viernes, 25 de febrero de 2011

GRANDES DISCOS: Do You Believe In Magic (1965) por THE LOVIN´ SPOONFUL:

El Greenwitch Village de New York fue a principios de los sesenta un importante foco de reunión para la música folk que por entonces se encontraba en pleno auge. Allí es dónde un joven Bob Dylan dio sus primeros pasos y dónde un mas maduro Fred Neil (autor de Everybody´s Talkin´) era considerado ya toda una leyenda. Otro habitual del lugar fue John Sebastian, hijo de un virtuoso de la harmónica clásica, quien se iba fogueando de pub en pub del que había sido su barrio natal aunque al mismo tiempo no paraba de estudiar la música americana mas arcaica.
Según parece el músico se reunió con a sus amigos Mama Cass, Denny Dogerthy y el canadiense Zal Yanovsky en casa de aquella para ver la primera de las actuaciones de los Beatles en el Show de Ed Sullivan, tras la cual quedaron tan impactados que decidieron formar su propia banda a la que acabarían llamando “The Mugwumps”. La nueva sociedad, no duraría mucho aunque sorprendentemente tuvo una mas que fructífera ruptura ya que de ella surgieron dos bandas que a día de hoy aún se antojan del todo imprescindibles. Por un lado Cass y Dogerthy se mudaron de costa para formar a los archiconocidos “The Mama´s And The Papa´s”, mientras que sus hasta entonces compañeros y guitarristas se quedaron en la Gran Manzana para unirse al bajista Steve Boone y al baterista Joe Butler en lo que serían “The Lovin Spoonful”.
Con una estética beatnick, los Spoonful fueron alumnos aventajados de los Byrds ya que supieron aunar lo mejor de las emergentes bandas británicas con el sonido tradicional americano especialmente blues pero también folk, “jug-band”, country, y en ocasiones incluso añadiendo elementos del sonido Motown, lo que hicieron desde una sencillez y frescura muy personal dando como resultado adorables y alegres canciones pop que enseguida coparon las ondas de las radios de todo el país. Sin grandes denuncias sociales ni profundas revelaciones, este nuevo hibrido del folk y del rock de los Spoonful se caracterizaba además por sus ligeras letras de escasas pretensiones y sus espontáneos estribillos, algo complicado de conseguir y que no debe dejar de desmerecer el enorme talento y capacidad creativa de la formación.
Tras su fichaje por el sello discográfico “Kama Sutra” los éxitos no se hicieron esperar de la mano de un tema impagable, la triunfal “Do You Relieve In Magic?”. Este hit sin parangón fue antesala de un LP homónimo y punto de partida de una serie de éxitos que se sucedieron a lo largo de la segunda mitad de la década, aunque quizás sea este primer larga duración el mas completo y brillante de cuantos hicieron. Producido por Eric Jackobsen, “Do You Relieve In Magic” se grabó en Nueva York entre los meses de junio y septiembre de 1965 llegando a las tiendas en noviembre del mismo año. Paradójicamente y siendo Sebastian cantautor y compositor, únicamente cinco de las doce canciones que conforman este disco están escritas de su puño y letra, siendo el resto cinco temas tradicionales americanos, a las que añadieron dos versiones.
La canción que da título al disco es también la que lo abre. Simple y sin fisuras, es un himno atemporal y un eufórico canto optimista al enamoramiento juvenil pero sobre todo al poder (¿la mágia?) que tiene la música. Para interpretarla Sebastian se acompañaba del autoharp, un curioso instrumento rescatado del bluegrass, en una imagen que ha quedado asociada por siempre a los neoyorkinos.
Pero el disco es mucho mas que esta canción, sino no hace falta mas que escuchar la humorística “Did You Ever Have to Make up Your Mind?" con sus tintes rag-time o la inocente pasión de la melosa “Younger Girl”, de tenue guitarra acústica y aterciopelada voz de su autor. O la rock´n rollera “On The Road Again” que evoca a los Beatles del periodo post-Hamburgo como si estos hubieran surgido del Tío Sam. Y como olvidarse de los pausados blues “Sportin´Life” y “Night Owl Blues”, esta a modo de jam instrumental que se deja para el final con un despliegue de solos de harmónica y guitarra que demuestran el virtuosismo que tenían. O el country, que también hace acto de presencia mediante la espléndida “Blues In The Bottle” con su juego de voces, como también lo hace el Soul de Smokey Robinson con “You Baby” o el Ghospel a través de la exultante “Fishing Blues”.

