miércoles, 26 de agosto de 2015

DISCOS DE 2015: ALABAMA SHAKES/ SOUND & COLOUR:


Juegan en la liga de los Black Keys, de los últimosArctic Monkeys, de My Morning Jacket y del granJack White. Precisamente este se declaró fan suyo en su debut de hace tres años Boys & Girls. Y es que como todos los mencionados , los Alabama Shakes han puesto en primera fila de atención mediática las sonoridades de raíz, además de dotarlas de cierta modernización. 

De la mano de su imponente solista Brittany Howard, debutaron fusionando los sonidos de pura cepa del sur de los Estados Unidos como son el soul y el south rock. Como si recogieran retales deOtis Redding y los juntaran con otros de losAllman Brothers, con una voz al mando que mezclaba Aretha Franklin y Janis Joplin. El resultado daba un sonido puro, sincero y potente. 
Ahora en 2015 esta arrolladora banda se enfrentaba al enorme reto del segundo disco y de confirmar tan contundentes credenciales. Con Sound & Color han intentado evolucionar en cierto modo, añadir más matices y complejidad a su fórmula, y parecer algo más modernos sin perder la identidad. El resultado ha dado voces dispares con críticas que los han encumbrado hacia el Olimpo de los dioses del rock junto con otras que los han defenestrado y repudiado con todas las fuerzas. 

A nuestro entender, la valoración resulta mucho más sencilla, si bien el disco no consigue el impacto inmediato del debut - en el que el componente nostálgico de recuperar las texturas clásicas tenía mucho que ver- ; los flamantes 12 cortes suenan bastante bien e incorporan un esfuerzo de producción de sus creadores que busca eludir la fácil reiteración. 


Así, encontramos la que titula el disco que evoca a ciertos momentos de la Motown de principios de los setenta, o This Feeling y Guess Who que siguen la tendencia aunque son composiciones más suaves y místicas, todas magníficamente interpretadas. Más contundente y eficaz es Don' t Wanna Fight, single de presentación directa a las listas de éxitos, con su línea de bajo funky, la voz aguerrida y los falsetes, y en medio de ello unas sutiles guitarras que la dotan de un clima oscuro. 

Future People perfectamente la podría haber firmado los Arcade Fire , The Greatest es southern soul sucio que puede llegar a recordar a los primeros Strokes Shoegaze no tiene nada que ver al género que encumbróInglaterra a principios de los noventa y sí en cambio mucho con lo que los Kings Of Leon llevan años haciendo. Para Miss You se despojan de todos los ropajes para bajar a las profundidades soul. Desnuda y sentida llega a calar por la pasión que evoca este talento de la naturaleza llamado Brittany Howard

Son algunos de los pasajes de este buen disco que es Sound & Color, que aunque sin ser una obra maestra se deja escuchar y alcanza el nivel esperado para estos tipos sureños que siguen llevando el rock de raíces a nuestras juventudes. 

Por Alejandro Guimerà

miércoles, 5 de agosto de 2015

DISCOS DE 2015: THE VACCINES/ ENGLISH GRAFITTI:


No es casualidad que los de West London publiquen material justo antes de verano.  Para la ocasión no hay anuncios de cervezas mediterráneas por entremedio, pero si  bastantes ganas de convertirse en la banda sonora de los días festivos y soleados. Ese es el espíritu que siempre ha acompañado a este cuarteto que desde sus inicios ha optado por lado optimista de la vida eludiendo un tremendismo que quizás encaja mas con sus influencias.
Anticipado en marzo con el single "Handsome" y  a principios de mayo con  "Dream Lover", este "English Grafitti" llegó a las tiendas  (a pocos días de estrenar junio) con la llegada del buen tiempo. Con la producción a cargo de "Dave" Fridmann (Flamming Lips, MGMT, Tame Impala o Mercury Rev entre muchos otros)  y Cole M. Greif-Neil (Beck), sus manos se dejan notar en un disco muy ecléctico en dónde mezclan una amalgama de texturas: desde el indie rock adolescente marca de la casa (de influencias post-punk), al surf punk, pasando por la psicodelia y  por el synth pop. Según su líder y vocalista Justin Hayward-Young aspiraban a sonar como los Woods, aunque al final el resultado ha dado su sonido característico impregnado de sintetizadores y efectos sonoros artificiales en perjuicio de una menor inmediatez guitarrera que sus antecesores.
Como arranque las citadas "Handsome",  que es single perfecto, pegadizo y directo,  de aromas ramonianos y  guitarras Strokes, más un carismático "ppppp so preeetty";  y,  "Dream Lover", que se inicia como si fueran los más recientes Arctic Monkeys aunque su culminación recuerda otra banda de hypes-británicos Kaiser Chiefs.


Todo hace pensar que "Give Me A Sign" pueda  ser el próximo sencillo de promoción (si lo hay), la pieza bien lo merece ya que podría haberla escrito el mismísimo Brian Wilson, con su pop redondeado, melódico y perfectamente adornado con arreglos y voces.
La festiva "20/20" nada entre frenéticos guitarrazos, coros Beach Boys  y ritmos a lo "Close To Me" de los Cure. La balada lennoniana "(All Afternoon) In Love" incluye retazos ambientales de última generación, "Denia" es pop ochentero y "Want You So Bad" es psicodelia relajada.
En "Radio Bikini" surfean por el asfalto y en "Maybe I Could Hold You" bordan las voces en el estribillo antes de cerrar el álbum con la instrumental  "Undercover".


 Con este tercer álbum (mas el EP "Melody Calling" de 2013) la banda continúa con el ritmo vertiginoso en el que ha andado desde 2011: incontables premios, tres álbumes, superventas, singles en los primeros puestos de las listas, incesantes giras (no han parado de pasar por nuestros festivales veraniegos), grandes elogios de la prensa... Pero no solo de ritmo viven las bandas, pues hay que valorar de ellas su calidad, evolución y rumbo. Por el momento me atrevería a decir que estamos ante una buena banda que hace todos los esfuerzos para ser grande sin acabarlo de conseguir. Al menos nos endulzan los veranos en el intento.

Por Alejandro Guimerà