jueves, 30 de octubre de 2014

Frank Zappa. Phase II . The Big Note (IN-EDIT):



Dir.- Frank Sheffer- USA 2002 (89 Min)

En cada una de las anteriores ediciones del Beefeater In-Edit se ha ido homenajeado a un director proyectando algunas de sus películas en el festival. Para la edición de este año, ha tocado el turno del holandés Frank Séller, metiendo en el programa títulos como “Conducting Mahler” (1996), “Hellicopter String Quartet” (1995) o este “Frank Zappa. Phase II . The Big Note” sobre el controvertido genio pop.

El film busca comprender el proceso creativo y compositivo de Frank Zappa a través de los testimonios de los músicos que colaboraron con él (miembros de los Mothers Of The Invention o Captain Beefheart), familiares suyos y entrevistas rescatadas a él directamente. No tienen desperdicio algunas imágenes de actuaciones de sus distintas épocas, sus interminables solos de guitarra, las performances de su banda, las hilarantes letras y sobre todo el espectacular e infinito archivo con sus grabaciones.





Con buenas harmonizaciones de imágenes y música del ecléctico músico, el film no ofrece pasajes ni anécdotas - por muchos es conocido que la letra de “smoke on the water” narra la historia de un incendio en un concierto suyo - de la vida del artista que hubieran podido ser mucho mas interesantes para el espectador.




Por el contrario Frank Séller opta por saciar su pasión por la música clásica y la experimental, mostrando la que quizás no es su cara mas atractiva, pero si que es la que retrata mejor el alma artista del interesado.


IDEAL PARA: Los fans de Edgard Varese, los anti-hippies y quienes se pregunten cómo puede emplearse una bicicleta como instrumento musical.


Publicado en http://notedetengas.es/in-edit-beefeater-2014-frank-zappa-phase-ii-the-big-note/


Por Àlex Guimerà


lunes, 27 de octubre de 2014

SUPER DUPER ALICE COOPER (INEDIT):

Dir.- Reginal Harkema, Scout Mc Fadyen, Sam Dunn- Canada 2014 (87 Min)

Super Duper Alice Cooper narra la historia de cómo el nombre de una banda pasa a ser el de un personaje, y de cómo este personaje devora atrozmente a la persona de detrás, hasta que ésta supera los obstáculos hasta aprender a cargar con él. 

A principios de los cincuenta Vincent Damon Furnier, un joven muchacho de Phoenix (oriundo de la fría Detroit) e hijo de un pastor, empieza a interesarse por el arte y por el surrealismo (la figura de Dalí captará su atención) hasta que decide imitar a sus ídolos Beatles,  lo que le lleva a subirse junto a unos amigos encima de los escenarios. Tras el subidón que siente decide formar con ellos la banda de Earvings,  que posteriormente pasará a llamarse Spiders hasta adoptar el definitivo Alice Cooper, este último decidido mientras jugaban a la güija. 
                                        
Tras ganarse cierta fama en Arizona la formación decide marcharse hacia Los Angeles en busca de la fama. Allí conocerán a un grupo de chicas (GTOs) que cambiará su estética y actitud e introducirá en el mundo de las drogas y la bebida. Vecinas de Frank Zappa, los muchachos graban su primer disco con el sello de aquel mientras conocen a su manager Shep Gordon y comparten porros con Jimi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrison. Pero la California hippie no encaja bien su dureza sonora y su agresividad escénica. 

Rendidos, los Alice Cooper emprenden una precaria gira por todos los EEUU hasta que reciben una oferta para actuar en Detroit junto a MC5 y los Stooges. Y allí empieza su fortuna. Su rock duro viene a las mil maravillas para las tendencias de la ciudad de la Motown de finales de los sesenta, en donde empiezan a cosechar cierta fama gracias a singles como I’ m Eighteen y School’ s Out. Con el éxito vienen los conciertos donde los números provocadores y sorpresivos se van incrementando, focalizados en el personaje de su frontman y vocalista Vincent cuyo carisma será absorbido por los medios de comunicación.  Serpientes encima del escenario, asesinatos de patos, batallas campales sobre las tablas, ahorcamientos simulados, falsas guillotinas, y un sinfín de recursos más para el fervor del respetable. 
                        
Con ello, la banda poco a poco va perdiendo una identidad que pasa a su cara visible hasta que ésta se disuelve en beneficio de la carrera en solitario del solista. Casado con una bailarina con quien tiene una hija, el bueno de Vincent, Alice, entra/cae en las redes de la popularidad y se refugia en el alcoholismo hasta que tiene que parar para desintoxicarse en un manicomio. Aparentemente curado de su adicción decide volver al ruedo y entra en contacto con Bernie Taupin con quien escribe canciones sobre sus experiencias en el sanatorio. Pero su nuevo socio le introduce a la cocaína empezando una nueva espiral adictiva. 
                                          

Después de largas luchas y con la ayuda de su familia el bueno de Vincent resurge de sus cenizas para encarar una década de los ochenta en el que se erige de padrino del heavy-metal, movimiento en auge por entonces que lo recibe con los brazos abiertos. Desde entonces lejos de las drogas y la bebida, la persona ha sabido compaginar su vida privada con el personaje público. Su tormenta había terminado. 

