sábado, 29 de noviembre de 2014

DISCOS DE 2014: WEEZER - Everything Will Be Alright In The End:



Digan lo que digan, que Weezer publique un nuevo trabajo es una gran noticia. Cierto es que entre lo estrenado quizás no encontraremos el temazo definitivo ni nos van a aportar nada que no conociéramos ya de ellos, pero no podemos decir otra cosa que no sea que nos encanta que los norteamericanos estén de actualidad con su mejor power-pop vacío de pretenciosidad. Pues en este “ Everything Hill Be Alright In The End” se acercan a sus mejores días y superan los fallidos experimentos de “Raditude” (2009) y “Hurley” (2010). Buena señal es que lo hayan cocido con la calma de cuatro años y que hayan rescatado a quien no deberían haber perdido nunca, su productor Ric Oasek. El ex líder de The Cars ha estado en la mesa de mezclas en los mejores momentos de los de Rivers Cuomo (Green y Blue Album) y es sin duda una de las claves del sonido Weezer.

Además, el flamante larga duración ha contado con curiosas y efectivas colaboraciones como la de su “fan” Bethany Cosentino (Best Coast) y la de un venido a menos Justin Hawkins (The Darkness).


Del nuevo paquete cabe destacar “Eulogy For A Rock Band” en la que reflexionan sobre el paso del tiempo de las bandas de rock, y con la que recuperan su acierto de los noventa a base de energía, luminosidad, y estribillos bien redondeados. A la par le van "British Are Coming", lo más pop que encontramos y que incluye unos coros que se lanzan hacia la épica. Interesantes son también “Ain’ t Got Nobody” y "Lonely Girl", que podrían haber sido descartes de las sesiones del álbum azul. Ni que decir de la memorable “Cleopatra”, que tiene de todo: potencia, dulzura, desamor y flujos guitarreros envolventes.

                                         


Significativa es la letra de "Back To The Shack", ya que se ha interpretado como una disculpa por los flojos discos precedentes, algo que les honraría por aquello que rectificar es de sabios. Mientras que en "Foolish Father" Cuomo exhibe sus temores de ser padre. Y es que estos tipos ya hace tiempo que dejaron de ser los adolescentes "nerds" que nos tenían acostumbrados para pasar a ser padres de familia, y eso se cala en unas letras que, eso sí, mantienen la misma emoción juvenil de antaño.

No está mal tampoco “I’ve Had It Up To Here” que desprende los aromas del glam rock “made in Darkness”, por algo el tema está compuesto a dos manos por el propio Justin Hawkins y Cuomo.
En definitiva, un regreso con todas las de la ley, del que soñamos que además venga aparejado con una gira de promoción por nuestro país. Quién sabe, los Festivales de primavera y verano tienen aún todo (o casi) el cartel para desvelar.


Por Alejandro Guimerà.

viernes, 21 de noviembre de 2014

JOHN MAYALL en el festival Mil•leni (L' Auditori, Barcelona) 18/11/14:


Teníamos muy reciente su  paso por el  Black Music Festival y por el BBK, con llenos absolutos y buenas críticas. La fortuna (y los responsables de "Banc de Sabadell Festival Mil·leni"), pero,  quiso que en pocos meses este legendario hombre volviera por nuestras tierras en su gira de conmemoración de su 80 aniversario.
En una Sala 1 del Auditori llena de canas y madurez ávida de blues,  el "Padrino del Blues Inglés"  dio muestra de la puntualidad británica arrancando la sesión a las 9 clavadas. Le acompañaban los que él considera "la mejor banda con la que he tocado jamás", Rocky Athas a la guitarra, Greg Rzab al bajo y Jay Davenport a la batería, rodados músicos surgidos de la órbita de  Stevie Ray Vaughan.

                                   
Con el octogenario ejerciendo de maestro de ceremonias en el centro del escenario y a manos de un teclado Roland, y sin faltar su cabello plateado e inseparable coleta, se le vio en muy buen tono a lo largo de la hora y media en la que  nos deleitó con su música y nos contagió de su amor por el blues.
Un amor que se vistió de unos solos a la armónica que sólo él puede ofrecer, cuando no está compaginándola con el teclado, o haciendo solos con una voz que vimos repleta de salud, o dirigiendo a los distintos instrumentos dando entrada a los solos o bien fervorosamente atento a los otros instrumentos. El blues es eso, interacción instrumental y,  sobre todo, pasión.
A decir verdad, y poniéndonos exigentes y algo quisquillosos,  la banda se mostró algo estática para permitir el lucimiento de su líder, mientras que el ritmo de las canciones era quizás un poco perezoso. ¿Qué podemos esperar de alguien con esa edad?  No es lo mismo tocar con la energía de veinte o treinta años que con cincuenta o sesenta mas.
                                    
