jueves, 26 de octubre de 2017

Fats Domino mor als 89 anys: Adéu al somriure del rock' n roll:




Duem una temporada llarga on les desaparicions dels icones del rock proliferen. Aquest cas ha estat la del gran Fats Domino, un dels grans supervivents del rock' n roll pioner que ens va deixar abans d' ahir (24 d' octubre de 2017) als 89 anys. Nascut un 2 de febrer de 1928 com Antoine Domino, i més conegut com a Fats Domino, va començar a tocar el piano i cantar en bars de la seva New Orleans natal als 14 anys, saltant a la fama l' any 1955 amb el tema coescrit per ell i Dave Bartolomew "Ain't That a Shame" i un any més tard amb "Blueberry Hill" de Vincent Rose.
                                  


Aquestes gravacions van suposar un èxit i el van situar a la lliga dels Chuck Berry, Little Richard, Jerry Lee Lewis,... marcant la diferència amb aquells gràcies a les arrels de la música mestissa de la seva ciutat d' origen.

                               
El seu carisma, la seva veu dolça i el seu piano d' estil boogie-woogie han marcat a moltes generacions d' artistes, des del propi Elvis, als Beatles (per Paul Mc Cartney era el seu referent juvenil), als moviments raggea i ska,...
                            


Des del 1980 no va abandonar la seva New Orleans, fent aparicions públicas puntuals i inclús arribant a quedar-se en el seu domicili en plenes inundacions de l' huracà Katrina.

Geni i figura i tot una llegenda que se' ns va en plena vellesa i que deixa un buit impossible d' omplir.



miércoles, 18 de octubre de 2017

DISCOS DE 2017: The National/ Sleep Well Beast:



La llegada de septiembre nos trajo uno de los discos que más esperábamos de este 2017. Y es que pocos grupos del panorama indie actual se pueden comparar con The National. Encadenando buenos discos uno tras otro desde que captaron nuestra atención con el ya lejano "Alligator" (2005), luego arrojaron una joya como "The Boxer" (2007), mejorando lo imposible con "High Violet" (2010) y confirmándose con su último "Trouble Will Find Me" (2013). El listón, nuevamente, se hallaba infranqueable.

Y por enésima ocasión, los de Cincinnati no nos han fallado publicando un séptimo álbum que alarga su sombra y les confirma como una de las grandes bandas de nuestros tiempos.

De nuevo la profunda voz de Matt Berninger reina a lo largo del plástico, a lo que añaden una producción llena de detalles sonoros, con unos climas elegantes, a la vez que cálidos, cuando no inquietantes, tristes o melancólicos.

Es el resultado de una exploración sonora surgida desde la calma y la serenidad que ha dado un sello o una fórmula infalible y por lo que se ve disco tras disco en inagotable. Aunque a decir verdad en las últimas entregas tiran más de los efectos rítmicos de los sintetizadores que de los característicos redobles de batería de Bryan Devendorf.



El disco arranca sosegadamente con los susurros de Matt, un piano solemne y un fondo misterioso ("Nobody Else Will Be There") para agitarnos con guitarras aguerridas y redobles de batería acelerados marca de la cas ("The Day I Die"). Luego encontramos sintes minimalistas ("Walk It Back"), riffs saltarines ("The System Only Dreams In Total Darkness"), profundas baladas ("Born To Beg") o enredaderas sonoras ambientales de un único acorde ("Sleep Wel Beast").

Mi momento favorito lo trae "Dark Side Of The Gym" cuya belleza se halla en la simpleza y en la melancolía.



En "Turtleneck" unas guitarras que firmarían los Franz Ferdinand más salvajes se mezclan con una voz que parece emular el dramatismo de Jarvis Cocker y en "Carin In The Liquor Store" tiran de balada clásica al piano. En "I' ll Still Destroy You" cantan a los poderes nocivos de la automedicación, mientras que "Guilty Party" trata de una ruptura sentimental entre sintes radioheteros y un piano onírico.

