martes, 22 de febrero de 2022

ESPECIAL 35 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE ANDY WARHOL: Warhol en las portadas de discos:





Artífice máximo de la cultura pop que asedió a los EEUU a partir de finales de los 50, Andy Warhol estuvo muy involucrado con la música popular como forma de arte. Como todo el mundo conoce, desde The Factory apoyó a artistas emergentes de distintas especialidades como cine, pintura o música. Así se erigió en mecenas de The Velvet Underground a quienes en 1966 pagó la grabación de su álbum de debut e impuso a la cantante modelo alemanda Nico. Pero su mayor aportación fue el diseño de la portada de la icónica banana con el «Peel slowly and see» que al pelarlo mostraba la banana desnuda y de color rosado con reminiscencias fálicas. Una forma de arte que cualquier joven seguidor del rock' n roll de aquellos tiempos podía poseer la auténtica obra de arte en su casa.

Pero hacer portadas de discos no era nada nuevo para Warhol ya que años atrás había hecho algunas para prestigiosos músicos de Jazz. En los años setenta y ochenta se codearía con muchos músicos, pintaría retratos suyos y firmaría muchas otras portadas para los discos de celebridades del pop-rock como los Rolling Stones, John Lennon, Aretha Franklin o el cercano Miguel Bosé. Vayamos a entrar, pues, en esta colorida galería de portadas firmadas por el maestro del "Art Pop":



Velvet Underground and Nico -Velvet Underground and Nico (1966):



Maravillosa portada de la banana antes y después de pelarse. Dentro un vinilo con piezas inmortales como "I' ll Be Your Mirror", "Heroin" o "Fame Fatal" lanzados por el propio artista antes de llegar a las diferencias con el propio Lou Reed que alejaron a la banda, ya sin Nico, de The Factory.






Sticky Fingers - The Rolling Stones (1971)

Censurada en la España franquista, esta portada incluía una cremallera de verdad en los vaqueros ajustados (marcando paquete), de otro de los mejores discos de la historia del rock con portada del maestro de peluca albina. 






Love You Live - The Rolling Stones (1977):

La segunda de las colaboraciones de los Stones con Warhol es este álbum en directo en el que aparece el rostro de Mick Jagger mordiéndose la mano. 




Menlove Ave, John Lennon (1986):





Seis años después de que Mark Chapman acabara con la vida de John Lennon,   Yoko Ono publicaba este disco póstumo formado por canciones descartadas de las sesiones de grabación de "Rock' n Roll" que su marido grabó bajo la supervisión de Phil Spector. De nuevo Warhol pintaba a un mito de la cultura popular.





The Academy in Peril-  John Cale (1972):



John Cale fue la cabeza más vanguardista de la Velvet y quien siguió en contacto de su mecenas "Drella" (así lo apodaron él y Lou Reed), por lo que siguió con su arte en sus portadas como este fotomontaje para el disco que precede a su mejor álbum "Paris 1919" (1973).



Honi Soit-  John Cale (1981):

Casi una década después, John Cale repetiría con esta portada que ilustra un pasaporte británico para su álbum "Honi Soit", un trabajo que rompía un silencio discográfico de seis años en unos tiempos en los que el multi-instrumentista galés se dedicaba más a labores de producción.





Theolononius Monk- Monk (1954):

En unos años en los que la música con más seguimiento entre la población era el Jazz, Warhol compuso portadas para ilustres del género como el pianista Theolonius Monk quien en 1954 grabó este álbum con otros grandes como Sonny Rollins y Frank Foster. Formidable composición con las letras "MONK".





Count Basie And His Orquestra - Count Basie Orquestra (1955):

Años antes de protagonizar el mítico disco con la rompedora portada (Atomic Basie, 1958), Count Basie tuvo esta magnífica portada con el dibujo de su rostro tras el que se esconde uno de sus grandes tratados Jazz.




Blue Lights Vol. 1 - Kenny Burrell (1958):



Otras portadas de Jazz a cargo de AW  fueron las de este álbum del guitarrista de Detroit Kenny Burrell que no son más que unos preciosos esbozos de su figura tocando las seis cuerdas y de una mujer tumbada.





This is John Wallowitch- John Wallowitch (1964):

Dos años antes de codearse con la nueva música popular de la juventud, el rock' n roll, y dotarla de una fuerza con los audiovisuales de la mano del cineasta Paul Morrisey, Warhol creó esta fabulosa portada a base de fotografías sesgadas para  este álbum del músico y compositor cabaretero John Wallowitch.