Después de este “Do You Believe In Magic?” el cuarteto grabaron cuatro álbumes de estudio mas y publicaron un grandes éxitos que alcanzó el número 3 del US Billboard, pero es que además se atrevieron haciendo las bandas sonoras para las respectivas películas de dos jóvenes cineastas conciudadanos suyos además de futuras leyendas del celuloide como son Woddy Allen y Francis Ford Coppola.
A pesar de que la banda apenas duró cinco años en su formación original, pues su líder decidió abandonarlos para emprender una carrera en solitario, ese breve periodo fue del todo suficiente para dejar una huella imborrable, lo que les ha llevado a ser consideradas con unanimidad como una de las principales formaciones de su década, no en vano el año 2000 entraron en el selecto club del Rock And Roll Hall Of Fame. Entre sus principales méritos habría que destacar quizás la sencillez e inmediatez de sus composiciones, su enorme originalidad, carisma y gancho con el añadido de la independencia de saber triunfar desde la costa Este en un momento en que todo el meollo se encontraba en la soleada e inspirada California. Y es que, los “Lovin´Spoonful” fueron, sin lugar a dudas, el grupo que mejor representaron el sonido hippie desde la gran ciudad.

Por Àlex Guimerà

Do You Believe In MagicDo you believe in magic in a young girl's heart
How the music can free her, whenever it starts
And it's magic, if the music is groovy
It makes you feel happy like an old-time movie
I'll tell you about the magic, and it'll free your soul
But it's like trying to tell a stranger 'bout rock and roll
If you believe in magic don't bother to choose
If it's jug band music or rhythm and blues
Just go and listen it'll start with a smile
It won't wipe off your face no matter how hard you try
Your feet start tapping and you can't seem to find
How you got there, so just blow your mind
If you believe in magic, come along with me
We'll dance until morning 'til there's just you and me
And maybe, if the music is right
I'll meet you tomorrow, sort of late at night
And we'll go dancing, baby, then you'll see
How the magic's in the music and the music's in me
Yeah, do you believe in magic
Yeah, believe in the magic of a young girl's soul
Believe in the magic of rock and roll
Believe in the magic that can set you free
Ohh, talking 'bout magic
Do you believe like I believe
Do you believe in magic
Do you believe like I believe
Do you believe, believer
Do you believe like I believe
Do you believe in magic

lunes, 7 de febrero de 2011

GARY MOORE (Belfast 4-4-52 – Estepona 6-2-11)

Los días vienen y se van
Hay solo una cosa que yo sé
Yo aún tengo los blues para ti
(Still Got The Blues 1990)

viernes, 4 de febrero de 2011

GRANDES DISCOS: Closer (1980) por JOY DIVISION:

Cuando la mirada de una generación se encuentra cargada de angustia y de tristeza, parece normal que busque desesperadamente a mártires a los que poder idolatrar e identificarse. Si además estos aparecen con una leyenda fatal y un disco rock póstumo bajo sus brazos, el éxito puede estar mas que asegurado.
Y de ello trata la historia de Ian Curtis y de su banda, una historia cargada de desazón vital, tragedia y dramatismo, expresadas mediante un nuevo modo de entender la música popular, en el decadente trasfondo de la Manchester de finales de los setenta.
Todo empezó cuando en 1976, Bernard Sumner, Peter Hook y Terry Mason (su plaza de batería la acabaría ocupando Steve Morris) compañeros de instituto decidieron formar una banda a la que incorporarían a Curtis tras poner un anuncio. Al parecer, el día que se conocieron se encontraban todos ellos en la sala Electric Circus viendo un concierto de los Sex Pistols ante un público de poco mas de cuarenta personas entre las cuales se encontraban no solo su futuro mánager y mentor de la Factory Records (a la vez que lo sería de la famosa sala de baile “La Hacienda”) Tonny Wilson, sino futuras estrellas como Morrisey de los Smiths o el pelirrojo Mike Hucknall de los Simply Red, además de miembros de los Buzzcocks o de los Fall. Ese concierto ha sido catalogado por muchos como el inicio del post-punk.
En esos días Ian Curtis no era mas que un adolescente de apariencia normal, altamente interesado en el arte, la poesía y la música – de rockeros como Lou Reed, Jim Morrison, David Bowie, hasta los grupos electrónicos alemanes de nueva gestación como Neu, Fast o Kraftwerk -. Parecía el frontman idóneo: dotado de una grave voz y de una gran capacidad para escribir letras de canciones de contenido trágico, abandonaba toda su timidez cada vez que se subía a un escenario para abordarlo mediante histriónicos bailes inspirados en las convulsiones de la epilepsia que padecía y que tanto le traumatizaba en su día a día.
El grupo, nacido como “Stiff Kitens,” había cambiado su nombre por el de Joy Division, o División del Entretenimiento denominación referida a la sección de mujeres judías esclavas sexuales de los soldados nazis que aparecía en el libro de Karol Cielinsky “The House Of Dolls”, lo que junto a las vestimentas nacionalsocialistas de los mancunianos planteban la duda sobre si detrás de ello se escondían verdaderas convicciones o simplemente se trataba de una burda postura y actitud provocadora a la onda de sus tiempos.


