martes, 31 de mayo de 2016

DISCOS DE 2016: VIOLENT FEMMES- WE CAN DO ANYTHING:



A menudo se les atribuye la paternidad del indie, cierto es que su disco de debut marcó una senda muy explotada a día de hoy.  En él aunaban la contundencia e inmediatez del punk a la acústica y al romanticismo melancólico del folk y del country  (Bob Dylan y Hank Williams se encontraban entre sus músicos favoritos) a lo que añadían ingredientes del  rockabilly y del surf pero también el poso psicodélico de otros de sus ídolos, la Velvet.
Surgidos en la calle a principios de los ochenta, cuando los veinteañeros Brian Ritchie (bajo) y Victor DeLorenzo (percusión) conocieron a un enclenque adolescente Gordon Gano (guitarra y voz) quien iba cargado de buenas canciones propias, las cuales empezaron a tocar en su natal Milwakee hasta que Chrissie Hynde (Pretenders) les invitó a subirse a los escenarios.

                               
Su libertad creativa y el alejamiento de los cánones comerciales les emparejaron con los grupos del denominado “Nuevo Rock Americano” (REM, Los Lobos o The Feelies), e inspiraron a otros grandes grupos americanos como Camper Van Bethoven, Orange Juicie o los Pixies. Cuando en los ochenta se llevaba el rock electrificado ellos tiraban de acústicas,  además de la temática adolescente de sus letras no siempre políticamente correctas - sin ir más lejos su hito "Blister I The Sun" es una oda al onanismo - junto con  sus "desfasadas influencias" les hicieron especiales.

                               
Ahora tras más de quince años de silencio discográfico y tras la publicación de un EP de retorno el año pasado " Happy New Year", el trío vuelve a por todas, habiendo solucionado demandas de derechos de autor por medio entre Gano y Ritchie y los sucesivos cambios de percusionista  -en la actualidad es John Sparrow tras la marcha definitiva de DeLorenzo en 2005 -.
Con la vistosa portada naif obra de Kevin Hearn de los Barenaked Ladies , el disco ha sido autoproducido por la banda y editado por PIAS America Records. El resultado para nada es decepcionante pues el combo recupera su amalgama de influencias y sonido clásico y lo hace con mucha energía y entrega. 
                                     
Como la inicial "Memory" que es un descarte recuperado de principios de los noventa. Su tono blues dylaniano, ritmo implacable y sus segundas voces finales logran atrapar al oyente de primeras.  Luego van apareciendo  la tabernera "I Could Be Anything" que es como una versión pulida de los Pogues, "Issues" de  ritmo juguetón, estribillo redondo y coros mas arreglados, y  "Holy Host" o"Foothills" en donde suenan como en sus inicios con unos trepidantes  rasgueos de guitarra y energía punk.  También hay espacio para las baladas épicas  ("What You Really Mean"), el rockabilly salvaje ("Travelling Solves), el surf  ("Big Car"), el Bluegrass  ("I' m Not Done") y el blues más perezoso y rudo ("Untrue Love" con la voz de Gano más profunda que nunca).
Un buen disco de retorno que revive las esencias de esta banda que quizás ya no tiene la juventud  ni  la espontaneidad  de antaño, pero sigue sabiendo hacer buenas canciones, las produce bien y con ello logra mantener nuestro interés en ellos. 



Por Alejandro Guimerà

lunes, 23 de mayo de 2016

ESPECIAL 50 ANIVERSARIO PET SOUNDS: Love & Mercy (2015)- Director Bill Polad:




 Fabulós bipic dedicat a un dels millors compositors musicals del segle XX, Brian Wilson. La pel·lícula se centra en entendre la ment del rocker tant en l' àmbit de la seva genialitat com en el de la seva malaltia.

Dividit en dos micro-films alternats basats en dues èpoques trascendents de la seva vida, en un es narra la seva evolució als anys seixanta amb la creació del "Pet Sounds" mentre que en l' altre s' observa un passatge decisiu de la seva vida als anys 80 on reclòs pel seu terapeuta coneix a la seva actual esposa.

                               
L' encarregat d' interpretar al Brian dels seixanta és un brillant Paul Dano (també apareix a"Destí: Woodstock" de 2009) a qui el paper li escau com un gua. Les similituts físiques, l' expressió de timidesa i introspecció del jove Brian són paleses en tot moment. 

