miércoles, 28 de febrero de 2018

DISCOS DE 2018: KYLE CRAFT- Full Circle Nightmare:



Nos dejó flipados hace un par de años con su debut "Dolls Of Highway", un álbum que tuvo un proceso de elaboración que se alargó hasta ocho años. Con un vozarrón impagable y un sonido de rock clásico que fusionaba al Bowie Glam con el Dylan pasional de mediados de los setenta, pero que bebía de otras sonoridades de aquella década, y también de ciertos tonos cabareteros. Luego para el año pasado sacó "Girl Crazy" una compilación de versiones de temas de mujeres como Cher, Patsy Cline o Pattie Smith. Entre medio singles como "Before The Wall" dónde criticaba a su presidente Donald Trump o una sublime versión de "Chelsea Hotel # 2" de Leonard Cohen.


Ahora sin apenas descanso, publica su segundo álbum de composiciones propias "Full Circle Nightmare" al que se han puesto las expectativas demasiado elevadas. Unos nuevos diez cortes que vienen empaquetados en una portada que recuerda en colores a la del "Basement Tapes", pero que presenta al de Louisiana en un pub, lo que viene a anticipar el sonido tabernero que impregna un álbum que huele a whiskey y a cerveza.
Gravado en estudio (Portland) en directo con la banda y bajo la producción de  Chris Funk de the Decemberists,  luego fue mezclado por Trevor Spencer (Father John Misty, Jonathan Wilson, Fleet Foxes).  El disco no contiene las trompetas de su antecesor, en su lugar encontramos pianos Honky Tonk, panderetas, Hammonds de otras épocas, guitarras de siempre y de nuevo con Craft volviendo a sacar el corazón al cantar. 

                              

Uno de los grandes momentos del plástico lo encontramos enseguida de ponerlo con "Fever Dream Girl", con una melodía triunfalista y pegadiza digna de "DOH". Otra memorable es "The Rager",  un encantador medio tiempo que hace de la simpleza su atractivo. Luego nos sigue atrapando con desgarros al piano ("Heartbeat Junky"), esplendorosos folks rockerizados ("Exile Rag"), puro Glam ( "Belmont" y "Full Cricle Nightmare") o sonidos irlandeses ("Bridge City Rose")
"Bridge City Rose" nos trae a la cabeza al Dylan del "Blood On The Tracks", "Gold Calf Moan" a su idolatrado Father John Misty a no ser de la rabia con la que la canta, una rabia que desaparece en la íntima "Slick & Delta Queen" en dónde al fin reina la calma.
Un retorno que, aún sin alcanzar las cotas del pletórico debut a nivel compositivo, llega a convencer con las escuchas, y con el que uno se queda con las ganas de poder  ver en directo al tipo en cuestión, a poder ser en un pub cerveza en mano.


Por Àlex Guimerà


Publicado en 

miércoles, 21 de febrero de 2018

STEREOPHONICS: Sala Apolo 2/1/18



Viernes por la noche en Barcelona, y teníamos una cita en una remodelada Sala Apolo que había agotado entradas para la segunda sesión con la que Stereophonics presentaban su flamante décimo álbum "Scream About Sounds"  en la ciudad.


Y la verdad es que da gusto ver tanta gente aglomerada para presenciar un concierto de rock, a pesar de que muchos vinieran de tierras británicas. Con la batería ubicada detrás y muy por encima del resto de la banda, los cinco músicos aparecieron bien puntuales para ofrecer un fornido directo que no pudo decepcionar a nadie.  Pues la entrega e intensidad de los músicos se juntó con la generosidad del repertorio así como con un formato audiovisual infalible en el que los video -montajes de detrás del escenario completaban las canciones, mientras que  el sistema de iluminación se lució como nunca.
Se nota que los galeses saben lo que hacen y lo hacen con total profesionalidad y sin salirse del guión. Lo suyo es rock comercial sin más y lo bordan. En el Reino Unido arrastran masas y aquí en España tienen tirada. Lo tomas o lo dejas.


Liderados por un Kelly Jones que lo dio todo tras su hortera chaqueta floreada y que exhibió la potencia de su voz rota y su gusto a hacer paseíllos a lo "guitar hero", el  otro pilar del combo es el estrambótico  Jamie Morrison quien a base de esperpentos da mucha tralla a los tambores. Pero también el dinamismo y la simpatía del bajista (y miembro original junto a Kelly) Richard Jones y el virtuosismo de Adam Zindani a las seis cuerdas tuvieron su protagonismo. Si bien el teclista Tony Kirkham anda con ellos desde casi el principio no es miembro oficial de la banda, pero resulta fundamental en sus conciertos, desde los pianos hasta los syntes pasando por las armónicas.


