lunes, 28 de mayo de 2018

WILLIE NILE - Sala Bóveda (Barcelona) 12 de mayo de 2018:



Willie Nile es todo un obrero del rock, a sus 69 años se resiste a jubilarse y sigue publicando discos y yéndose de gira. En concreto la gira española cuenta con hasta doce paradas en distintas ciudades y un pedazo de banda armada para la ocasión en la que recupera de anteriores visitas al guitarrista (y líder de los Stormy Mondays) Jorge Otero y al bajista Juanjo Zamorano, al que se ha añadido Danny Montgomery a la batería. Por ello, y porque adoramos su rock clásico de tintes ramonianos cuando no springsteenianos, es por lo que medio millar de fieles seguidores nos congregamos en la acogedora Sala Bóveda. 


Ataviado con su chaqueta y camisa negra (parche con la cara de Chrissie Hynde en brazo) el de Buffalo apareció con los suyos para conquistarnos de buenas a primeras con una potente versión de "Runnin' Down A Dream" del malogrado ídolo Tom Petty, con su imborrable riff. Y el espectáculo comenzó con este tipo llamado Robert Noonan de sospechoso tupé e ilimitada energía capaz de arrodillarse o de saltar en una edad en la que pocos son capaces. Su "bona nit" inicial y sus esfuerzos por hablar en castellano confirmaron como se pueden hacer buenas canciones y dar grandes conciertos desde la simpatía y la humildad.

                               
Un setlist en el que proliferaron las guitarras eléctricas, en temas country ("This Is Our Time"), en piezas pensadas para tocar en estadios ("Black Magic And White Lies") o en rock' n roll de cuero ("Hell Yeah"). Y entre medio muchos "nananás" ("Give Tomorrow"), "uhuuuus" ("Heaven Help The Lonely") y "ahaás" ("Forever Wild"). Temas que fueron presentados uno a uno (lo mismo que hizo con su banda hasta en tres ocasiones), mostrando su conciencia social con los más desfavorecidos en especial con los niños, los mayores y los invidentes. Respecto a estos dedicó "If I Ever See The Light" y "Magdalena", esta última según contó dedicada a una chica de León que le regaló una tarjeta con su nombre escrito en braille.

                             
Mención aparte en el set a la parte de teclado, por cierto colocado en el escenario por los propios músicos, en la que tocó la famosa "Streets Of New York", dedicada a la ciudad en la que "hay los más ricos y los más pobres y entre medio pasan cosas que inspiran canciones", y el baladón "Across The River" de su homónimo disco de debut de 1980. De su último disco "Positively Bob: Willie Nile Sings Bob Dylan" (2017) en el que versiona temas del ""Shakespeare del Rock' n Roll" tocó una reinventada por cañera "Rainy Day Woman # 12 & 35" y la archifamosa "Blowin' In The Wind" a todo trapo. Y para el final la declaración de amor al rock "A House Of A Thousan Guitars", "One Guitar" y su mensaje "con solo una guitarra se puede cambiar el mundo" y la punk "You Gotta Be a Buddha".

                                     

Luego llegaron las reverencias de los cuatro a babor hacia el respetable y tras bajar del escenario las firmas de discos , fotos y charlas con unos seguidores que acabaron satisfechos. Para al fin, seguir siendo otro día más en la vida de este pequeño rockero de pico y pala.

Por Àlex Guimerà


jueves, 24 de mayo de 2018

ESPECIAL DISCOGRAFÍA DE BOB DYLAN (I):


Coincidiendo con el 77 aniversario de Bob Dylan y con su reciente visita a Barelona, queremos iniciar un repaso a su extensísima discografía que tendrá varias entregas y que pretende hacer un retrato de su carrera y de su perfil como artista. Happy Birthday Bob!






PRIMERA PARTE - AÑOS 60's:





1.- BOB  DYLAN (1962):


 


Con apenas 20 años un jovencito Robert Zimmerman autobautizado como Bob Dylan (por el poeta Dylan Thomas) publicaba su debut discográfico de la mano del caza talentos de Columbia Records John H. Hammond. En su homónimo álbum incluía dos temas propios ("Talkin' New York" y "Song To Woody") junto a once interpretaciones de canciones clásicas folk y versiones de grandes del género. La mente había absorbido infinidad de discos y poesías,  una cargada escena del Greenwich Village y a su maestro Woody Guthrie. Había llegado la hora de dar rienda a su eterna creatividad.