                                              

Amb un començament fabulós on es recrea l' auge dels "Nois de la platja" a principis de dècada i on es reprodueixen les portades dels discos "Surfin' Safari" (1962), "Surfer Girl" y "Little Deuce Coupe" ( 1963) y on es veu a un perdut Brian absort damunt del seu llit (connexió amb la cançó "In My Room") ideant mentalment les mil melodies de l' obra magna venidera. Les festes, els germans Dennis (faldiller) i Carl (afable), el cosí Mike Love (xulesc i estancat en el surf-rock més primari), el pare Wilson (dèspota i humiliador), un atac d' ansetat de Brian...i com el fa prendre la decisió de quedar-se a casa i no anar de gira a fi de composar.


Aleshores aquesta meitat del film il·lustre el procés de composició de les cançons al piano, la inspiració amb l' LSD, les sessions de grabació amb un equip de músics clàssics (a l' estudi dirigint és on es veu més segur d' ell mateix al protagonista en qüestió) i quan convenç a la resta del grup de fer el salt qualitatiu en la música (amb l' hostilitat del Mike) qui acaben posant les meravelloses veus.

                                        

 En acabar la grabació del macro-tema "Good Vibrations" y el com s' inicia el procés del disc inacabat "Smile", tot plegat per acabar amb el colapse mental del geni, qui es deixa vènçer ajudat pels tràumes infantils, les drogues i la incomprensió artística.

                 
La altre part del film arrenca en el concessionari de Cadillacs en plens anys 80 quan un madur Brian Wilson coneix a Melinda Ledbetter (Elisabeth Banks). El Brian d' aquesta època ve interpretat per un John Cussac (també a "Alta Fidelitat" del 2000) que malgrat no coincideix físicament amb el personatge aporta una interpretació estupenda on recrea la fragilitat, il·luminació i ressignació. 


Aquesta part de la narració reflexa el control que el terapeuta Eugene Landy (Paul Giamatti) exercía en aquella època sobre el músic, a qui no el deixa la més mínima llibertat. Tot i així Brian i Melinda començen una relació en què conecten i on ella topa amb el "gurú salvador" d' ell, derivant en una lluita per alliberar-lo. Entremig, els personatges ens mostren pinzellades de la infància del Brian, per tot plegat acabar d' entendre un dels personatges més genials i indexifrables de la història de la música moderna.

lunes, 16 de mayo de 2016

GRANDES DISCOS: Pet Sounds (1966) por THE BEACH BOYS (50 Aniversario):


50 años ya de este disco fundamental para entender la evolución de la música moderna. Un disco que ha envejecido a las mil maravillas y que se seguirá escuchando cuando la mayoría de nosotros ya no estemos por aquí. Surgido de una de las mentes más maravillosas e indescriptibles del rock, capaz de imaginar cada uno de los sonidos, notas, matices y arreglos antes de grabarlo. Un disco que surgió de la obsesión de querer ser el mejor, de superar el legado de Phil Spector y de no quedarse atrás de los nuevos genios venidos de la vieja inglaterra, The Beatles. El disco que transformó la música pop de entretenimiento para adolescentes a Arte en mayúsculas. Maravilloso.


Los hermanos Wilson (Brian, Dennis y Carl), su primo Mike Love y Al Jardine eran unos auténticos mitos en la América efervescente post- Kennedy. Sus discos se contaban en éxitos, singles en las primeras posiciones de las listas de ventas, discos de oro, conciertos a lo largo del país y una aceptación del stablishment que los veían como los buenos chicos del vecindario. La fórmula era infalible, grandes voces harmonizadas, instrumentación rock de inspiración chuckberriana y letras que hablaban del amor juvenil, las maravillas del verano en California, los coches y el surf. Todo era perfecto y tenían crédito para rato. Pero no todo el mundo andaba satisfecho...

El joven Brian Wilson, víctima de ataques de ansiedad decidió hacer un parón de las incesantes giras para dedicarse a lo que mas le gustaba: la composición. Fue entonces cuando recluido en su casa dio rienda suelta a su mundo interior e ilimitada creatividad para visualizar en su cabeza un universo de sonoridades y melodías. Poco a poco fue componiendo unas canciones que empezó a plasmar con la ayuda de unos contrastados músicos clásicos conocidos como "The Wrecking Crew" quienes fueron recibiendo las concretas y constantes indicaciones del rockero. La idea de Brian era la de incluir junto con las habituales guitarras, teclados baterías y trabajadas armonías vocales de la formación instrumentos clásicos pero también efectos sonoros e instrumentos no convencionales como timbres de bicis, campanas,botellas de coca-cola,  ladridos de perro (de allí el título del disco) aunque al final también introdujo instrumentos africanos y por primera vez en el rock el electroteremin.