El  grueso del  setlist se nutrió con sendos homenajes a los mayores de nuestro protagonista,  a base de versiones como "Hide Away" a Freedie King (al que le dedicó un álbum) "Floodin In California" de otro King, en este caso Albert , incluida en su último disco "A Special Life" (2014), lo mismo que " Big Town Playboy" de Eddie Taylor, con la que aceleró motores. También una memorable "Mama Talk To Your Daughter" de J.B. Lenoir,  con un solo armónica con todo el auditorio alentándolo con sus palmas, y una aclamada "Early In The Mornin'" de Louie Jordan.
No olvidemos que Mayall bebió de los bluesmen afroamericanos,  a ellos debe su aprendizaje que le sirvió para abanderar a una generación de grandes músicos británicos que actualizaron y expandieron un género que a día de hoy no tiene fin - sin ir mas lejos en su banda tocaron Peter Green (Fleetwood Mac), Mick Taylor (Rolling Stones) y Eric Clapton -.

                           
De temas propios interpretó  "Not A Home" (del disco "Wake Up Call" de 1993) muy hipnótica aunque sin las flautas del original, claro está.
Y antes de terminar una alargada "Chicago Line" con la que mantuvo un diálogo teclado-bajo remarcable, antes del solo de su compañero Greg a las cuatro cuerdas, como los titánicos esfuerzos Jay luciéndose con los bombos, antes de que John presentara a toda la banda y fuera presentado como "Birthday Boy".

Como bis, la esperadísima "All Your Love" con él entrando disparado hacia el teclado, y sonando a las mil maravillas con los magistrales cambios de ritmo y con el espectro de Clapton por allí sobrevolando. Un final algo previsible de un directo que mostró como la historia de amor entre Mayall y el Blues parece no tener fin.

Por Alejandro Guimerà



lunes, 10 de noviembre de 2014

GRANDES DISCOS: Disraeli Gears (1967) por Cream:



Cream es quizás uno de los primeros supergrupos del rock, uno de los primeros tríos de los sesenta (fuera del rockabilly) y el claro predecesor de The Jimi Hendrix Experience. Sus comienzos dieron lugar a mediados de los sesenta cuando su cara visible Eric Clapton gozaba de cierta fama como guitarrista tras su paso en los Yardbirds, grupo al que abandonó cuando aquellos se alejaron del blues y empezaron a tontear con las modernidades del pop.




Ante ello “mano lenta” se refugió en la banda de blues tradicional de John Mayall con quienes grabó un fabuloso álbum aunque de hecho se sintió encorsetado al ser un proyecto ajeno. Con los Bluesbreakers de Mayall había entrado a tocar también un virtuoso bajista llamado Jack Bruce al que habían echado de la banda de jazz Grahm Bond debido a que alternaba con otros proyectos dispares como ser músico de acompañamiento de Marvin Gaye. Precisamente la persona que lo había echado de Grahm Bond - y de malos modos - fue el batería Ginger Baker.

Y fue este último quien sediento de nuevos horizontes abandonó la GBO decidido a formar un nuevo grupo. De este modo le propuso la idea a Clapton quien la recibió con mucho entusiasmo aunque este le impusiera como condición fichar a Jack Bruce el cual en ese momento se encontraba en las filas de Manfred Mann.

 


Con este entramado tan enrevesado se formó Cream llevando consigo las tensiones preexistentes entre Ginger y Jack y con tres músicos de ilimitada habilidad musical aunque con distintos puntos de mira. Clapton era el bluesman por antonomasia, Bruce era un virtuoso del bajo de doble cuerdas y su formación era clásica (cello) aunque en realidad su espíritu se hallaba en el rythm ´n blues; mientras que Baker era un hombre de jazz con intereses hacia las músicas del mundo.

