viernes, 22 de diciembre de 2017

DISCOS DE 2017: STEREOPHONICS/



Siempre he simpatizado con los Stereophonics. Injustamente tratados como los hermanos menores de los Oasis, su realidad se impuso al paso de la moda del Brit Pop, pues sus mayores éxitos los recogieron con paso hacia el nuevo milenio en el que encadenaron cuatro discos en el número 1 de las listas británicas . Aunque a decir verdad, nunca han superado su disco de debut, el fornido "World Gets Around" (1997) , a pesar de no incluir sus hits más reconocibles  - hablo de "Dakota", "Mr. Writer", "Just Looking", "Have A Nice Day",... - . Con la voz rota de su líder Kelly Jones como bandera, junto a unas aguerridas guitarras, su historia ha ido de rock clásico sin complicarse demasiado la vida. Melodías directas, energía y una formación que no ha descompuesto su eje central (el bajista Richard Jones y el propio Kelly) quienes han permanecido unidos desde sus inicios a los que se han añadido en los últimos tiempos el batería  Jamie Morrison y el guitarra Adam Zindani.



Así, paso a paso han llegado a su décimo álbum este "Scream About Sounds", descrito por Kelly como "una colección de himnos para escapar de la asfixia de las ciudades" . Y ciertamente  su comienzo lo atestigua  con  "Caught By The Train", que podían firmar los mismísimos Kings Of Leon,  y una dinámica "Taken A Tumble". Luego un poco de barroquismo con  "What' s All The Fuss About?" rebajan el tono a base de violines y climas dramáticos.
"Geronimo" arranca con un  "Suzy Q What Makes You?" , en clara referencia a la canción de Dale Hawkins popularizada por la Creedence Clearwater Revival, para dar paso a un parafraseo entre trompetas, pianos desordenados y una sección rítmica letal.


"Before Anyone Knew Our Name" y "Boy In A Bike" certifican su facilidad para crear convincentes baladas a base de sentimiento y desnudos  pianos. Mas instrumentalizada es la otra balada del disco "All In One Night" no faltos de sus recurridos "Oh Oh Oh Oh Uh Oooh". 



En "Chances Are", en cambio, tiran de rock noventero y bravas guitarras, a la onda del último Ryan Adams . Y en "Would You Believe?" de Soul con las voces de Uk Ghospel Choir, en "Cryin' In Your Beer?" de Blues a toda mecha. Para el cierre el mediotiempo  "Elevators" combinando piano y acústica de forma deliciosa.

                          

Han pasado veinte años desde su debut, y estos galeses siguen allí. No inventan, no exploran, pero tampoco defraudan, sus canciones siguen siendo buenas y por encima de todo siguen amando y respetando el rock.


Por Àlex Guimerà


Publicado en http://www.elgiradiscos.com/2017/12/stereophonics-scream-above-sounds.html


domingo, 10 de diciembre de 2017

DISCOS DE 2017: BECK/ Colors:





Si algo no se le puede echar en cara a Beck es su conformismo. Irrumpió de forma revolucionaria a principios de los noventa con dos gemas como son "Mellow Gold" (1994) y "Odelay" (1996), donde fusionó los ritmos hip-hoperos con el folk y el pop. En etapas posteriores Bek David Campbell ha transitado por distintos estilos musicales que ha ido sintetizando y combinando con mayor y menor acierto. Luego los cuarenta le trajeron un parón de seis años para digerir la creación de un "Morning Phase" (2014) con el que no solo tuvo reconocimiento de la crítica especializada sino que se coló en el mainstream por la puerta grande, Grammys incluidos. Con aquel disco nos metía en sonoridades frágiles, íntimas, lleno de ricos y tenues matices instrumentales y por encima de todo nos construía unos ambientes que combinaban a la perfección la serenidad, la emoción y la melancolía. 

                                     
Para su continuación, Beck vuelve a romper esquemas y tira hacia la electrónica desde donde construye un disco de pop comercial que puede descolocar a muchos. Y es que el rubio californiano ha tirado hacia las melodías directas y pegadizas, pero lo ha envuelto en una producción muy elaborada para que luzcan más. Para ello, aparca sus tonos irónico, bucólico o triste y abraza un optimismo y vitalismo juvenil que puede parecer simple pero que pretende ser contagioso. 

                                
Al parecer el proyecto lleva tiempo gestionándose, desde 2013, tiempo en el que tuvieron lugar las primeras grabaciones, contando con su productor Greg Kurstin (Shins, Adele, Liam Gallagher, Foo Fighters,...) como socio y coautor de la gran mayoría de las canciones. Unas canciones cuyas estructuras miran hacia la música de baile de los ochenta, el synth pop (Soft Cell, The Human League, Ultrabox,...), aunque su vestimenta bebe de los arreglos del nuevo milenio en la onda de la nueva psicodelia y esa tendencia hacia la electrónica abrazada por bandas como The Shins, Temples, Spoon y, por qué no, los fallidos Coldplay y Arcade Fire. También encontramos texturas vocales shinepop perfectamente entremezcladas entre ritmos de baile ("Colors", "Seventh Heaven" ), rapeos que dan lugar a power pop sintetizado ("I' m So free"), cruces entre Jamiroquai y Wham! ("No distraction", "Up All Night"), Hip-Hop en todo su esplendor ("Wow") o baladas lánguidas al piano ("Fix Me"). 

