martes, 16 de agosto de 2011

GRANDES DISCOS: No Dice (1970) por BADFINGER:


Perfectamente podrían haber sido el grupo de los setenta, en cierto modo tenían todos los elementos para conseguirlo: vitalidad, talento para los instrumentos, infinita capacidad para la composición, los padrinos mas famosos del planeta rock, y lo mejor de todo, un puñado de canciones realmente buenas.


Incomprensiblemente ni la fama ni la crítica nunca estuvieron a su altura, y si bien tuvieron una cierta notoriedad no se les hizo justicia a lo mucho que aportaron a la música, ni décadas mas tarde podemos afirmar que gocen de un reconocimiento debido.
Pero empecemos un poco desde el principio porqué su historia es de las mas novelescas que se hayan escrito en el mundo del rock, una historia repleta de grandes luces pero también de pasajes sombríos, con un desenlace digno de la mas espeluznante de las tragedias griegas.


Nos encontramos al final de los sesenta, la década que cambió el rock y la década de los Beatles. En esa época los genios de Liverpool idearon una sociedad que les permitiría invertir sus descontrolados caudales y a la vez poder dar oportunidades a artistas que empezaran. De este modo se constituyó “Apple Records” cuyo primer fichaje fueron cuatro jóvenes galeses llamados The Iveys que tenían un potencial que les llevó a ser etiquetados como los “nuevos Beatles” incluso por aquellos mismos.



Después de publicar un álbum de debut que transcurrió sin pena ni gloria, The Iveys pasaron a llamarse Badfinger y gravaron su segundo álbum “Christian Magic” (1969) en el que contaban con un éxito que Paul Mc Cartney les había regalado “Come And Get It” y con el que alcanzaron sus primeros éxitos a la vez que presentaban sus credenciales.


Con una mezcla perfecta que recogía las mejores enseñanzas de los Beatles mas melódicos y los juntaba con el sonido rupturista hard rock de la nueva década, a Badfinger a menudo se les ha calificado como los pioneros del género "power-pop". Ciertamente su combinación de pop alegre y fresco pero a la vez enérgico y contundente hizo de perfecto enganche entre dos décadas que parecían irreconciliables mediante una nueva forma de enfocar la música popular



Y con esta fórmula concibieron su segundo y seguramente mejor álbum "No Dice" en el año en el que sus maestros y mecenas dejaron de hacer discos, 1970.

Así, nos encontramos con “ It Had To Be Me” que es muy beatleniana por el cantar de Ham, por los coros, por la acústica pero sobre todo porqué los solos de guitarra suenan como si el mismo George Harrison los hubiera grabado. También “Better Days” cantada por Molland y Evans a dueto, sonando a puro power-pop con tintes de rock sureño.

Pero este álbum tiene mucho mas que el género al que les atribuyen la paternidad. Desde rockandroll setentero a cargo de "I Can´t Take It" y su riff enrevesado a bailoteos con ecos Macca en "Love Me Do" (¿curiosa coincidencia?). Pasando por el country optimista a lo Grateful Dead de "Bloodwyn". Y folk de armonías vocales que nadan entre "CSN&Y" y los primeros "Byrds" apoyados por una delicada instrumentación creciente que incluye un piano memorable en "I Don´t Mind". O el otro lado del folk, el que es mas visceral y desgarrador (el de Lennon) en "Believe Me", que nos deja una interpretación vocal de Ham colosal. Y para que olvidarnos de la acústica “We are Not for the dark” con sus violines, trompetas y percusión casi inapreciable, prácticamente cantada a cappela. O el single perfecto "No Matter What", pegadiza y harmoniosa pero especialmente épica.

Y mención especial merecen dos canciones que suenan en un universo aparte. "Whithou You", una de las mejores baladas pop de toda una era, tan perfecta y tan estremecedora que ni las múltiples versiones de radiofórmula a las que ha sido injustamente sometida (en absoluto lo es la lacrimosa de Harry Nilsson) han hecho desmerecerla lo mas mínimo. La segunda es "Midnight Caller", otro de los hitos del grupo. Se trata de una balada de piano de melodía redonda, emotiva y suave. De aquellas que te permiten deslizarte a través de sus notas y que terminan sin que te hayas dado cuenta. Una auténtica oda musical para seguir creyendo en el rock.


Con este arsenal los consumidores del rock deberían de haberse convertido en creyentes de la banda y adorar cualquiera de sus posteriores movimientos. Incomprensiblemente no fue así e injustamente las audiencias desviaron sus miradas hacia grupos de menor recorrido. A ello se añadieron los múltiples problemas por los que atravesó su discográfica Apple, la cual nunca dio los rendimientos debidos a Badfinger por culpa de su pésima administración.




No obstante la fortuna seguía de su lado cuando para su tercer trabajo contaron con la producción de George Harrisson con quien trazaron una gran amistad y a quien acompañaron en la grabación de su soberbio “All Things Must Pass” y en su concierto benéfico de Bangladesh. También participaron de las sesiones del “Imagine” de John Lennon. Fue en esa época cuando empezaron a girar por los EEUU dónde ya gozaban de cierto reconocimiento y todo parecía ir rodado.



Por desgracia ello no era así, pues nunca pudieron percibir el dinero que generaban con sus éxitos, en parte por la caída de “Apple”, pero sobre todo porque tuvieron la desgracia de tener como mánager a un tal Stan Polley un estadounidense de lo mas manipulador, estafador y gángster. Según parece, el individuo en cuestión, cuyo pasado se relacionaba con el crimen organizado, se aprovechaba continuamente de la inocencia y de la confianza de los músicos mientras ellos vivían en su mundo felices por sus giras y por sus grabaciones de discos.

Se daba la paradoja que una banda que se codeaba con los músicos mas famosos de su época, y que sonaba en la mayoría de las radios compartían la misma casa en Londres viviendo de un modo sencillo y con escasez de recursos.

Todos estos infortunios culminaron cuando Polley desapareció y marchó con todo el dinero de la banda en un momento en que su último disco "Wish You Were Here" (1974) fue retirado de las tiendas por problemas con la discográfica Warner. Todo ello acabó de hundir al pobre Peter Ham, quien inmerso en graves problemas económicos por impago de su hipoteca, decidió dar final a su vida colgándose en su garaje el 23 de abril de 1974 y entrando en el fatídico club de los 27. Irónicamente Tom Evans, el otro compositor de su canción emblema “Without You” – la que llenaría los bolsillos entre otros, a Harry Nilsson y a Mariah Carey-, debido a los mismos problemas económicos siguió el camino de su íntimo amigo siete años después y agrandó la leyenda negra de un grupo marcado por la fatalidad. Evans nunca superó la pérdida de Ham y decidió emularle colgándose en el jardín de su casa.



Atrás dejaron seis discos fenomenales y una sensación agridulce que contrasta con la vitalidad y triunfalismo de muchas de sus creaciones las cuales nos sitúan entre lo mejor del rock de todos los tiempos.




WITHOU YOU
No I can't forget this evening Or your face as you were leaving But I guess that's just the way The story goes You always smile but in your eyes Your sorrow shows Yes it shows No I can't forget tomorrow When I think of all my sorrow When I had you there But then I let you go And now it's only fair That I should let you know What you should know I can't live If living is without you I can't live I can't give anymore I can't live If living is without you I can't give I can't give anymore Well I can't forget this evening Or your face as you were leaving But I guess that's just the way The story goes You always smile but in your eyes Your sorrow shows Yes it shows I can't live If living is without you I can't live I can't give any more I can't live If living is without you I can't give I can't give anymore



Por Àlex Guimerà