Det brinner en eld- Roland & the Flying Albatross Band (1984):



Este disco de esta casi desconocida formación sueca está muy cotizado entre los coleccionistas de arte y de discos ya que se considera una rareza pues únicamente se hicieron 300 copias del LP. 





Silk Electric- Diana Ross (1982):



En los años sesenta Diana Ross se convirtió en un icono social con su liderazgo con las Supremes. Años más tarde y fuera de la formación, la cantante emprendió una carrera que no acabó de despegar hasta su homónimo trabajo "Diana" (1980) y que le llevó de vuelta a las primeras páginas de la prensa musical y a ser retratada por Warhol en este disco que contienen una canción compuesta por otro icono como fue Michael Jackson.









Aretha - Aretha Franklin (1986): 

Otra de las grandes Divas que Warhol quiso inmortalizar con su arte es la Reina del Soul Aretha Franklin quien a finales de los ochenta publicó este álbum que quizás no es de sus mejores trabajos en el ámbito musical pero que seguro que tiene una de sus mejores portadas (si no la mejor).





Made in Spain-  Miguel Bosé (1983):

Décadas antes de perder la cabeza, Miguel Bosé era uno de los cantantes pop más famosos de España lo que le llevó a protagonizar una portada pintada por la leyenda de New York. Cabe decir Warhol no fue el primer pintor famoso con el que el cantante se codeó ya que en su infancia éste había compartido muchos momentos con el mismísimo Pablo Picasso, íntimo amigo de sus padres.







The Painter- Paul Anka (1976):




El autor de "My Way" protagoniza esta sensacional carátula en la que aparece vestido con un gorro vaquero en este disco en el que el Crooner introdujo elementos electrónicos a sus canciones ligeras.






Billy Squire- Emotions In Motion (1982):

Con menos éxito que los protagonistas de las otras portadas, éste rockero oriundo de Boston, gozaba de cierto nombre a principios de los ochenta, llevándolo a protagonizar esta portada con su imagen multi color.






Liza Minnelli- Live at Carnegie Hall (1981):


Amiga personal de Andy de la movida de "Studio 54" de los años setenta, Lizza Minelli protagonizó unos populares retratos del pintor, pero también esta portada para su disco en directo de 1981 grabado en el prestigioso Carnegie Hall de Nueva York. 


lunes, 14 de febrero de 2022

DISCOS DE 2022: MILES KANE- Change The Show:

                               

No es complicado repasar la carrera de Miles Kane. Con un sólo álbum editado con The Rascals -los británicos, no confundir con los imprescindibles Young Rascals americanos- en 2009, los abandona para centrarse en su carrera en solitario, de la que con el actual sólo ha publicado cuatro álbumes de estudio. A lo que hay que añadir los dos elepés con The Last Shadow Puppets, junto con su amigo Alex Turner. Digamos que el de Merseyside a sus 35 años ha querido ir madurando su carrera artística disco a disco.

Y eso es lo que nos encontramos en este "Change The Show", un álbum muy bien pensado y trabajado donde nada está de más y que supone un punto y aparte en su carrera y una evolución pareja a la de su "alma gemela" líder de los Arctic Monkeys. Con la constante mirada hacia el pop inglés clásico, del que a menudo se le ha nombrado abanderado, para las nuevas canciones relaja el rasgueo de las guitarras eléctricas y apunta hacia la complejidad instrumental a base de vientos, pianos, sintes o incluso voces femeninas, éstas a cargo de la cantautora de Leeds, Corinne Bailey Rae, con especial protagonismo en el soberbio dueto "Nothings Ever Gonna Be Good Enough".

                            


Sorprenden también los esfuerzos de Miles buscando las similitudes en su voz con la de Marc Bolan, aunque musicalmente luego se desvíe hacia otros derroteros que se parecen más a los que su admirado "Modfather" tomó con sus Style Council o los del Bowie de la época plastic soul. Sólo hace falta poner la aguja al vinilo para encontrar el espíritu de los T. Rex en la inicial "Tears Are Falling", y para escuchar plastic soul en esencia, con la que titula el paquete, con desgarros vocales "lennonianos" incluidos.

El espíritu celebrativo pop-funky impregna todo el álbum y es latente en piezas como "Caroline", "Never Get Tired Or Dancing" o "Take Me What You' re Feeling". La dulzona "Comming Of Age", en cambio, nos remonta hacia las "girl bands" de los sesenta, y "Constantly" nos trae efluvios del "Tranquility Base Hotel + Casino" (2018) de los "monos del ártico", algo parecido a la final "Adios Ta- ra ra ra" cuyos coros son dignos del mejor Bolan.