Tras pequeños conciertos en tierras británicas Cream editaron su debut “Fresh Cream” (1966) y un single de pegada “I Feel Free” con su propio sello Reaction. Para la composición de material propio acertaron con incorporar como letrista al poeta underground  Pete Brown  quien les dotó de cierta profundidad y fue uno de los pilares de su posterior éxito masivo. En 1967 realizaron una mini-gira en EEUU al lado de los Who dónde Eric pudo tocar con alguno de sus ídolos como B.B. King. Rápidamente ficharon para la Atlantic Records y volvieron a Nueva York para gravar su segundo álbum el cual sería producido por una imposición del dueño de la Atlantic Ahmet Ergun, Felix Papparali. Este no era más que un ex cantante Folk y fan de Cream y fue  artífice de que aquellos consiguieran un sonido Blues evolucionado y superaran la etiqueta de grupo de versiones ruidoso del "Fresh Cream". Otro acierto fue encargar la portada al artista australiano Martin Sharp quien hizo un colorido collage en el que aparecían los rostros de los músicos algo que llamó la atención de muchos de los jóvenes de entonces sedientos de novedades. El título surgió de un roadie cuando hablaban de motocicletas y se trata de un juego de palabras entre cambio de marchas e Israel.
 
 

El interior de “Disraeli Gears” tiene un vendaval de sensaciones eléctricas. Desde el blues clásico con falsete y batería dispersa de “Strange Brew”, a la melódica “World Of Pain” que es la mas relajada del paquete llegando a lo hipnótico; pasando por la épica “Dance The Night Away” (Wah- Wah inclusive). Aunque si hablamos de épica tenemos “Tales Of Brave Ulises” que es una aventura sonora llena de matices a cargo de las seis cuerdas de Clapton que merecen ser escuchadas a todo trapo. Sin duda una de las mejores creaciones de “mano lenta” de siempre. Como lo es el “Sunshine Of Your Love”, auténtico hito de la banda que incluye uno de los riffs mas reconocibles del rock. Guitarra y bajo perfectamente acoplados y tras ellos un nada previsible repicar de los bombos dando dinamismo a la pieza. A pesar de ello Ginger no constó en los créditos, a diferencia de “Blue Condition” que es suya y cuya estructura sencilla pasaría por  canción de pub. Es lenta y tiene un cantar displicente de Bruce y una guitarra testifical. La breve “Swlabr” es un blues acelerado con chisposo riff y electrizante batería, mientras “We ‘ re Going Wrong” la voz  queda respaldada por un redoble de percusión e intermitentes solos que van apareciendo y desapareciendo. En “Take It Back” la harmónica toma relevo a los parloteos de un grupo de gente, y el resto son versiones, el blues clásico arreglado “Outside Woman Blues” que encajaría en el debut del combo y la tradicional “Mother’ s Lament” que está cantada a cappela con un tenue piano. Es un guiño para cerrar la tormenta sonora.
 
 

El disco conectó inmediatamente con el hippismo de la costa oeste ya por su psicodélica funda como por sus letras, lo que supuso introducir el blues en las nuevas generaciones que lo tomaron como uno de los estandartes musicales de la revolución, algo que luego personalizaron tanto Jimi Hendrix como Janis Joplin. Esto supuso que Cream tocaran en el festival de Monterrey y en el Fillmore de San Francisco catapultándolos hacia una macrogira por toda América y ante enormes audiencias. El cansancio de esta gira maratoniana, junto con los abusos económicos de sus manager, las constantes fricciones entre Jack y Ginger, y los problemas auditivos de éste último debido al alto nivel del volumen, hicieron que en 1968 terminara esta monumental odisea de tres años llamada Cream.

 
Por Alejandro Guimerà


Tales Of Brave Ulysses

You thought the leaden winter would bring you down forever,
But you rode upon a steamer to the violence of the sun.

And the colours of the sea bind your eyes with trembling mermaids,
And you touch the distant beaches with tales of brave Ulysses,
How his naked ears were tortured by the sirens sweetly singing,
For the sparkling waves are calling you to kiss their white laced lips.

And you see a girl's brown body dancing through the turquoise,
And her footprints make you follow where the sky loves the sea.
And when your fingers find her, she drowns you in her body,
Carving deep blue ripples in the tissues of your mind.

The tiny purple fishes run laughing through your fingers,
And you want to take her with you to the hard land of the winter.

Her name is Aphrodite and she rides a crimson shell,
And you know you cannot leave her for you touched the distant sands
With tales of brave Ulysses, how his naked ears were tortured
By the sirens sweetly singing.

The tiny purple fishes run lauging through your fingers,
And you want to take her with you to the hard land of the winter.