Canciones favoritas: Pretty Peggy-O, House Of The Rising Sun, Song To Woody. 






2.- THE FREEWHEELIN' BOB DYLAN (1963):


¿El mejor disco folk de todos los tiempos? Probablemente. La verdad es que es un disco para enmarcar en oro y con el que Bob Dylan saltó a la fama y se erigió en deidad de los movimientos protesta. Con la totalidad de los temas escritos de su puño y letra a excepción de la tradicional "Corrina, Corrina", destacan piezas como "A Hard Rain' s A Gonna Fall", "Don' t Think Twice It' s All Right"  y sobre todo el himno universal que es "Blowin' In The Wind", rompiendo moldes tras una preciosa portada en la que el emergente cantautor pasea por las calles nevadas neoyorkinas abrazada a su por entonces novia Suzie Rotolo. Mayestático.

Canciones favoritas: Blowin' In The Wind, Girl From The North Country, Masters Of War,  A Hard Rain' s A-Gonna Fall, Don' t Think Twice It' s All Right,....






3.- THE TIMES THEY ARE A'CHANGIN  (1964):


En 1964 Dylan se había consolidado como icono mediático, gracias a sus constantes apariciones en radios y televisiones, participaciones en festivales folk y a una gira junto a una joven y adorable Joan Baez (con quien mantuvo un affair amoroso). Entre medio, pudo grabar este disco plagado de canciones protesta surgidas todas (ahora si) de su puño y letra. Fundiendo su versión más social y comprometida con los derechos civiles con el movimiento folk al que pertenecía, dio con un disco y con una canción que pretendían cambiar las cosas en un año en el que murió el presidente J.F. Kennedy.

Canciones favoritas: The Times They Are a-Changin' , One Too Many Mornings, When The Ship Comes In.







4.-ANOTHER SIDE OF BOB DYLAN (1964):


Influenciado por la poesía, Dylan decide romper con las normas del folk tradicional al escribir nuevas canciones rompiendo con las estructuras  de su anterior material buscando una mayor libertad y complejidad creativa, y logrando captar la atención del mundo del rock. No en vano muchas de las canciones de este disco acabarían siendo éxitos del rock de la mano de gente como Cher, The Turtles, The Hollies y sobre todo con The Byrds.

Canciones favoritas: All I Really Want To Do, Spanish Harlem Incident, Chimes Of Freedom, My Back Pages, It Ain' t Me Baby,...






5.- BRINGING IT ALL BACK HOME (1965):



El disco en el que Bob Dylan agarra una Fender Stratocaster y lo pone todo patas arriba. Enormemente criticado por los puristas de la música Folk , pero capaz de revolucionar el sonido del rock dándole una libertad sonora y una profundidad de textos (o poesía) inauditos, que inspiraron a los mismísimos Beatles a evolucionar su sonido. Así, fluyen joyas como "Subterranean Homesick Blues", inspirada en el “Two Much Monkey Bussiness” de Chuck Berry, la aguerrida " Outlaw Blues" o las preciosas "Love Minus Zero/No Limit y "She Belongs to Me" que revolucionaban las canciones de amor. Todo en una sola cara. Para la segunda, piezas de corte acústico como la inmensa "Mr. Tambourine Man" cuyo texto se estudia en las universidades americanas o la maravillosa "It's All Over Now, Baby Blue". El álbum con el que arrancaría el cambio en el rock.

Canciones favoritas: Subterranean Homesick Blues, Maggie' s Farm, Love Minus Zero/No Limit, Mr. Tambourine Man, It' s All Over Now Baby Blue,...






6.- HIGHWAY 61 REVISITED (1965):


La confirmación del Dylan electrificado trae a la que es considerada por muchos no solo su mejor canción, sino la más influente de todos los tiempos del género , "Like A Rolling Stone", una maravillosa pieza que hace referencia a una joven "bala perdida" que formaba parte del círculo de Andy Warhol.  Con un título que hace referencia a una ruta de los EEUU, la Highway 61, que une su Minnesotta natal con el sur del país, lugar de nacimiento de la música negra americana de la que busca su influencia. Y a buen  seguro que lo logró, dando con un sonido blues ("Balad Of A Thin Man"), rock de futuro ("Desolation Row") o baladas clásicas rock ("Queen Jane Aproximately"). Con letras abstractas y poéticas, y un sonido girado al blues y al rock al 100%, el joven Bob había encontrado su autopista creativa.