                                     
No hay que dejar de lado en la narración de esta obra magna la participación del publicista Tony Asher en las letras, pues el publicista trabajó codo a codo con el mayor de los Wilson para dar con la poesía perfecta para tanto fervor sonoro.
Un fervor que arranca al poner la aguja al comienzo del vinilo cuando escuchamos los arpegios de una excelsa "Would'nt It Be Nice" que se eleva a través de una amalgama sonora no falta de acordeones, arpas o timbales. Luego la espectral y algo mística "You Still Believe In Me" con un piano que marca el tono a pesar de las bocinas que se intercalan.
"That' s Not Me" se asemeja a los Beach Boys anteriores por su menos compleja producción y por contar con la voz principal de Mike Love aunque no por la estructura variable de su composición y por su onírico órgano.
                                      

"Don’t talk (put your head on my shoulder)" es pura orfebrería sentimental. Envolvente y delicada gira alrededor de la voz de Brian mientras los etéreos instrumentos van apareciendo, violines, flautas, metales, tambores y un bajo que emula los latidos del corazón.
Otra de las locuras magistrales que arroja el disco es"I' m Waiting For The Day" . Grabada en distintos cortes que luego se unieron, unas flautas y violines clásicos que entroncan con toda la artillería rítmica en los crecendos de una canción sin límites.
En cambio la tradicional "Sloop John B", propuesta  insistentemente por Al Jardine, fue la preferida del resto de la banda (a excepción de su cerebro, claro está) y la que mayor proyección comercial tuvo. Un buen final a una cara A letal.

                            

La segunda parte del álbum se abre con una de sus joyas de la corona: "God Only Knows" con un inspirado trabajo vocal de Carl Wilson en estado de gracia. Favorita de muchos músicos de la época (McCartney entre ellos), ligera a la vez que infinita, hace de la sencillez la genialidad para llegar directa al alma sin filtros.
La experimental "I Know There’s a Answer" conecta con la psicodelia a través del juego y la combinación de instrumentos que rompieron moldes en su época.
Para componer "Here Today" Brian tomó prestado de Bach su cambio de melodía a media canción, luego la llenó de saxos, un piano que suena como un clavicémbalo, el trombón, pandereta,....
El broche o cierre de oro lo pone la jazzística y tenue "Caroline No", lánguida y de preciosa percusión ambiental hasta los ruidos de trenes y perros, son los sonidos del vecindario de Inglewood (L.A.) en dónde vivieron sus primeros años los hermanos Wilson .




La puesta a la venta del álbum coincidió con las largas sesiones de grabación de "Good Vibrations" (de febrero a septiembre de ese año), por lo que el tema quedó fuera y acabó publicándose como sencillo. Solo imaginar su inclusión en el "PS" pone la piel de punta ya que "Good Vibrations" es quizás una de las mejores piezas del rock que jamás se haya publicado, apodada como "pocket symphony" y sin duda alguna la cota mas alta de talento a la que llegaron los hermanos Wilson y compañía.
                                          
Tanto el disco como el single cosecharon un gran éxito pero sobre todo causaron un gran impacto entre los rockeros de la época que lo vieron como una fuente de inspiración y un aliciente para superarse. Años después el tiempo lo ha encumbrado como uno de los elepés mas completos y decisivos jamás hechos y como uno de los hitos de la evolución de la música moderna del siglo XX. Lo asombroso de la historia es que todo comenzó en la tormentosa cabeza de un chico introvertido encerrado en su habitación que ya tenía el mundo a sus pies.   



God Only Knows Lyrics

I may not always love you
But long as there are stars above you
You never need to doubt it
I'll make you so sure about it

God only knows what I'd be without you
If you should ever leave me
Though life would still go on believe me
The world could show nothing to me
So what good would living do me

God only knows what I'd be without you
(God only knows what I'd be without you)
If you should ever leave me well life would still go on believe me
The world could show nothing to me
So what good would living do me

God only knows what I'd be without you
(God only knows what I'd be without you)

God only knows
God only knows what I'd be without you
God only knows what I'd be without you

God only knows
God only knows what I'd be without you
God only knows what I'd be without you

God only knows
God only knows what I'd be without you

jueves, 5 de mayo de 2016

DISCOS DE 2016: THE CORAL - DISTANCE INBETWEEN:


Cuando saltaron a la palestra a principios de milenio fueron encasillados injustamente con un brit-pop rezagado por culpa de sus pegadizos singles "Pass It On" y sobre todo de la por entonces omnipresente "Dreaming Of You". Pero la realidad demostraba que The Coral iban por otros derroteros, pues surgidos en la escena de Liverpool junto, entre otros, a The Zutons, lo suyo era mirar hacia el folk-pop y la psicodelia californiana de finales de los sesenta y principios de los setenta en lugar del legado musical del swinging London. Así, los ritmos y los efectos sonoros se adueñaron de los discos del durante mucho tiempo septeto (discos publicados anualmente de 2002 a 2005), desapareciendo paulatinamente de los focos de la prensa y de los premios musicales. Pero ellos han seguido allí. Liderados por los hermanos Skelly han sido capaces de editar hasta siete discos, y ahora este "Distance Inbetween" que llega avalado por una carrera sólida y por la incorporación de Paul Molloy (The Zutons) a la guitarra solista. Además, entre medio han ido sacando discos en solitario y fundando la disquera Skeleton Key Records.