                             

Destacan "Dreams (Colors Mix)" / "Dreams", irresistibles piezas discotequeras que llevan mucho de los ochenta (Bowie, black music, ritmos de rock industrial, funky,...); y "Dear Life" que recuerda a los mejores The Feeling ( una banda interesante por momentos, por cierto ). 

                               

Demasiado complejo definir un disco que mira hacia el dance pop del pasado arrastrando consigo múltiples influencias de ayer y de hoy para sonar del todo moderno en pleno 2017. Algunos lo criticarán otros lo adorarán. Para gustos los colores.

Por Àlex Guimerà

jueves, 7 de diciembre de 2017

MUERE JOHNNY HALLYDAY, EL "ELVIS FRANCÉS" A LOS 74 AÑOS:





El gran Johnny Hallyday ha fallecido esta madrugada en París, a los 74 años de edad, víctima de un cáncer de pulmón que él mismo hizo público en las redes sociales el pasado mes de marzo pasado. La muerte se produjo en su casa de Marnes-la-Coquette, al oeste de París, dónde se encontraba tras haber estado internado seis días.

Jean-Philippe Léo Smet (así se llamaba) nació en la misma París, en el año 1943, en plena ocupación Nazi. Hijo de la modelo francesa Huguette Clerc y del artista belga de "music-hall" Léon Smet, quienes lo mandaron a vivir a Londres con sus tíos, tomando el apellido de aquellos.

                           

Con 17 años dio su primer concierto y una año después publicó su disco de debut "Hello Johnny" (1960) con hits como "Souvenirs Souvenirs" o "T' amier follement" saltando rápidamente a la fama sobre todo por su versión francesa de “Let’s Twist Again” ( “Viens danser le twist”) y ganándose merecidamente el sobrenombre de "Elvis francés".



Fue el comienzo de una carrera imponente que dejaría más de 100 millones de discos vendidos, conciertos multitudinarios, películas, codeos con estrellas del rock (Ray Charles,  Fats Domino, Jimi Hendrix,,...) y el paso por varias épocas y múltiples estilos (todos con fortuna): pionero del rock'n'roll en Europa, los años yeyé, música ligera, canción popular francesa.... para volver en los últimos tiempos a lo que mejor se le daba el blues y el rock.

                                         


Conocido también por su agitada vida amorosa, con matrimonios tormentosos con Sylvie Vartan y Nathalie Baye, intentos de suicidio, accidentes, excesos con las drogas y el alcohol, acusaciones de evación fiscal, y un largo etcétera que convirtieron en su vida en una auténtica montaña rusa. Atrás deja cuatro hijos y una viuda Laeticia Boudou, con quien se casó y permaneció a su lado desde 1996.


Y a modo de epílogo, y tomando las palabras de nuestro Loquillo - quienes grabaron juntos, por cierto-: "fue el personaje más grande que ha dado el rock en Europa" y " con su muerte se acaba la cultura del rock and roll" .


Descanse en paz  (París 15 de junio de 1943- París 6 de diciembre de 2017).





lunes, 27 de noviembre de 2017

DISCOS 2017: Chris Hillman/Bidin' My Time:




En un mundo ideal, Chris Hillman debería de estar en los principales altares de la música y cada movimiento que hiciera tendría que ser seguido con fervor. Fundador de una de las bandas que más ha dado al rock en sus orígenes, los Byrds, luego se asoció con Gram Parsons en los Flying Burrito Brothers para resucitar un género que por entonces sonaba vetusto como era el country, sacándole punta en los ochenta con la Desert Rose Band, además de formar parte de los referentes Manassas de Stephen Stills.


                                


Con tal bagaje y con cierta aura de genio a la sombra, Hillman ha envejecido con sus proyectos, sus colaboraciones y sin dejar de divertirse con la música. Para este ya avanzado 2017 nos arroja el que a buen seguro será uno de los grandes discos del ejercicio, al menos en su género o para la categoría de veteranos. Producido por Tom Petty, el larga duración además se revela como un homenaje póstumo a su leyenda, pues la frescura de su sonido es más patente que nunca, con acertados arreglos instrumentales que hacen lucir aún más unas inspiradas interpretaciones y unas composiciones difícilmente de igualar. Además, el disco cuenta con participaciones de súper lujo como las de los cofundadores de los Byrds David Crosby y Roger McGuinn - ¿seguimos soñando con una reunión? - o el propio Petty y el "Heartbreaker" Mike Campbell. Pistas de lo letal que va a ser resultado. 

