennon y Paul McCartney para incluirla en el memorable “Rubber Soul”, uno de los discos con los que los fabulosos 5 cambiaron la historia.




4.- I WANNA BE YOUR MAN:

En 1963  John Lennon y Paul McCartney escribieron esta pieza para regalársela a The Rolling STones. Más tarde, decidieron incluirla en "Beatles For Sale" con Ringo a la voz lo que le da mayor dulzura que a la versión de "sus satánicas majestades".
 


5.- BOYS:

Escrita por Luther Dixon y Wes Farrell, y popularizada por The Shirelles, la pieza está pensada para ser cantada por chicas, pero ello no impidió que los Beatles la incluyeran en su debut discográfico, “Please Please Me”, y con ella dar cota de protagonismo a Ringo.




6.- HONEY DON' T:

Carl Perkins era uno de los rockeros ídolos de los Beatles, así que para su álbum “Beatles for Sale” decidieron incluir una versión de ese tema, cantado por Ringo Starr. Luego Perkins y Starr llegaron a ser grandes amigos y en sus conciertos Starr nunca se deja esta versión o la de "Matchbox".




7.- ACT NATURALLY:

Johnny Russell y Voni Morrison escribieron esta canción de corte Country que los Beatles versionaron en su exitoso álbum “”Help!”. Ringo prestó la voz y la hizo suya.



8.- OCTOPUS 'S GARDEN:

En la época final de los Beatles esta alegre pieza fue incluida en "Abbey Road" fue compuesta por el propio Ringo bajo su nombre real Richard Starkey y en la que George Harrison apoya fabulosamente con los coros. 




9.- DON' T PASS ME BY:

Fue la primera canción que Ringo compuso para la banda. Está incluida en el ecléctico "The White Album" y se grabó en 4 días de 1968. Antes del nombre definitivo se barajaron otros dos: "Ringo's Tune (Untitled)" y "This Is Some Friendly".




10.- GOOD NIGHT:

Una de las mejores interpretaciones vocales del batería con su mítica banda fue en esta pieza de Jazz vocal taciturna y melódica con la que se cerraba el magistral "The White Album" y que demostraba que Ringo es mas que un simpático batería de voz nasal.



jueves, 14 de junio de 2018

DISCOS DE 2018: YO LA TENGO- There's a Riot Going On




Tras las buenísimas sensaciones que nos dejó el refinado disco de versiones "Stuff Like That There" (2016) parece que Yo La Tengo vuelven hacia su cara más experimental y osada, así como vuelven en cierto modo a la senda iniciada con "Fade" (2013). Nos explicamos, lo nuevo conecta con la versión vanguardista pero en el lado sosegado de la banda, el que crea ambientes sonoros crepusculares, de susurros apacibles e instrumentación tierna. 

                             

Sin apenas ensayos, Ira Kaplan, Georgia Hubley y James McNew quisieron hacer fluir cada una de las notas de los quince flamantes cortes que fueron elaborando - en palabras suyas- como si fueran construcciones de Lego, ya que los nuevos temas fueron grabados por partes y unidos por el programa Pro Tools . Para ello optaron para grabar y producir el disco ellos mismos en su estudio casero, alejándose de productores e ingenieros, a excepción de la ayuda de John McEntire (Spoon, Blur, Teenage Fanclub, Bright Eyes) en las remezclas. 

                                

No obstante, el resultado es un álbum muy compacto y bien construido, que agranda la leyenda de esta banda de bandas, capaz de hacernos estremecer con el rock más salvaje de guitarras distorsionadas; de elevarnos con paisajes conmovedores, o de hacernos vibrar con el mejor indie puro americano. Para la que es su decimoquinta entrega, los de New Jersey han elegido una portada blanca y un título inspirado en un disco de Sly and the Family Stone de 1971. En el interior, aparece pintada una obra muy ambiental, nacida desde la espontaneidad y de colores íntimos, introspectivos, serenos y maduros. 