Grabado en los estudios de Liverpool Parr Street, los temas son descartes de su anterior disco "The Curse Of Love" (2014) compuestos además en 2006. Aún así los temas han sido remodelados con una potenciación de una de sus mayores armas, los ritmos, con los efectos de los sintetizadores y con la guitarra de Molloy con sus distorsiones y variedades sonoras magistrales. Y por si fuera poco, a las habituales influencias vemos tintes de krautrock, rock industrial, garage e incluso blues.

Con esta variedad de ingredientes y con cierto endurecimiento, encontramos los martilleantes samplers y el misterio de "Connector", "Fear Machine" con sus gorgoritos de guitarra y efectos reverberantes tenebrosos, "Chasing the Tail Of a Dream" con sus ecos a los Pink Floyd más primarios - ya fue adelantado como single de regalo en su web en navidades de 2015 - o "Miss Fortune" con la que muestran su cara más popera de la banda y con la que entroncan con el maravilloso debut de los también ingleses Temple. También aparecen lúcidos y bailongos en "Million Eyes" y en "Holy Revelation", mástil en mano. En las baladas "Beyond The Sun", "It' s You" y en la que titula el disco, en cambio, aparcan los guitarrazos y se ponen a navegar entre sintes reposados.

                        

Menos reposados son los que llenan la instrumental "End Credits", con la que se concluye la escucha de este disco con gancho en el que los brillos y colores de antaño se ensucian y oscurecen, sin por ello desmerecer lo más mínimo el nuevo disco de esta banda que en sus inicios contó con David Bowie entre el público de sus conciertos.

Por Alejandro Guimerà

domingo, 1 de mayo de 2016

DISCOS DE 2016: DYLAN LEBLANC- CAUTIONARY TALE:


Dylan LeBlanc se presentó en el cambio de década con un notable "Paupers Field" (2010), que le reportó grandes elogios y comparaciones con el mismísimo Townes Van Zandt. Canciones como "If I Creek Don' t Rise" - que contaba con la participación de la gran Emmylou Harris-, revelaban el talento de este muchacho de Shreveport (Lousiana)  capaz de ofrecer una mirada personal y renovada a las baladas country con una prodigiosa voz y muchas dosis de calidez musical. La continuación del disco, "Cast The Same Old Country" (2012), no se hizo esperar aunque acabó recibiendo malas críticas ya que se alejaba de lo esperado, quizás por carecer de la frescura del debut que intentaba suplir a base de  ambientes misteriosos y, en ocasiones, con estructuras musicales desordenadas .
Para su tercer largo, el joven cantautor ha querido tomarse su tiempo y madurar unas composiciones que finalmente han quedado fabulosamente empaquetadas en los diez cortes de este álbum que vuelve a recuperar las mejores esencias de quien lo firma. Si bien con "Cautionary Tale" (traducido como Cuento con Moraleja) Dylan LeBlanc se aparta de la balada country para acercarse hacia el folk-pop más universal explotando su mejor arma:  la evocación de sentimientos.
Con unas texturas que se llenan de pianos, guitarras acústicas, slides, tenues baterías, la mandolina marca de la casa y unos sentidos violines, la voz de Dylan planea por encima de todo mostrándose cálida y cercana, romántica e íntima, y, sobre todo, dando muestras de un carisma perdido en su segundo elepé.
Así, encontramos evocaciones al soft-rock de bandas como Chicago o America ( "Cautionary Tale"), barroquismo de porcelana ("Roll The Dice"), ejercicios de blues ligero ("Look How Far We' ve Come"), épica ensoñadora ("Man Like Me"), apasionadas denuncias a las manipulaciones mediáticas y políticas ("Beyond The Veil"), aproximaciones a Roy Orbison ("I' m Moving On") o taciturnas y arenosas baladas ("Balance Or Fall").
Un disco bastante completo, de fabulosa producción y con cierto aire "comercial" que le va acercando poco a poco a la figura de cantautor indie consagrado, y a nombres como Josh Rouse, Neil Hastead, Iron & Wine,  o al Ryan Adams más sosegado. Ahora solo falta conocer cuál es su aceptación.


Por Alejandro Guimerà