                                              
El plástico lo abre una versión de "The Bells of Rhymney" de Peter Seeger, que ya formó parte del espectacular debut de los Byrds "Mr. Tambourine Man" (1965). Para la ocasión suena más relajada, acústica, con memorables arpegios de guitarra que se cruzan con un piano melódico, unas voces pulidas y pasionales (Crosby inclusive), y toda la melancolía marca de la casa. Según el propio Hillman es la mejor canción que su legendaria banda jamás grabó. Otra de los Byrds que cae es la inédita "Here She Comes Again", coescrita por el propio Hillman junto a McGuinn, y que hasta la fecha únicamente había sido incluida en disco en un directo grabado en Australia en 1967. Para celebrar la recuperada ocasión, tenemos de nuevo a Hillman al bajo, instrumento que tocaba con aquellos y que había aparcado desde hacía 30 años. El resultado una pieza pop tan actual como pegadiza. Otra coescrita junto a McGuinn que "roba" es la pieza bluegrass "New Old John Robertson" del "The Notorius Byrd Brothers" de 1968, que trata de un amable viejo que vivía en el pequeño pueblo de Chris. Pero hay más rescates, como "She Don’t Care About Time", escrita por el otro fundador y cantante solista de los Byrds, el desaparecido y genial Gene Clark, un tema que fue la cara b del exitoso single "Turn! Turn! Turn!", con una guitarra solista memorable como antaño. 

Fuera de su universo recupera "Walk Right Back" de Sony Curtis y popularizada por los reivindicables Everly Brothers, con una guitarra rítmica calcada al "Harvest Moon" de Neil Young y buscando la dulzura taciturna de la original. Luego tenemos cuatro gemas originales (coescritas junto a Steve Hill) que van a la par de las covers, como la que da nombre al paquete que es una pieza country-pop llena de slides, mandolinas, y pianos fabulosos; y el elenco de baladas del disco: "Different Rivers", "Restless" y "Given All I Can See", esta última desnuda, sentida y algo barroca para desprender belleza por sus poros, con crecendos y una interpretación memorable del bueno de Chris. Gloriosa pieza country es "When I Get A Little Money", escrita por un amigo de la familia llamado Nathan Barrow. Para el final, toma prestada del productor deluxe "Wildflowers" (del disco homónimo de 1994), diferenciándola de la original con una armónica que marca el ritmo y unos excelsos violines. Fabuloso autoregalo de Hillman, quien mira hacia atrás para recuperar algunas de sus canciones favoritas, luego se junta con sus amigotes para pasarlo en grande tocando y lo remata asistiéndose de un monstruo como Tom Petty, quien da cera a un resultado de por sí soberbio.

Por Àlex Guimerà



viernes, 17 de noviembre de 2017

Chuck Prophet en Sala Be Good (Barcelona) el 10/11/17:


Que satisfactorio es poder gozar de conciertos en petit comité, como el que tuvo lugar el pasado viernes en la Sala Be Good de Barcelona en el inicio de la gira española del gran Chuck Prophet. Para quienes no hayan estado nunca en semejante aforo, no se habrán perdido entre naves industriales del Poble Nou, ni habrán entrado por una puerta semi-clandestina para embutirse entre el gentío tan alborotado por la música como por el alcohol en un recinto tan estrecho como alargado. Como en los orígenes del rock' n roll, la cosa no iba de móviles, ídolos y márketing, si no de pasarlo bien todos juntos al son de unas guitarras, batería y teclados. Así lo pudimos comprovar de seguida con el aperitivo de los británicos Curse of Lono quienes demostraron su potencial con la presentación de su álbum de debut " Severed" (2017) y su sonido americanizado y sus pletóricas armonías vocales.



Tras situarnos en primeras filas, para poder paladear el plato principal en todo su esplendor, la salida de los músicos sin roadies cargando sus equipos y la entrada de The Mission Express esperando su momento. Un momento que llegaría a casi las once de la noche, hora furtiva e indomable, con la aparición desde la pista de Chuck Prophet reconocido tenuemente con discretos aplausos. Una vez encima de las tablas un arranque inmejorable con una potente previa instrumental que dio paso a "Boby Fuller Dies For Your Sins" dejando claro que aquí se venía a rockanrolear. Triunfal, coreada, pilló a muchos desprevenidos por su prontitud.

                          

Los cinco músicos mostraron su veterana solvencia y sincronización sonando a las mil maravillas desde el minuto uno. Desde la esposa del propio Chuck que volvía a la gira, la simpática Stephanie Finch a las voces y al teclado, al pedazo de guitarrista James DePrato haciendo maravillas a los solos y con el slide (además de las voces), al potente batería Vicente Rodriguez, y al bajista Kevin White, que a pesar de estar solvente en toda su actuación mostró no encontrarse bien por motivos de salud. Y ante ellos, el Profeta y su camisa floreada demostrando que es un gran líder en lo musical - guitarrista virtuoso y carismático cantante- y en lo escénico desprendiendo energía,, simpatía y actitud rockera.