                                

Las grabaciones de estas canciones tuvieron lugar a lo largo del verano pasado en los estudios londinenses Snap, aunque antes arrancaron durante la colaboración de Miles Keane con la banda Sunglasses For Jaws en el propio estudio del dúo experimental de la capital inglesa. Canciones cargadas de letras críticas con la realidad política y un sonido con el que el rockero pisa donde otros más grandes pisaron antes, acabando seduciéndonos a base de soul pop americanizado de traje y corbata. Elegancia británica.

Por Àlex Guimerà


martes, 8 de febrero de 2022

BRYAN ADAMS EN CONCIERTO: 2 de Febrero Palau Sant Jordi (Barcelona):



Poco a poco vamos vislumbrando la luz tras dos años de pandemia y sus constantes limitaciones. Muestra de ello lo encontramos en el amplio cartel de conciertos que hay previstos para la nueva temporada, en la que los artistas internacionales han comenzado a reemprender sus giras ante la satisfacción de unos fans ávidos de espectáculos y de la vuelta a cierta normalidad.

                                

De este modo fue como el pasado día 2 de febrero la Ciudad Condal estrenaba temporada de grandes conciertos con la presencia de un Bryan Adams que hacía parada en la gira europea tras su paso por Lisboa y Madrid. Con las inseparables mascarillas, asientos a pie de pista y distancia de seguridad (no siempre respetada), más de diez mil espectadores llenaron un Palau Sant Jordi que esperemos poco a poco vuelva a la normalidad. Después de ver unos motivadores videos de presentación, las luces se apagaron y los seis músicos entraron al escenario del que iba a ser un sensacional show de rock and roll, luces y sonido. Sin apenas mediar palabra el carismático sexagenario atacó la cañera "Kick Ass", single del aún no estrenado nuevo disco, "So Happy It Hurts", para acto seguido darnos la bienvenida en un perfecto catalán ante el fervor del público barcelonés que agradece mucho estos gestos. Era el arranque a una velada que iba a ser frenética y en la que se encadenarían una tras otra hasta casi una treintena de canciones de su larga trayectoria sin dar tregua alguna.

                                

Liderados por un Bryan Adams pletórico de voz, simpatía y energía, le acompañaba su habitual banda de las últimas dos décadas formada por un virtuoso (y divertido) Keith Scott a la guitarra, un más reciente Solomon Walker al bajo, Mickey Curry pegando fuerte a la batería y Gary Breit tras el piano de cola y los sintes. Cinco músicos capaces de desplegar pura artillería rockera para aferrarnos al concierto desde la declaración de intenciones que es el clásico "Can' t Stop This Thing We Started" o "Shine A Light", con la que las linternas de los móviles iluminaron el pabellón. Por allí desfilaron también "It's Only Love", que Bryan presentó como un dueto con una de las mejores cantantes de siempre, antes de bromear con dar entrada a escena a Tina Turner; una "Cloud Number Nine" que sonó algo acelerada con las nubes en las pantallas; una distorsionada "Baby When You' re Gone"; la dulce "Have You Evere Really Love A Woman?", con el famoso videoclip de fondo rindiendo homenaje al gran Paco de Lucía y el verso final "Have You Evere Really Love a Catalan Woman?", o la reciente "You Belong To Me", con la que invitó al respetable a bailar mientras salían en pantalla.


                                      

Pero los momentos para recordar los trajeron esas baladas de toda la vida como son "Heaven", "Please Forgive Me" o "Everything I Do I Do It For You", ésta con todo su desarrollo instrumental lacrimoso. También el sensacional mediotiempo "Back To You" (directo del "unplugged") y los rocks fornidos "18 Till I Die", "The Only Thing That Looks Good on Me Is You", pero sobre todas ellas el himno generacional "Summer Of 69", cuya letra pudimos seguir en la pantalla a modo de tatuaje. Del mismo disco "Reckless" (1984), sonó una pieza menos conocida pero formidable también como es "One Night Love Affair" para contentar a los más fanáticos del canadiense.

                                  

Otra concesión que tuvimos, y que viene haciendo en la recién estrenada gira, es tocar canciones a petición. Fue de este modo como abordó "Somebody" o "Do I Have To Say The Words?" antes de cerrar con "Cuts Like A Knife" que alargó para un falso despido. Tras el parón, y los selfies para instagram, la vuelta de la banda con la flamante y marchosa "So Happy It Hurts" , ideoclip de fondo incluido (en el que sale la madre del rockero por cierto), se sumó a unas "Straight From The Heart" y "One For Love", interpretadas por Adams en solitario a la acústica y harmónica, poniendo rúbrica al generoso directo.