                                   

Ahí están la rítmica "Shades Of Blue", con Georgia cantando al más puro estilo Nico; la bellísima "For You Too", que podría pertenecer al "Shades"; la fragilidad de "Polynesia 1"; los paisajes sonoros de "Dream Dream Away"; los inquietantes ritmos de "Above The Sound"; los derroteros espectrales de "Forever"... Un disco imposible de resumir en pocas líneas, plagado de matices y de capas inasequibles, con predominancia de temas instrumentales y climas relajados, dejando una sensación de disco de ambiente, de particular chill out. De nuevo Yo La Tengo amplían horizontes y nos vuelven a sorprender. Y lo mejor, que lo hacen sin abandonar su inigualable magnetismo. 

Por Àlex Guimerà


lunes, 11 de junio de 2018

TRAVIS- THE MAN WHO- Sala Razz 4 de junio de 2018:


El segundo larga duración de Travis fue un auténtico hito en las Islas Británicas pues alcanzó el número uno de las listas de 1999 y supo conectar con un determinado sentimiento adolescente en una época en la que se habían apagado las luces de la escena del Brit Pop. Fue entonces cuando los Fran Healy, Andy Dunlop, Dougie Payne y Neil Primroseapostaron por unas canciones en las que la melodía brillaba más que nunca pero que nos la mostraban envuelta en una preciosa melancolía de toques románticos. 

                                       
Muchos fuimos los que vivimos el álbum en nuestra juventud y conectamos con sus canciones para transitar con ellas en una etapa de la vida que ya no volverá. Por suerte, y a modo de auto homenaje - tal y como vienen haciendo otras bandas como por ejemplo los Ocean Colour Scene con su "Moseley Shoals"-, Travis nos han devuelto el álbum en directo y de forma íntegra, en una gira que tuvo su segunda parada (tras Madrid) en una Sala Razzmatazz que acababa de ser noticia por asuntos extra-musicales que nunca deberían suceder. 

                     

Con un orden de los temas que no daban margen a la sorpresa, el cuarteto, ahora quinteto, comenzó con la tierna canción de desamor que es "Writing to Reach You", no falta de ese aroma a la lluviosa, fría y solitaria Escocia. Una Escocia a la que Fran homenajeó con su habitual (a finales de los 90) falda, la cual contrastaba con los trajeadas y elegantes vestimentas de Andy y Dougie. Todos ellos, junto a Neil y el teclista liverpooliano Dave , fueron de menos a más tanto instrumentalmente como en simpatía y entrega, pues el frío arranque se fue transformando en un bolo entregado, sudoroso y llego de conexión con un público que no bajaba de la treintena. Así se intercalaron las bromas de Fran hacia el nuevo miembro Dave , a quien nos indujo a presionar durante sus solos en las teclas; Dougie y sus bailecitos sonrientes o Andy bebiéndose una lata de cerveza como si se acabara el mundo mientras tocaba (?) un solo de guitarra con la otra mano (hooligan total), pero también las explicaciones sobre la paternidad o de cómo una canción se escribe en una habitación en soledad para mágicamente saltar a las listas de ventas y acabar siendo posesión ya del público. 

                                  
Del conocido setlist destacaré mis favoritas: la creciente "As You Are", que demostró la potencia de la particular voz del lánguido solista, la memorable "Driftwood", con su belleza infinita, la épica de "Turn", que nos evocaba a aquel lejano videoclip en el que un esforzadísimo Fran hacía flexiones sin tregua, o el exitazo "Why Does It Always Rain on Me?", que con el concepto de la gira queda algo desubicado en medio de la actuación. Canciones vibrantes que sonaron muy parecidas a las originales del álbum y que fueron completadas con otras tapadas del disco revivido: las desnudas "Luv" y "Slide Show", la melodía tenebrosa de "The Fear", la afrancesada "The Last Laugh of the Laughter" (ma vie tot ma vie)" y el hide track "Blue Flashing Light", que no se perdió por el camino.