                               

En lo musical, el concierto fue de vértigo, pues si el nuevo disco ya es de órdago, salieron algunas de sus viejas canciones para perder la cabeza. Hablo de "You and Me Baby (Holding On)", "You Did", "Temple Beautiful", "Lonely Desolation", "Summertime Thing",... Y las que se dejó. De lo nuevo la pluscuamperfecta "Bad Year for Rock and Roll" dedicada a los rockeros perdidos como David Bowie o Leonard Cohen, la irreverente "Jesus Was a Social Drinker" entre medio de bromas, "In the mausoleum" dedicada a su amigo Alan Vega teatralizada y con Stephanie cantando a su lado. Dinamismo, riqueza sonora, diversión y la imborrable sonrisa de Chuck como bandera.

                              

Para el final, el cantautor nos contó como antes de ser músico estuvo en un concierto de los Flamming Groovies (mitos de su adorada San Francisco), quedándose tan flipado con la guitarra que fue a lograr su sueño subiéndose a un escenario diez años mas tardes. Y como dijo " en Europa tenéis a Picaso y a Cezanne pero nosotros tenemos a Chuck Berry y a los Flamming Groovies". Acto seguido lo clavaron con su versión de "Shake Some Action" ante el delirio de sus feligreses. ¡Puro Rock ' n Roll!

Por Àlex Guimerà

Publicado en www.notedetengas.com


jueves, 16 de noviembre de 2017

DISCOS DE 2017: Josh Ritter/Gathering:




Lleva años merodeando por aquí, concretamente desde el nuevo milenio. Su rastro, ocho discos, algunos de los cuales se codean con la excelencia, hablo en especial de "Hello Starling" (2003) y de "The Historical Conquests of Josh Ritter" (2007). Dotado de un potencial melódico envidiable, Ritter se ha metido por méritos propios en la liga de otros grandes cantautores como son Chuck Prophet o Jason Isbell, que a pesar de tener obras mayestáticas y ser auténticos referentes musicales adolecen del reconocimiento popular por uno deseado.

                         

Y ahora el de Idaho regresa con este luminoso (aunque no de portada) "Gathering" con el que vuelve a encandilarnos gracias a lo que mejor sabe hacer: buenas canciones. Unas canciones que por lo general se alejan de su etapa intimista y reflexiva surgidas de su ruptura sentimental de principios de década y tiran, al igual que en su última referencia "Sermon On The Rocks" (2015), de rock en los distintos matices del imaginario de su autor - folk, country, pop,... -. Por si fuera poco, el bardo pone empeño en la instrumentación metiendo teclados hammond, slide guitars, bongos, violines y sección de viento, todo ello sometiéndolo al tamiz de una producción que la veteranía de sus espaldas permiten.


Atrapados ya de inicio por las armonías vocales de "Shaker Love Song (Leah)", transitamos por ritmos irresistibles ("Showboat"), dylanismo en su versión más frenética ("Friendamine"), country-pop ensoñador ("Feels Like Lighting") y oscuros cruces entre leyendas negras como Bill Withers y Sixto Rodriguez ("Dreams"). Aunque el mejor Ritter lo volvemos a encontrar desnudo a la guitarra sacando las tripas con la gema que es "Train Go By". También merece mención aparte la cautivadora balada "When Will I Be Changed" abordada junto al legendario guitarrista de los Grateful Dead Bob Weir, en la que el intimismo se fusionan con una instrumentación tan sutil como elaborada.

                                
Tras un "Interlude" instrumental, el tramo final del álbum nos depara irresistible country-rock, bailable ("Cry Softly") o con tintes gospel ( "Oh Lord Pt. 3"); y baladas, de piano adormecedor ("Thunderbolt' s Goodnight") o de guitarra y arreglos arenosos ("Strangers"). Son los ingredientes de este fornido disco de rock clásico que nos edulcora el alma en unos tiempos en los que es complicado hacer bien lo que puede parecer sencillo. Josh Ritter lleva tiempo lográndolo.

Por Àlex Guimerà

martes, 7 de noviembre de 2017

LEONARD COHEN: BIRD ON A WIRE- Director Tony Palmer (1974):





Un año después de la muerte del genio canadiense, seguimos echándolo de menos y para honrar su recuerdo que mejor que recordar este impactante documental de 1974. Genio y figura hasta la muerte, siempre con nosotros.

Cuando tienes una cámara permanentemente grabando tu vida vas a estar pendiente de todo lo que haces y dices...solo las primeras horas porqué si la cámara te acompaña durante semanas acabarás por olvidarla y por volver a ser tu mismo.Este es el caso de lo que le pasó al gran Leonard Cohen en su gira de 1972 y este es el caso de este maravilloso documental del prolifero director Tony Palmer.

“Bird On A Wire” recoge estas valiosísimas gravaciones y nos las trae de nuevo a nuestras pantallas mas de cuarenta años después, para recordarnos no sólo que el bardo un día fue joven sinó para mostrarnos sus múltiples caras y facetas. Hablamos del falso pudoroso, del seductor implacable, del místico mordaz, del maestro de ceremonias juguetón, del taciturno rapsoda, del improvisador ocurrente, del tierno compungido, fumador compulsivo o del dandy con porte. Entre muchos otros.