Canciones favoritas: Like A Rolling Stone, Ballad Of A Thin Man, Queen Jane Aproximately, Desolation Row,...





7.- BLONDE ON BLONDE (1966):


La tercera obra maestra encadenada en los sesenta de Dylan es sin duda la más completa de todas. Los temas de este doble álbum lleva una poesía modernista en sus textos que demuestra una madurez de su autor, a pesar de que solo tenía 24 años cuando los escribió, y un sonido muy compacto forjado en los estudios de Nashville por músicos locales y por dos pesos pesados como Al Kooper (en los teclados) y Robbie Robertson (en las guitarras). La dulzura, la lírica, la exuberancia, así como la introducción de tintes jazzisticos y de otros estilos musicales de raíz por Dylan aún no explorados, dieron forma a un disco insuperable. Piezas insaciables como "Visions Of Johanna" (¿dedicada a Joan Baez?), "I Want You" o "Just Like A Woman" combinadas con toques humorísticos perfectamente empaquetados como "Rainy Day Woman # 12 & 35" o "Leopard-Skin Pill-Box Hat", son algunos de los ejemplos de este disco sublime.

Canciones favoritas: Rainy Day Woman # 12 & 35, Visions Of Johanna, I Want You, Stuck Inside of Mobile with the Memphis Blues Again, Just Like A Woman,....






8.- JOHN WESLEY HARDING (1967):


1967 fue el año de la psicodelia y de la expansión pop,  y también  un año del que no se tuvo noticias de Dylan - artífice del crecimiento del pop - hasta diciembre con este disco singular. Tras sufrir un accidente de moto cerca de su residencia de Woodstock en julio de 1966 el músico estuvo año y medio recluido y recuperándose en su casa. El resultado,  una sorprendente reaparición discográfica que rompía con su trilogía anterior, a base de temas calmados de estilo folk y country de poesía inspirada en la Biblia. Un buen y aserenado contrapunto a las frenéticas tendencias imperantes que mostraban cuan a contracorriente ha ido siempre este genio llamado Robert Zimmerman. 

Canciones favoritas: John Wesley Harding, All Along The Watchtower, I' ll Be Your Baby Tonight.






9.- NASHVILLE SKYLINE (1969):




A finales de los sesenta Bob Dylan ya tenía esposa y tres hijos y había optado por la vida familiar - de la que luchó para preservar su intimidad - en lugar del endiosamiento y el frenesí de ser un icono generacional. Fue de este modo como compuso su anterior trabajo y este "Nasville Skyline" en el que se sumergió de lleno en la música Country. Otro disco relajado y desenfadado en el que su voz resulta poco reconocible al cantar con una técnica vocal Country, amén de contar con la maravillosa colaboración en la primera pista del álbum de uno de los grandes nombres del género como es Johnny Cash.

Canciones favoritas: Girl From The North Country, One More Night, Lay Lady Lay.



martes, 22 de mayo de 2018

ROGER WATERS- US +THEM: Palau Sant Jordi Barcelona (13/04/18): Reviviendo la magia de Pink Floyd:



El debut de la gira europea de Roger Waters y la primera de las dos citas de Barcelona tuvo lugar en un Palau Sant Jordi con poco más de media entrada aunque, eso sí, albergaba una audiencia fiel y entregada a la causa pinkfloydiana. Ese era precisamente el producto que íbamos a consumir, un revival sonoro de uno de los fundadores y factotums de la mítica formación londinense en unos tiempos en los que la mitomanía del rock parece desvanecerse. Y es que cada vez son menos las leyendas de los sesenta y setenta (por no hablar de los cincuenta)  supervivientes, y aunque el formato con el que giran es bastante criticado por muchos puristas del rock - que si son una gramola viviente o especie de banda clon,... - la verdad es que si los músicos y la puesta en escena son de alta calidad, ello resulta muy disfrutable.
Este es el caso del bajista y megalómano inglés, pues a sus 75 años ha montado esta enésima gira (tras las excelentes revisiones del "Dark Side Of The Moon" y de "The Wall") Us+ Them sin escatimar recursos y a precios de las entradas escandalosos. Con una banda de hasta 9 músicos con miembros notables como la gran esperanza de la psicodelia que es Jonathan Wilson, una sonoridad sublime y unos efectos visuales y especiales de ultimísima generación, el concierto quedó empaquetado a las mil maravillas. El resto lo puso un repertorio previsible para los fans - prácticamente calcado al de la parte australiana de la gira - plagado de éxitos de Pink Floyd y con algunos de sus nuevos temas de su recién estrenado disco en solitario  "Is Is The Life We Really Want?" (2017) de aromas "Made in The Wall".