Con todo, hasta 24 temas tocaron sin bajar el tono ante un público pletórico y entregado al cien por cien.  De lo nuevo, buenos temas como son "Chances Are" la canción de estadios "Caught By The Train",  la balada "All In One Night" con sus "Oh Oh Oh Oh Uh Oooh",  o los ritmos new wave de "Geronimo". Los clásicos  llegaron con la tempranera "A Thousand Trees" encadenada con la acústica "Step On My Old Sizes Nines", pero también con el trío popero "Maybe Tomorrow"- "Have A Nice Day" - "Mr. Writer" que mostraron la cara cándida de la banda. La rockera y más dura la pusieron la punk "C' est la vie" o "Catacomb". Aunque lo que les sienta de maravilla es la épica indie, muestra de ello sus hits de esta década "Mr. and Mrs. Smith" que acabó con un lucido solo de batería  e "Indian Summer" con su carga emocional.  Para la recta final cayeron al escenario banderas de Gales y los estandartes de los noventa "Traffic", "Local Boy In The Photograph" ("World Gets Around" 1997),  "Just Looking", "The Bartender And The Thief" ("Perfomance & Coctails" 1999), esta última con una intro de "Aces Of Spades" de los Motorhead.
Y de cierre, como no, "Dakota", anticipada en acústico y  luciendo en todo su esplendor ante el revoloteo de unos fans que lo acabaron de dar todo.


Por Àlex Guimerà

viernes, 9 de febrero de 2018

ELLIOTT MURPHY- Sala Bikini 11/01/18:




Considero que es un privilegio tener tan a menudo por nuestro país al gran Elliott Murphy. Si el año pasado fue una gira que pasó por lugares dispares como Hostalets de Balanyà (Barcelona) o La Coruña o su doble visita en los centros FNAC de Barcelona y Madrid;   para este  2018 la gira tiene señaladas paradas por Barcelona (11 de enero), Eibar (12 de enero), Pamplona (13 de enero) , Bilbao (18 de enero) , Santander, Madrid (19 y 20 de enero), Zaragoza (21 de enero) y Andoain (26 de enero). Una suerte tener tan al alcance a este cantautor urbano que supo captar en los setenta lo mejor de la herencia Lourediana y aunarlo con el tono de Dylan y Springsteen. Un hacedor de canciones que ha trascendido al tiempo y a decidido vivir a su aire fijando su residencia en París, lo que se documenta magníficamente en el recomendable documental  "The Second Act of Elliott Murphy" dirigida por el español Jorge Arenillas.

                                            

En una Sala Bikini a medio llenar para demasiado artista, el concierto que inauguraba su gira española y la temporada de conciertos barcelonesa, Murphy apareció puntual a las 20:30 junto a  Oliver Durand para abordar una tempranera "Drive All Night" que daría arranque a una fabulosa velada.
El formato dueto a las guitarras es una fórmula muy acertada teniendo en cuenta el buen resultado sonoro que da. Seguramente el bardo optó ya hace más de una década por este formato a fin de ahorrarse los líos de llevar a una banda completa - en sus giras también alterna los directos con banda -, pero todo es posible gracias al virtuosismo del bueno de Oliver quién con una guitarra acústica es capaz de llenar muchísimo y crear infinidad de efectos gracias a los pedales, el slide y su enorme talento instrumental. Un complemento ideal que da luz propia al sextagenario (68 tiene) y a sus poderosas canciones.

                           
Y quien se piense que el concierto iba de baladas acústicas va errado, pues los temas aparecieron marchosos y aptos para el baile. Es el caso de "Winners, Loosers, Beggars, Choosers", la sureña "Take Love Away" o la épica "Talk To You".
Del robusto disco del año pasado "Prodigal Son" sonaron la bonita "Hey Little Sister", la sentida "Let Me In",  "You' ll Come Back To Me" y la enérgica "Chelsea Boots". Restos de uno de los discos a reivindicar de su extensa discografía.
Entre medio "para-pa-pás", invitaciones a marcar el ritmo con las palmas, poses de escenario entre los dos músicos, entrega y mucha simpatía. Como cuando nos dijo que  si París era su "Hometown" pero que Barcelona era sus "Second Hometown", nos consta que es así. O cuando bromeó acerca de su harmónica Honner era lo único que se conservaba de su persona, o cómo en los setenta tocó por primera vez en la ciudad ante 10 personas  (y que en el año 2.200 lo haría en un Estadio). Todo con su melena rubia-canosa, su pañuelo, y gorro, en esa imagen tan icónica como respetada.

                               

Para la recta final un auténtico hat-trick rockero:  la hipnótica "A Touch Of Kindness" no falta de su maravilloso riff ("Comming Home Again" de 2007) , la eterna "Dastiny" (del disco "12" de 1990) y la legendaria "Last Of The Rock Stars" en su versión original ("Aquashow" de 1973) y no "deconstructed". Entre medio un magnífico pupurri con clásicos como "Shout" de los Isley Brothers, "Runnaway" de Del Shanon  o "The House Of Rising Sun".

                                

Para los bises, Oliver situó un atril ante su compañero con la letra de "Free Falling" del malogrado Tom Petty al que homenajearon ante la complacencia del público. Un público al que se le vio entregado y disfrutando. Luego vino la recitada "On Elvis Preseley' s Birthday" y otra gema clásica como es "Rock Balad".
Los aplausos y el reconocimiento de los fans trajeron una última desenchufada y con las luces encendidas a modo de homenaje al entusiasmo recibido.
¡Ah! y para quienes les supo a poco la gira y el documental, seguro que fueron corriendo a su librería de cabecera a buscar el nuevo libro del neoyorkino de relatos  titulado "Historias de París".


Por Àlex Guimerà