Son los primeros planos los que muestran el auténtico Leonard Cohen, que llega a desnudarse (en ocasiones literalmente). Pero también sus respuestas ocurrentes y reflexivas a las entrevistas que va recibiendo pacientemente, o los pasajes del día a día, viajando, relajándose en los camerinos (sensacional escena del lunch con canciones tradicionales), lidiando con mil y una dificultades, encandilando a bellas grupies, ironizando a la vida o escribiendo poesía.

Pero sobre todo encima de las tablas, jugueteando en el Berlín occidental antes de cantar a la libertad, denunciando la contundente seguridad en Tel Abib, haciendo de visionario de futuro en Manchester, disculpándose noche tras noche con los problemas con los equipos de sonido. Unos problemas que obligan a suspender conciertos por los que las reclamaciones llevan a un mercadeo delirante.
Aunque por encima de todo está su música. Con interpretaciones de los temas de sus tres primeros álbumes como son “Suzanne” (de la que recuerda como le robaron los derechos de autor) , “Sisters Of Mercy”, “Chelsea Hotel” o “Avalanche”, que se escuchan a las mil maravillas para el deleite del espectador (aquí no hubo problemas de sonido) gracias en parte a la banda de lujo de acompañamiento cuya conexión con el front-man es patente en todo el visionado.


                                          

Para la última media hora, la traca final con el concierto final en Jerusalén, con sus cruces de religiones y culturas y con el estallido de sentimientos de Cohen quien después de aguantar varios temas – proyectados en retales de acertados primeros planos que reflejan el intimismo de la la ocasión - , se derrumba y bloquea para continuar. Malas sensaciones consigo mismo que son relatadas y discutidas en el camerino con el ansioso y festivo respetable esperando. Después de un rato de incertidumbre la vuelta con “Hey That’ s No Way To Say Goodbye” y una celestial interpretación “So Long Marianne” con la que el canadiense se pierde entre lágrimas para acabar con el concierto definitivamente. Es la victoria de la melancolía y del cansancio por la gira, el llanto a las emociones del cantante que alcanza a contagiar a la banda de vuelta a vestidores. El punto y final lo pone el canto íntimo a la pieza que dá título al documental con un hombre que ha dado todo de si. Sincerely L. Cohen.

Por Alejandro Guimerà




jueves, 2 de noviembre de 2017

CITAS DE ROCKEROS (VIII): HARD ROCK (segunda parte):



                           



ACDC

El rock es mi viagra (Angus Young, AC/DC)

Bon Scott meando en unos servicios, se le acerca un tío y le pregunta, medio riéndose:

- “Hombre, Bon Scott, tú que eres la AC o el DC ??” (en alusión a la referencia que hacían estas cuatro letras a los bisexuales en ambientes gays)
- Bon Scott: “Soy el rayo de en medio, gilipollas”
- Y le arreó un zurriagazo que lo dejó seco.


Ni siquiera supe el nombre de ningún acorde hasta que Malcolm me dijo alguno; y luego, a partir de ahí me los fui aprendiendo todos. Él me dio las únicas clases que he recibido e incluso me animó a hacer solos (Angus Young, AC/DC)

Recuerdo que una de las primeras actuaciones que hice con aquel ampli fue en una iglesia del barrio. Querían a alguien que rellenara con la guitarra y mi amigo dijo: 'Él sabe tocar'. Así que arrastré el ampli hasta allí y me puse a tocar hasta que todo el mundo empezó a gritarme que bajara el volumen (Angus Young, AC/DC)

Estoy harto de que la gente diga que tenemos 11 discos que suenan igual. ¡Tenemos 12 discos que suenan igual! (Angus Young, AC/DC)

Conduzco como toco la guitarra: por eso no tengo coche (Angus Young, AC/DC)

Cuando estoy en el escenario me convierto en un salvaje. Es como si fuera un hombre de las cavernas (Angus Young, AC/DC)

ACDC está durando mas que muchos partidos políticos (Angus Young, AC/DC)




LED ZEPPELIN

La gente siempre me dice “he crecido escuchando a Led Zeppelin, es la banda sonora de mi vida”. Bien, yo también crecí con Led Zeppelin y aún son mi banda preferida(Jimmy Page, Led Zeppelin)

La habitación era muy pequeña. Sólo tocamos una canción “Train Kept a-Rolling” y de inmediato todo estaba allí. Una sensación indescriptible(Jimmy Page, Led Zeppelin)

Deja de tocar la guitarra un día y lo notarás tú. Deja de tocarla dos días y lo notará el grupo. Deja de tocarla tres y empezará a notarlo el público (Jimmy Page, Led Zeppelin)

Cómo no iba a meterme en el rock con un apellido así, ¿¿te imaginas de carnicero?? (John Bonham, Led Zeppelin)

No tengo ni idea de cómo vamos a sonar en el futuro, y la verdad, no tengo ningún interés en saberlo (John Bonham, Led Zeppelin)