Es el resumen de la esperada escucha de un disco que lejos de defraudar logra saciar al más impaciente fan. Como volver a casa.

miércoles, 11 de octubre de 2017

DISCOS DE 2017: Peter Perret/How The West Was Won:






The Only Ones fueron una de las miles bandas que se forjaron con la fiebre del punk en la Inglaterra de finales de los setenta.  Aunque ellos tenían el punto de mira puesto al otro lado del Atlántico, concretamente en la Velvet Underground ( sin ir más lejos, imitaban la manera de cantar displicente de Lou Reed) y en el power pop. Con tres maravillosos discos a sus espaldas lo dejaron demasiado pronto erigiéndose en banda de culto para los más melómanos del lugar.
Su voz y factotum, Peter Perrett , se perdió en los abusos de las drogas apareciendo años más tarde con "Woke Up Sticky" (1996) con una nueva banda llamada curiosamente The One.  Fue un espejismo ya que no fue capaz de darle continuidad y su silencio compositivo ha perdurado con el tiempo, a pesar de los puntuales conciertos que ha dado con The Only Ones en el nuevo milenio.


Hasta que ha alcanzado la edad de jubilarse para publicar el que es su debut en solitario y en el que demuestra un talento musical que se encuentra a años luz de lo común.  Y ello porqué " How The West Was Won" es un disco de pop-rock elegante, maduro, romántico, optimista y auténtico que recuerda mucho a Lou Reed del "Coney Island Baby". Y es que Perret ha destapado el tarro de las esencias con diez impecables composiciones que ha sabido no solo jugar y experimentar si no interpretar a la perfección, cantándolas cálidamente y con una emotividad serena.
Como la que abre el fuego " How The West Was Won" medio recitada entremedios de climas que firmaría el desaparecido autor de "Transformer" y "Berlin".  "An Epic Story" está dedicada a su mujer con quien lleva 48 años a quien reserva una de sus mejores y más risueñas melodías.   
"Troika" también lleva estribillo pegadizo, guitarras hipnotizantes, arreglos preciosos, y una letra que ironiza con el Poliamor.


La oscura "Hard To Say No" suena como si Pete Doherthy interpretara con toda el alma y sin desgarro alguno de los temas de Amy Winehouse.
"Living In My Head" de guitarra tan inquietante como desgarradora  y  de melodramatismo a mitad de camino entre la psicodelia, el post-punk y el glam. Le va a la zaga también aunque de forma más tenue "C Voyeurger" .
Con "Sweet Endeavour" tira de rock clásico con su particular estilo conectando con las bandas indies americanas de los noventa (pienso en "Cracker" o en "Camper Van Bethoven")
"Something In My Brain" con la voz temblorosa de Perrett, nos da una lección magistral a las seis cuerdas. Lo mismo sucede con los riffs de "Take Me Home" que encuentran la épica en una fórmula que nos recuerda a los James más dramáticos.

                                                        

Emocionante y sorprendente disco hecho desde la profunda madurez de un tipo marcado tanto por las drogas como por la leyenda negra de una banda que pudo ser y no acabó. Afortunadamente la historia termina dulcemente con un disco con el que se resarce y fustiga amablemente a todos sus fantasmas. Para  no perdérselo.


lunes, 9 de octubre de 2017

NO FILTER: The Rolling Stones- Estadio Lluís Companys (Barcelona) 27/09/17:




En una Barcelona en plena combustión política, la anunciada vuelta de los Rolling Stones se antojó como una tregua rockanrollera más que como la última oportunidad de ver a los septuagenarios en directo. Tras un vaivén de colas, controles, cacheos y vueltas absurdas al recinto olímpico, causados por la mala organización, los 55.000 asistentes (muchos argentinos, por cierto) llegamos con poca gasolina para colocarnos entre las gradas y una pista desconcertada por la aglomeración, el desorden y la poca cantidad de servicios que habían sido colocados para tales multitudes.

                                         
Fuera de las inclemencias y los daños colaterales, el hecho de celebrar semejantes mitos vivientes aunque sea en un estadio, con entradas a precio de oro y con toda la mercadotecnia del mundo, siempre es un placer. Y lo es porque todo buen amante del rock ha crecido con sus discos, su rebelde actitud y una leyenda oscura sin parangón. Cierto es que la pureza del rock reside mejor en las salas pequeñas, lejos de los trailers que montan escenarios y de la pirotecnia, pero qué caray ¡estos macro-conciertos también son rock!