Con “Closer” Joy Division grabaron su segundo larga duración de estudio tras el “Unknow Pleasures” de 1977. En el nuevo álbum, producido por Martin Hannet (quien justo después gravaría un single con U2), abandonaron el sonido enérgico de inspiración punk para adoptar nuevas sonoridades electrónicas. Para ello se suavizó la guitarra que empezó a explorar nuevos pasajes y distorsiones, lo que junto al teclado daba como resultado esos climas oscuros que se escuchan en las canciones. Por otro lado la melodía se dejó en manos del bajo, mientras que el ritmo de batería tomaba como referencia a los sintetizadores vanguardistas.
Y es precisamente al compás de un sensacional redoble tribal lo que primero se oye al poner el disco, en una estremecedora “Atrocity Exhibition” en la que Curtis vocea de modo agonizante “This Is The Way, Steeep Insiiide” como si nos estuviera invitando a adentrarnos en su mundo.
A pesar de que en “Closer” relajaron los tempos encontramos algunas piezas desatadas como la creciente y emocional “Colony”, la cambiante “Twenty For Tours” o “A Means To An End” con un bajo y una batería al compás que crean un ritmo pop muy utilizado diez años después. Estas son el contrapunto de otras mas lentas como la existencial “The Eternal” con un teclado mas clásico pero con ambientes sombríos de fondo. O la tenebrosa “Heart And Soul” en la que Curtis muestra un nuevo registro vocal mas templado y algo reverberado, cuando recita al son de la percusión de Morris, como si de un fantasma de ultratumba se tratara.
Aunque de todos mi corte preferido es “Isolation”, y no solo por la melodía del órgano con su ritmo contagioso, sino sobre todo porqué es en ella dónde Curtis alcanza mayor transparencia en sus sentimientos cantando a su madre, al sinsentido de la vida, al aislamiento, al miedo y al auto rechazo, y a cómo se evade a través de los placeres terrenales. Simplemente la encuentro espeluznante.
Otra que va a la zaga también es “Passover”, muy pegadiza pero a la vez transmite abatimiento.
Y que decir de “Decades” con el órgano y los sintetizadotes de protagonista, evocando a su admirado “Radio-Activity” de 1975. Su tonada es abrumadora lo que junto al grito desesperado de “Where Have You Been?” dan con el final perfecto para un disco tan deprimente y siniestro.
Con todo, nos encontramos en mayo de 1980, “Closer” ya se ha gravado pero aún no ha sido publicado, por entonces la banda tenía programada una gira en tierras norteamericanas con el objetivo de ganarse un mercado siempre tan complicado para los grupos británicos pero la tuvieron que cancelar cuando encontraron a Ian Curtis ahorcado en su domicilio, habiendo dejado una nota de suicidio a su esposa Deborah y al parecer después de escuchar The Idiot de Iggy Pop y visionar una película del desalentador cineasta alemán Werner Herzog. El disco finalmente apareció al mercado tras la fatalidad con una portada que ya estaba hecha y que podía verse como todo un presagio, pues se trataba de la foto de un mausoleo. Desgraciadamente la creciente enfermedad, los conflictos internos y el carácter depresivo e inestable del joven Ian de 23 años le abocaron a una precoz muerte que dejó huérfanos al resto de una banda que rápidamente sabría reinventarse con gran astucia en el nuevo proyecto de “New Order”, cuyos éxitos no tardaron en llegar con un himno generacional como "Blue Monday".
Con tan sólo dos discos publicados, algunos singles de éxito y poco mas de tres años de trayectoria, la fama de Joy Division fue creciendo como la espuma ayudado quizás por el morbo necrófilo de su fatal desenlace, y a partir de entonces pasaron a ser uno de los pilares del pop venidero de la década entrante, aún sin tener una elevada repercusión popular captaron la atención de minorías selectas que reconocieron su esencia y supieron continuar los caminos trazados por Ian y los suyos. Unos caminos que aún a día de hoy continúan sobreviviendo.

Por Àlex Guimerà

Isolation

In fear every day, every evening,
He calls her aloud from above,
Carefully watched for a reason,
Painstaking devotion and love,
Surrendered to self preservation,
From others who care for themselves.
A blindness that touches perfection,
But hurts just like anything else.
Isolation, isolation, isolation.
Mother I tried please believe me,
I'm doing the best that I can.
I'm ashamed of the things I've been put through,
I'm ashamed of the person I am.
Isolation, isolation, isolation.
But if you could just see the beauty,
These things I could never describe,
These pleasures a wayward distraction,
This is my one lucky prize.
Isolation, isolation, isolation...