Con Zeppelin trato de tocar algo diferente todas las noches en mis solos. Suelo tocar durante 20 minutos pero el más largo fue de 30 minutos. Parece largo, pero cuando estoy tocando el tiempo vuela cuando toco la batería (John Bonham, Led Zeppelin)
Salvador Dalí no pintaba porque necesitase el dinero. Ninguna conversación sobre materialismo y música tiene sentido. Haces música y ya está, no importa el porqué (Robert Plant, Led Zeppelin)

Creo que puedo cantar y esquilar unas cuantas ovejas al mismo tiempo (Robert Plant, Led Zeppelin)

Diez minutos en la escena musical son el equivalente a cien años fuera de ella(Robert Plant, Led Zeppelin)

Pagey toca desde algún otro lugar. Me gusta pensar en ello como... una pequeña porción de cielo(Robert Plant, Led Zeppelin)

Me encontré a mí mismo en la esquina de una calle, sopesando doce años de mi vida con un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos, y no sabiendo hacia dónde ir(Robert Plant, Led Zeppelin)

Bonzo tenía un gusto muy amplio. Cuando no estábamos oyendo a James Brown o a Otis Redding, podía estar escuchando a Joni Mitchell o a Crosby, Stills, Nash & Young. A Bonzo le encantaban las canciones (John Paul Jones, Led Zeppelin)

Aun cuando peor estábamos, éramos superiores a la mayoría. Y en nuestros mejores momentos podríamos haber fregado el suelo con casi todos (John Paul Jones, Led Zeppelin).



BLACK SABATH

Tuve que vacunarme contra la rabia ya que le mordí la cabeza a un murciélago, pero está bien, el murciélago tuvo que vacunarse contra OZZY  (Ozzy Osbourne, Black Sabath)

Entrevistador: “¿Tienes algún problema con el alcohol?”
Ozzy Osbourne: ” Si, no encuentro ningún bar”

No tenía intenciones de unirme a Black Sabbath. Simplemente fui a tomar unos tragos con Tony Y Geezer y al día siguiente me doy cuenta que había aceptado (Ian Gillan, Black Sabbath y Deep Purple)

Dejó la banda por problemas médicos, me ponia enfermo… (Ozzy sobre la salida de Carminne Appice de la banda)

Mientras haya chicos enojados y sin tener una verdadera forma de ventilar toda esa furia, el heavy metal vivirá (Ozzy Osbourne)




KISS


Yo Dios??? No, solo soy su mano derecha (Gene Simmons, Kiss)

Ni volvería a KISS ni me dejaría maquillar, por supuesto (Ace Frehley, ex miembro de Kiss)

Te garantizo que nunca más nos volveremos a poner maquillaje (Paul Stanley de Kiss en 1984)

El día que este grupo se convierta en una maquina de hacer dinero la banda se acaba (Gene Simmons de Kiss en 1992)

Detrás de todo gran hombre... hay una gran mujer, detrás de esa mujer... ¡¡estoy yo!! (Gene Simmons, Kiss)

¡Que importa si el 'New Musical Express' y las revistas de música creyeran que lo que haciamos no era valido!. Ahora que ya gane 1 000 millones que me besen el trasero (Gene Simmons, Kiss)

Hola, soy Gene Simmons, y tú no (Gene Simmons, Kiss)

Lo mejor del rock-n-roll es que te das cuenta de que la parte superior de la montaña es lo suficientemente grande para más de una banda (Paul Stanley , Kiss)

Vivo a cinco minutos de Gene Simmons y desde mi casa puedo ver su ego (Paul Stanley , Kiss)

Una experiencia de concierto de Kiss es como el sexo o cualquier cosa que se hace con más de una persona. Es el toma y saca que hace que sea tan grande. Cuando el público que se necesita para el siguiente nivel, que puede patear a otro nivel (Paul Stanley , Kiss)





AEROSMITH

Hubo una etapa en mi vida que me estaba metiendo una tercera parte de la economía colombiana por mi nariz (Steven Tyler)

El sexo gay no funciona para mí. Probé una vez cuando era más joven y simplemente no me gustó (Steven Tyler)

Sexo, drogas y rock & roll…deja afuera a las drogas y no tendrás más tiempo para las otras dos cosas(Steven Tyler)

Yo nací cuando el Mar Muerto estaba todavía enfermo (Steven Tyler)

Los guitarristas nunca escuchan a los cantantes (Steven Tyler)

Aerosmith es una banda que pertenece a las memorias de mi infancia. Ellos eran los únicos artistas en mi ciudad a los que se les permitía usar maquillaje y ropas estrafalarias, la gente en Indiana es muy conservadora (Axl Rose)
Una vez compartí estadía en rehabilitación en la clinica Betty Ford con el papá de los Kings Of Leon, él era el manager de las giras de sus hijos, y como estaba borracho todo el tiempo lo mandaron a rehabilitación. Fue la mejor compañía (Steven Tyler)

Fue muy difícil para mí ser el único letrista de la banda (Steven Tyler)