Esta historia centra un ágil y entretenido documental que utiliza muy bien las imágenes, crea ilustrativos montajes, introduce trozos de vetustas películas de serie B de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, a la vez que conecta con comentarios de los protagonistas y de artistas invitados como Elton John, John Lydon o Iggy Pop sin aparecer sus entrevistas. 
                                    

El gran "pero" del film lo encontramos en la parte musical, con una pésima utilización de las canciones, un nulo repaso de los discos cardinales y sobre todo en el hecho de que se centra injustamente en el relato personal y elude el relato de la trayectoria artística-musical y de la formación original de los primeros años de la década de los setenta, periodo fundamental de la banda e imprescindible para comprender la evolución del hard-rock. Un colectivo cuya grandeza fue más allá de las extravagancias y del irrefutable carisma de su líder y usurpador del nombre. 


Alejandro Guimerà

sábado, 18 de octubre de 2014

AGNES OBEL (Teatre Principal 17/10/2014 Barcelona)




El Teatre Principal de Barcelona acogió ayer la segunda visita de la danesa Agnes Obel a la Ciudad Condal, única en el estado español. Con dos buenas obras de estudio en su haber, se presentó para defenderlas en directo. 

La velada empezó puntual. A las 8 de la tarde, la banda Neo Zelandesa telonera "French Fried Rabbits" intentó amenizar la velada con una serie de canciones melódicas que, particularmente, me aburrieron bastante. Acompañamiento acústico sencillo, y sin mucha pretensión, a la bonita voz de la cantante de la banda, pero poco más. A las nueve en punto Agnes, acompañada de sus músicos (una excelente violinista canadiense y dos chelos), inició el "show" con la bonita y bien ejecutada "Lauretta", a la que le acompañó "Pass them by" y uno de los temas de la noche, "Dorian". 

A continuación, varios temas de sus dos trabajos (Just so o Beast) hasta llegar a "Fuel to fire", buena interpretación si bien su entonación melódica en ocasiones se disparaba en tono (o incluso chillido). Bien es cierto que la acústica del Teatre Principal tampoco ayuda pero bueno. Acto seguido, temas como "Riverside" (de lo mejor de la noche), "Aventine" o "Words are dead" maravillaron a los espectadores, entre los que me incluyo. Y la joya de la noche vino con el single de su último trabajo "The curse", finalizado con un estrambótico y ruidoso final que hizo levantar los vítores de la audiencia. Después tres temas más, donde destacó la versión de John Cale "Close Watch" y poco más. 

En general, un concierto correcto sin mayor pretensión, con una Agnes fría y algo distante. Personalmente, me faltaron varios temas, sobre todo su canción "Avenue", tema de su primer disco que, incomprensiblemente, ha dejado fuera de su repertorio. Pero, por lo demás, una bonita velada con una artista que admiro y a la que espero volver a disfrutar en directo.

Raúl Pulido




lunes, 6 de octubre de 2014

BRENDAN BENSON- YOU WERE RIGHT:



Inquieto, creativo, sofisticado, discreto, multi instrumentalista, co vocalista a la sombra en The Raconteurs junto a una estrella de la talla de Jack White, compositor hiperactivo y autor en solitario de uno de los discos fundamentales de la década pasada "Lapalco" (2002).  Para hace dos años  nos regaló el notable "What Kind Of World" (2012)  y sin apenas descansar para el 2013 de nuevo al ruedo. Con el tardío "You Were Right" se situó entre los mejores discos del ejercicio, con aquello que mejor se le da: recoger con su espontánea habilidad lo mejor del rock extemporáneo a través de piezas de melodías pluscuamperfectas ejecutadas con su particular maestría.
                                                                  The Raconteurs

Con la ayuda en el estudio de sus colegas afines Jon Auer y Ken Stringfellow (cabezas pensantes de los Posies), el nuevo compedio rockanrollero siguió con el camino trazado por su creador, con un rock pulido y reciclado en el que se daba cabida lo mejor del power pop, del rock setentero y del  alt-country.


 

Y es que los 15 cortes dieron para mucho, aun sin exhibir el hit definitivo, reunían desde un providencial solo de Hammond en "Rejuvenate Me", al piano cabaretero de  "Swallow You Whole" que puede recordar a ciertos pasajes de los Kinks, la trompeta juguetona de "She' s Trying to Poison Me" o los coros incesantes de la popie "As of Tonight". "Diamnond" es acústica y contagiosa, perfecta creación de radiofórmula, "I Don't Wanna See You Anymore" es soft rock al puro estilo Eagles ,"New Words of Wisdom" tiene pequeñas similitudes con The Doors mientras que "Oh My Love" podría haberla firmado el mismísimo Paul Mc Cartney.  El final "Red White Blues" made in USA para cerrar un sólido e inmaculado sexto álbum de un pequeño genio con capacidad de sorprender a través de sonidos pop-rock y power pop americano. A reivindicar. 
Publicado en  http://www.paisajeselectricos.com/2013/12/27/brendan-benson-you-were-right/

Por Alejandro Guimerà