                                          

Con dos sets y un agradecido intermedio-descanso de 20 minutos el directo arrancó con la banda a todo trapo interpretando "Breathe" a cuatro voces y "One Of These Days" del infravalorado y genial "Meedle" (1971). Hay que observar que en sus giras Waters nunca tira de material de los sesenta de la época del genial Syd Barrett - para quien escribe los mejores momentos de la banda- si no que se centra en la década posterior.
Aunque la psicodelia apareció con unos relojes fundidos en la pantalla que presentaron "Time" y luego una "The Great Gig In The Sky" que a decir verdad supo a poco con las dos rubias coristas Jess Wolfe y Holly Laessig, pues el tema precisa de una voz solista de alto voltaje y el juego a dos no acabó funcionando. El concierto comenzó a despegar con "Welcome To The Machine"  del "Wish You Were Here" (1975) con toda su épica, antes de presentar las nuevas "Deja Vú", "The Last Refugee" y "Picture That" teatralizadas por Roger quien no aparenta su edad por entrega y tono físico. Luego la balada entre baladas "Wish You Where Here" coreada al unísono, preludio del set "The Happiest Days Of Our Lifes"  y las dos "Another Brick In The Wall" con unos niños barceloneses que ocuparon toda la primera fila del escenario encapuchados y trajeados de Guantánamo antes de bailar al son de "Hey Teachers Leave Them Kids Alone!" a rostro descubierto. Y un mensaje bien claro: RESIST.

                        

El segundo set arrancó con la sorpresa de las pantallas laterales levantadas encima del público coronadas con unos equipos 3D para dibujar la orwelliana fábrica del "Animals" (1977) mientras en el escenario clavaban "Dogs" y "Pigs (Three Different Ones)", prolongadas piezas que alternaron imágenes y pintadas de denuncia social junto con unas performance de unos actores con caretas de cerdos bebiendo champagne, más el cerdo-zepelin sobrevolando nuestras cabezas. Ah! Y como colofón un mensaje claro y en castellano en pantallas "Trump eres un gilipollas".
La siguiente parte estuvo centrada en "darkside" con "Money" y "Us And Them", la primera con imágenes de políticos (Rajoy inclusive) a modo de crítica voraz al sistema, y luego con "Brain Damage" y "Eclipse", entre medio con  la nueva "Smell The Roses" que encajó a la perfección.  La magia del mítico álbum intacta merced al inmenso bajo de Waters (especialmente en "Money") y al gran trabajo del dúo Dave Kilminster y Jonathan Wilson quienes bordaron a la perfección el papel de David Gilmour en los solos de guitarra (ambos) y a las voces (Jonathan). Como colofón la aparición de una espectacular pirámide de luces envolviendo una parte del olímpico pabellón.


                            
La recta final con la emotiva "Mother" y "Confortably Numb" con sus solos mayestáticos que pusieron el punto final del show entre confeti y con la banda saludando con todos los honores. Fue el corte final de un espectáculo revival de una banda irrepetible, y muy posiblemente la última presencia y gira del gran Roger Waters, uno de las grandes figuras de una época que poco a poco se va fundiendo.
Por Àlex Guimerà


Publicado en http://www.elgiradiscos.com/2018/04/roger-waters-us-them-reviviendo-la.html

martes, 15 de mayo de 2018

RADIOHEAD VS. REGINA SPEKTOR: No Surprises:



thom-yorke
En 1997 los británicos Radiohead dejaban pasmados el panorama musical con la publicación de uno de los mejores álbumes de la década, "Ok Computer" (1997) , un álbum que ponía patas arriba los cimientos del pop con grandes canciones como "No Suprises". Esta canción, que fue single, vino acompañada de un sorprendente videoclip en el que el propio Tom York metía su cabeza en una pecera que se iba llenando de agua mientras iba cantando. La canción, para la que se inspiraron en clásicos como los Beach Boys del Pet Sounds -  recordemos que Radiohead y Brian Wilson compartirán el próximo Primavera Sound - , Marvin Gaye o Louis Amstrong, es una especie de nana melódica de atmósferas naif.
no surprises
La belleza de la pieza no pasó por alto a la sensibilidad de una de las divas de última generación Regina Spektor cuando la versionó en 2010 publicándolo en single entre medio de sus exitosos discos "Far" (2009) y "What We Saw From The Cheap Seats" (2012). La cantante y pianista norteamericana de origen ruso hizo una revisión del tema con su preciosa voz  solamente acompañada de los teclados, logrando captar con su entregada interpretación el sentimiento de la original.
Regina11

REGINA SPEKTOR:


RADIOHEAD:

domingo, 6 de mayo de 2018

DISCOS DE 2018: ERZA FURMAN - Transangelic Exodous:





En una época carente de iconos contraculturales y en la que la imposición comercial y la crítica social parecen planificados, resulta un alivio encontrarse con el crecimiento de tipos como Erza Furman. 

Para quienes no le conozcan el tipo en cuestión es un cantante y compositor transgénero de apenas 31 años, nacido en el sí de una familia judía de Chicago que un buen día decidió romper todas las cadenas sociales y religiosas para emprender una carrera musical que arrancó en 2007 y que ha arrojado media docena de álbumes y Eps, alcanzando su cénit con el formidable "Perpetual Motion Peaople" (2015).

                               

Dotado de una capacidad inaudita para crear canciones, luego logra remozarlas a su gusto tomando influencias de aquí y de allá, desde el doo-woop de los cincuenta, al vanguardismo de la Velvet Underground, al glam de los setenta, al garage o al indie más moderno.

Pero el tipo en cuestión no quería que le encasillaran ni que le compararan con ninguno de sus referentes. Para ello da nombre a su banda habitual como The Visions y se va a los estudios Ballistico de Chicago con un puñado de nuevas creaciones bajo el brazo y la intención de comenzar de nuevo.

                                 


Es así como se gesta este "Transangelic Exodous" producido por Tim Sandusky (quien también toca el saxo en el disco) y editado por el sello Bella Union. Con una temática compleja que exorciza todos sus demonios personales (rechazo social, inseguridades, judaísmo, homosexualidad...) a la vez que intenta retratar su visión pesimista de la sociedad; el disco acaba repitiendo fórmulas anteriores de su autor aunque si en su anterior entrega el vitalismo y los colores imperaban en lo nuevo mandan las zonas los oscuras y deprimentes. Eso sí, aparecen fabulosamente empaquetadas y con loable tratamiento instrumental.

A destacar "Love You So Bad", pieza insigne del álbum: pletórica, de fornidos violines, marchosa y pegadiza. Sin duda será uno de sus hits de futuro, aunque no debe de eclipsar el desgarro de "Driving Down To L.A." , los redobles y los gritos de "The Great Unknown", el caos new age de "Maraschino-Red Dress $ 8.99 at Goodwill" , la somnolencia de "From A Beach House" o el blues post-moderno "Come Here Get Away From Here".

Pero sobre todo a "Suck The Blood From My Bound", que suena como la versión grunge de los primeros MGMT (ritmillo inclusive), con una letra metafórica sobre un ángel repudiado por la sociedad.

                          

O "No Place" con unas percusiones y un frenesí que recrean la angustia de Joy Division bajo un sinte futurista digno de Jean Michelle Jarre; la delicadeza y desnudez de "Psalm 151" y "Compulsive Liar" donde los sentimientos se desnudan entre ritmos y climas dignos de Radiohead.

Un disco que no dejará indiferente ideal para degustar con los cascos y entre la oscuridad, para dejarse llevar hacia territorios tenebrosos y asfixiantes.

                            


Luego veremos a su autor tocar en festivales de verano eclipsado por los cabezas de cartel, bajo un vestido vintage de mujer, luciendo un collar y pendientes de perlas, tinte en cabeza y aporreando la guitarra al son de sus saltos. Y será el tipo raro del lugar sin duda, la comparsa de los artistas más conocidos, pero nadie se resistirá a unas canciones tan directas como complejas, que miran hacia el pasado y el futuro del pop, y que son un precioso estandarte de una lucha por el inconformismo que nunca debería de desaparecer.

Por Àlex Guimerà


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