DEEP PURPLE


Pasarse el tiempo tocando escalas con rapidez es bastante fácil. Es mucho mas difícil bajar la velocidad y simplemente sostener una nota (Ritchie Blackmore de Deep Purple )

Deep Purple definitivamente pertenece en el Rock and Roll Hall of Fame. Porque tenían grandes canciones, gran musicalidad, tuvieron un impacto, y son una gran influencia en la comunidad de metales pesados ​​en su conjunto (Kirk Hammett, Metallica)

El rock sobrevivirá, pero nunca volverá a ser como en los sesenta y setenta (Scott Morse, Deep Purple)


MARILYN MANSON

Todas las drogas del mundo no nos salvarán de nosotros mismos (Marilyn Manson)

Yo he dicho No a las Drogas, pero ellas no me escuchan (Marilyn Manson)

Cuando todos tus deseos son concedidos, muchos de tus sueños son destruidos(Marilyn Manson)

La música es la forma más fuerte de magia (Marilyn Manson)

El arte da a la gente una razón para estar viva (Marilyn Manson)




jueves, 26 de octubre de 2017

Fats Domino mor als 89 anys: Adéu al somriure del rock' n roll:




Duem una temporada llarga on les desaparicions dels icones del rock proliferen. Aquest cas ha estat la del gran Fats Domino, un dels grans supervivents del rock' n roll pioner que ens va deixar abans d' ahir (24 d' octubre de 2017) als 89 anys. Nascut un 2 de febrer de 1928 com Antoine Domino, i més conegut com a Fats Domino, va començar a tocar el piano i cantar en bars de la seva New Orleans natal als 14 anys, saltant a la fama l' any 1955 amb el tema coescrit per ell i Dave Bartolomew "Ain't That a Shame" i un any més tard amb "Blueberry Hill" de Vincent Rose.
                                  


Aquestes gravacions van suposar un èxit i el van situar a la lliga dels Chuck Berry, Little Richard, Jerry Lee Lewis,... marcant la diferència amb aquells gràcies a les arrels de la música mestissa de la seva ciutat d' origen.

                               
El seu carisma, la seva veu dolça i el seu piano d' estil boogie-woogie han marcat a moltes generacions d' artistes, des del propi Elvis, als Beatles (per Paul Mc Cartney era el seu referent juvenil), als moviments raggea i ska,...
                            


Des del 1980 no va abandonar la seva New Orleans, fent aparicions públicas puntuals i inclús arribant a quedar-se en el seu domicili en plenes inundacions de l' huracà Katrina.

Geni i figura i tot una llegenda que se' ns va en plena vellesa i que deixa un buit impossible d' omplir.



miércoles, 18 de octubre de 2017

DISCOS DE 2017: The National/ Sleep Well Beast:



La llegada de septiembre nos trajo uno de los discos que más esperábamos de este 2017. Y es que pocos grupos del panorama indie actual se pueden comparar con The National. Encadenando buenos discos uno tras otro desde que captaron nuestra atención con el ya lejano "Alligator" (2005), luego arrojaron una joya como "The Boxer" (2007), mejorando lo imposible con "High Violet" (2010) y confirmándose con su último "Trouble Will Find Me" (2013). El listón, nuevamente, se hallaba infranqueable.

Y por enésima ocasión, los de Cincinnati no nos han fallado publicando un séptimo álbum que alarga su sombra y les confirma como una de las grandes bandas de nuestros tiempos.

De nuevo la profunda voz de Matt Berninger reina a lo largo del plástico, a lo que añaden una producción llena de detalles sonoros, con unos climas elegantes, a la vez que cálidos, cuando no inquietantes, tristes o melancólicos.

Es el resultado de una exploración sonora surgida desde la calma y la serenidad que ha dado un sello o una fórmula infalible y por lo que se ve disco tras disco en inagotable. Aunque a decir verdad en las últimas entregas tiran más de los efectos rítmicos de los sintetizadores que de los característicos redobles de batería de Bryan Devendorf.



El disco arranca sosegadamente con los susurros de Matt, un piano solemne y un fondo misterioso ("Nobody Else Will Be There") para agitarnos con guitarras aguerridas y redobles de batería acelerados marca de la cas ("The Day I Die"). Luego encontramos sintes minimalistas ("Walk It Back"), riffs saltarines ("The System Only Dreams In Total Darkness"), profundas baladas ("Born To Beg") o enredaderas sonoras ambientales de un único acorde ("Sleep Wel Beast").

Mi momento favorito lo trae "Dark Side Of The Gym" cuya belleza se halla en la simpleza y en la melancolía.



En "Turtleneck" unas guitarras que firmarían los Franz Ferdinand más salvajes se mezclan con una voz que parece emular el dramatismo de Jarvis Cocker y en "Carin In The Liquor Store" tiran de balada clásica al piano. En "I' ll Still Destroy You" cantan a los poderes nocivos de la automedicación, mientras que "Guilty Party" trata de una ruptura sentimental entre sintes radioheteros y un piano onírico.