Aunque había costado y se nos había hecho largo, gracias a este concierto de nuevo pudimos volver a escuchar a más de diez mil personas coreando una melodía al unísono, ver los mosaicos de luces en las gradas ante la enésima balada, desgañitarnos con los "oeeé oeeés" previos a los bises, ver ríos de personas felices a la salida... Recuperar esos maravillosos momentos de un pasado que a lo largo de dos años han permanecido congelados.
 


Por Àlex Guimerà



                        



                       

martes, 1 de febrero de 2022

DISCOS DE 2021: Robert Plant/Alison Krauss- "Rise The Roof":



                            


A pesar de que existen muchas colaboraciones artísticas, solo unas pocas son capaces de funcionar desde el primer instante. Como si alguien hubiera dado con la tecla adecuada, la magia surge de forma espontánea y los resultados de la combinación de talentos resulta realmente formidables. Este es el caso del dúo que forman Robert Plant y Alison Krauss. Se juntaron en el lejano año 2007 con el excelso "Raising Sand", en el que abordaron clásicos de algunos de los nombres más relevantes del country-rock (Gene Clark, Sam Phillips o Townes Van Zandt) y gracias al cual lograron ganar hasta seis premios Grammy. Posteriormente, viendo el éxito obtenido, los dos músicos se metieron de nuevo en el estudio para preparar una continuación que se aplazó quizás porque ambos tenían la mente en otros horizontes.

Y así fue como los caminos de Robert y Alison siguieron con sus cursos naturales. Mientras que el solista británico abrazó de nuevo el country-folk grabando "Band Of Joy" (2010), junto con su homónimo grupo que recuperó de los años sesenta de la época pre-Led Zeppelin, la violinista y cantante de Illinois reemprendió su carrera junto a su banda de acompañamiento Union Station con el disco bluegrass "Paper Airplane" (2011).

                               

Los años pasaron, sus trayectorias fluyeron con notable fortuna hasta que se juntaron de nuevo para repetir fórmula en este nuevo trabajo a dos voces. Dirigidos por el productor T-Bone Burnett -para muchos guitarrista de Bob Dylan en la Rolling Thunder Revue, para otros productor de "The Union" de Elton John y Leon Russel- y acompañados por un puñado de músicos excelentes como Marc Ribot (Tom Waits o Elvis Costello), David Hidalgo (Los Lobos) o Jay Bellerose (Elton John, Suzanne Vega, Regina Spektor), el dueto registró doce canciones (14 para la edición deluxe) que abarcan versiones no tan evidentes del género country-folk de gente como Everly Brothers, Allen Toussaint, Bert Jancsh o Calexico junto con un tema propio coescrito a cuatro manos. Se trata de "High And Lonesome", un blues cargado de inquietantes y electrizantes guitarras.

                                 

Me atrevo a decir que la cooperación sin embargo funciona de pleno cuando se dedican a revisar o versionar temas ajenos, dándoles una vuelta de tuerca y llevándolos a su propio terreno. Ejemplo de ello es "The Price Of Love" de los hermanos Everly a la que quitan las armónicas y aserenan para sonar mucho más mística de la mano del vozarrón de soprano de Alison. Una voz que combina a la perfección con la del otrora frontman más famoso del rock, quien modula adaptándose a las necesidades del disco, ya sea susurrando unas segundas voces o liderando la parte vocal en piezas como "Go Your Way" de Anne Brigs, en el ejercicio pop soul que es "Searching For My Love" o en "You Led Me The Wrong", que encajaría en los discos étnicos del de West Bromwich.

El protagonismo vocal de Krauss lo encontramos en piezas más delicadas y etéreas como el blues pantanoso de Allen Toissant "Trouble With My Lover", en "Going Where The Lonely Go", de maravilloso slide, o en el folk barroco británico de "It Don' t Bother Me" de Bert Jansch. Y sobre todo en la pureza country de la celestial "My Heart Would Know" en la que se luce especialmente. Por su parte "Can' t Let Go" es rescatada (y refrescada) del imprescindible "Car Wheels On The Gravey Road" de Lucinda Williams y contiene los coros de la de Lake Charles mientras que "Somebody Was Watching Over Me", de Maria Muldaur, viene acompañada de un piano colosal. Y es que hay que destacar el brillante trabajo instrumental que ocupa las dos caras del vinilo con acústicas, percusiones, mandolinas y un largo etcétera que complementan la formidable misión de reinventar el cancionero seleccionado.

Éste es en resumen el viaje a través de este sensacional "Raise The Roof", un trabajo que ejerce de perfecta continuación de su antecesor y que nos muestra lo que deberían ser los duetos y las versiones.

Por Àlex Guimerà