                              

Terminado "The Man Who" llegó el momento para revisar algunos de sus otros éxitos, entre los que surgieron gemas de su otro gran disco, "The Invisible Band" (2001), como son "Last Train" "“uhoo uhooo!"), la memorable "Side", con su mensaje de buen vecino, la adorable "Flowers In The Window", banjo inclusive, y la popular "Sing", con la que terminaron antes de los bises. Sin presencia de sus dos últimos álbumes, también fueron saliendo otras de "12 Memories", del 2003, ("Love Will Come Through" y "Re-Offender"), del formidable "The Boy With No Name" del 2007 ( las bucólicas "My Eyes" y "Closer"), y del debut "Good Feling", de 1997 (la que titula el disco, "All I Want To Do Is Rock" y "Happy", con la que rubricaron el show). ¡Ah!, y se me olvidaba, también su particular y dramática versión acústica de "….Baby One More Time" de Britney Spears.


Ese fue el floreado directo que estos simpáticos escoceses nos devolvieron ante nuestros ojos, con el que logramos viajar hacia el pasado a través de sus notas, rememorando lejanas y enterradas sensaciones, para al final evadirnos de nuestras vidas adultas. Es el poder de la música.

Por Àlex Guimerà


martes, 5 de junio de 2018

DISCOS DE 2018: HAWK- Bomb Pop:





Curioso que los discos de David Hawkins no se hayan comercializado en nuestro país, ni en solitario, ni con su proyecto Be, ni su banda de siempre - ahora remozada deluxe - Hawk. Y es que todos aquellos devotos del rock de corte clásico somos carne de cañón para quedamos atrapados en las redes de discos como los suyos, plagados de interesantes matices pero que a la vez siguen el sendero de los mejores.

Unos mejores que ahora se juntan para el sexto álbum de este proyecto - tras "I' m On Fire", de 2014 -, pues el bueno de David Hawkins se ha rodeado de un combo de lujo, unos auténticos all-stars: el batería de los Attractions de Elvis Costello, Pete Thomas (quien también ha tocado para Johnny Cash y Elliot Smith), Ken Stringfellow de The Posies (también en R.E.M., Big Star) al bajo, teclados, guitarra y voces, y el admirado Gary Louris (The Jayhawks) a las voces; además del guitarrista de Be y Hawk, Aaron Bakker.

Con este arsenal, y todo el talento para componer canciones , el músico de Chicago afincado en Venice (California)publica un auténtico tratado power-pop formado por diez pastillas revitalizantes que nos transportan a principios de los ochenta, al circuito de radios universitarias y sobre todo hacia el espíritu de los primeros R.E.M. pero también de los XTC o de los esenciales Big Star. Estos primeros REM aparecen ya de inicio tras los guitarrazos a The Clash en "Allison' s Gone". También en "Listen Like Thieves", que deriva en una guitarra deliciosa. Otra que podrían haberla firmado un joven Michael Stipe y compañía es "Mrs. Anderson", al margen de un órgano que resulta impagable y que no sonaba tan bien en una canción pop desde The Cars. Los teclados (Hammond) son memorables en una "Lay Me Down Easy" de aromas a rock sureño.




"I Lied" parece rescatada de alguna banda psicodélica perteneciente a la movida del brit pop de los noventa. Onírica y arrebatadora con los habituales "la-la-la las" british. En "Take My Time" el ciclo voces y estribillo se pierden en un fabuloso guitarreo, mientras que "Not Just Lonely" es puro power pop de voces perfectamente acopladas y una melodía de guitarra que uno no dejará de corearla a todas horas tras su escucha. Igual de pegadizo que el riff clásico del poderoso pop de "Around The Sun". En "In My Dream" el poso de la Velvet Underground alcanza los surcos del disco y con él aparecen las comparaciones de los Yo La tengo más psicodélicos. La guitarra hipnótica, el ritmo circular y la profundidad de un tema que muestra la polivalencia del paquete. En cambio "Dry Your Eyes" es un auténtico baladón que bien podrían haber firmado los Byrds época Gram Parsons. No falto de slides, voces delicadas, acústicas precisas y cierta emotividad ideal para el cierre.

Un formidable elepé que no debería de pasar desapercibido a este otro lado del Océano Atlántico, pues recupera el mejor power-pop con el alma puesta en los sonidos pioneros de la música indie americana pero que revela un poso a rock clásico que acaba apareciendo delicioso.

Por Àlex Guimerà