Con un prematuro "Sympathy For The Devil" arrojado ya de entrada, "Sus Satánicas Majestades" abrieron fuego buscando el "wuu wuu" de los fans, apoyados por una sección de viento, coristas y teclados que potenciaban sus recursos a las mil maravillas. Aunque a decir verdad en ciertas zonas de la pista el sonido falló, algo inaceptable para la organización. Liderados por un Mick Jagger al que parece que sus 74 años no pesan para nada, su energía, figura y actitud te remontan directamente a los conciertos de su banda de hace medio siglo. Pero también por un gran Ron Wood que no sólo se comió con las ruedas de prensa previas si no que hizo un gran papel en el escenario lleno de simpatía, fuerza y destreza a las seis cuerdas. Cabe decir que aunque fallido en algunos de sus riffs y menos dinámico, Keith Richards tuvo su papel de comparsa de Jagger gracias a su infinito carisma gamberro, mientras que Charlie Watts se mostraba frágil y anciano en imagen pero robusto en cuanto al sonido que desplegó su batería.

                                    
Tras la simpatía por el diablo vino "It' s Only Rock n roll" y una "Tumbling Dice" que abrieron paso a dos blues de su último "Blue & Lonesome: "Just Your Fool" de Buddy Johnson y "Ride' em On Down" de Jimmy Reed - con el que han sacado el polvo a sus raíces. Al acabar "Under My Thumb" del fabuloso "Aftermath" (1966) con su ritmo irresistible y con la chulería de Mick a todo trapo. En la gira "No Filter Tour" los Rolling Stones configuran su setlist con sus éxitos más esperados, pero en cada uno de los conciertos introducen alguna canción menos obvia de su extensísimo repertorio. Para la ocasión fue "Rocks Off" del "Exile On Main St." (1972) la elegida, aunque en realidad se escuchó demasiado desordenada y alejada a la memorable original.

                                

Los clásicos siguieron con " You Can’t Always Get What You Want" con un Ron a tope, una "Paint It Black" más celebrada que acertada y la campestre "Honky Tonk Woman" tras la cual Mick nos confesó que había almorzado "butifarra and trinxat". Luego llegó su merecido descanso con la dupla de temas de Richards que comenzó con otra del Exile,"Happy", y la siguió la balada descafeinada que es "Slipping Away". Si bien la voz del guitarrista se conserva bien, parece como si interpretara con el piloto automático en modo on y con algunos desajustes tapados por su banda. 

                     

Tras la vuelta y el cambio de modelito de Mick, la banda apretó el acelerador con la bailonga "Miss You" que fue sin duda una de las que mejor se escucharon de la noche y gran culpa de ello la tuvo la imponente línea del bajo de Darryl Jones , las coloridas pantallas haciendo juegos con las luces de neón hicieron el resto. "Midnight Rambler" siguió el tono, pues no siendo un tema de referencia su mezcla de blues con la psicodelia mostró a una banda a pleno rendimiento: capitaneados por la harmónica de Mick, y secundados por unos desarrollos eléctricos bestiales, unos ritmos frenéticos y, a la fin, un desenfreno llegado de finales de los sesenta. Lo mismo que la combativa "Street Fighting Man" que dio paso a la canción rock de estadio por antonomasia que es "Start Me Up" y a las salvajes "Brown Sugar" y "Jumpin' Jack Flash", las tres no exentas de aquellos riffs que valen toda una vida.

                            
Y sin teatralizar demasiado la retirada previa para los bises, un "Gimme Shelter" que cayó como una tormenta de rock' n roll ante la audiencia, preludio del final soñado con la esperadísima "(I Can Get No) Satisfaction" rubricada con la pirotecnia que daba aviso del final.

Por Alejandro Guimerà

martes, 3 de octubre de 2017

TOM PETTY: Gainesville (Florida) 20/10/1950- Santa Monica (California) 2/10/2017:



Runnin' Down A Dream


It was a beautiful day, the sun beat down
I had the radio on, I was drivin'
Trees flew by, me and Del were singin' little Runaway
I was flyin'

Yeah runnin' down a dream
That never would come to me
Workin' on a mystery, goin' wherever it leads
Runnin' down a dream

I felt so good like anything was possible
I hit cruise control and rubbed my eyes
The last three days the rain was un-stoppable
It was always cold, no sunshine

Yeah runnin' down a dream
That never would come to me
Workin' on a mystery, goin' wherever it leads
Runnin' down a dream

I rolled on as the sky grew dark
I put the pedal down to make some time
There's something good waitin' down this road
I'm pickin' up whatever's mine

Yeah runnin' down a dream
That never would come to me
Workin' on a mystery, goin' wherever it leads
Runnin' down a dream


Rest In Peace, Thomas Earl.