Es el resumen de la esperada escucha de un disco que lejos de defraudar logra saciar al más impaciente fan. Como volver a casa.

miércoles, 11 de octubre de 2017

DISCOS DE 2017: Peter Perret/How The West Was Won:






The Only Ones fueron una de las miles bandas que se forjaron con la fiebre del punk en la Inglaterra de finales de los setenta.  Aunque ellos tenían el punto de mira puesto al otro lado del Atlántico, concretamente en la Velvet Underground ( sin ir más lejos, imitaban la manera de cantar displicente de Lou Reed) y en el power pop. Con tres maravillosos discos a sus espaldas lo dejaron demasiado pronto erigiéndose en banda de culto para los más melómanos del lugar.
Su voz y factotum, Peter Perrett , se perdió en los abusos de las drogas apareciendo años más tarde con "Woke Up Sticky" (1996) con una nueva banda llamada curiosamente The One.  Fue un espejismo ya que no fue capaz de darle continuidad y su silencio compositivo ha perdurado con el tiempo, a pesar de los puntuales conciertos que ha dado con The Only Ones en el nuevo milenio.


Hasta que ha alcanzado la edad de jubilarse para publicar el que es su debut en solitario y en el que demuestra un talento musical que se encuentra a años luz de lo común.  Y ello porqué " How The West Was Won" es un disco de pop-rock elegante, maduro, romántico, optimista y auténtico que recuerda mucho a Lou Reed del "Coney Island Baby". Y es que Perret ha destapado el tarro de las esencias con diez impecables composiciones que ha sabido no solo jugar y experimentar si no interpretar a la perfección, cantándolas cálidamente y con una emotividad serena.
Como la que abre el fuego " How The West Was Won" medio recitada entremedios de climas que firmaría el desaparecido autor de "Transformer" y "Berlin".  "An Epic Story" está dedicada a su mujer con quien lleva 48 años a quien reserva una de sus mejores y más risueñas melodías.   
"Troika" también lleva estribillo pegadizo, guitarras hipnotizantes, arreglos preciosos, y una letra que ironiza con el Poliamor.


La oscura "Hard To Say No" suena como si Pete Doherthy interpretara con toda el alma y sin desgarro alguno de los temas de Amy Winehouse.
"Living In My Head" de guitarra tan inquietante como desgarradora  y  de melodramatismo a mitad de camino entre la psicodelia, el post-punk y el glam. Le va a la zaga también aunque de forma más tenue "C Voyeurger" .
Con "Sweet Endeavour" tira de rock clásico con su particular estilo conectando con las bandas indies americanas de los noventa (pienso en "Cracker" o en "Camper Van Bethoven")
"Something In My Brain" con la voz temblorosa de Perrett, nos da una lección magistral a las seis cuerdas. Lo mismo sucede con los riffs de "Take Me Home" que encuentran la épica en una fórmula que nos recuerda a los James más dramáticos.

                                                        

Emocionante y sorprendente disco hecho desde la profunda madurez de un tipo marcado tanto por las drogas como por la leyenda negra de una banda que pudo ser y no acabó. Afortunadamente la historia termina dulcemente con un disco con el que se resarce y fustiga amablemente a todos sus fantasmas. Para  no perdérselo.


lunes, 9 de octubre de 2017

NO FILTER: The Rolling Stones- Estadio Lluís Companys (Barcelona) 27/09/17:




En una Barcelona en plena combustión política, la anunciada vuelta de los Rolling Stones se antojó como una tregua rockanrollera más que como la última oportunidad de ver a los septuagenarios en directo. Tras un vaivén de colas, controles, cacheos y vueltas absurdas al recinto olímpico, causados por la mala organización, los 55.000 asistentes (muchos argentinos, por cierto) llegamos con poca gasolina para colocarnos entre las gradas y una pista desconcertada por la aglomeración, el desorden y la poca cantidad de servicios que habían sido colocados para tales multitudes.

                                         
Fuera de las inclemencias y los daños colaterales, el hecho de celebrar semejantes mitos vivientes aunque sea en un estadio, con entradas a precio de oro y con toda la mercadotecnia del mundo, siempre es un placer. Y lo es porque todo buen amante del rock ha crecido con sus discos, su rebelde actitud y una leyenda oscura sin parangón. Cierto es que la pureza del rock reside mejor en las salas pequeñas, lejos de los trailers que montan escenarios y de la pirotecnia, pero qué caray ¡estos macro-conciertos también son rock!


Con un prematuro "Sympathy For The Devil" arrojado ya de entrada, "Sus Satánicas Majestades" abrieron fuego buscando el "wuu wuu" de los fans, apoyados por una sección de viento, coristas y teclados que potenciaban sus recursos a las mil maravillas. Aunque a decir verdad en ciertas zonas de la pista el sonido falló, algo inaceptable para la organización. Liderados por un Mick Jagger al que parece que sus 74 años no pesan para nada, su energía, figura y actitud te remontan directamente a los conciertos de su banda de hace medio siglo. Pero también por un gran Ron Wood que no sólo se comió con las ruedas de prensa previas si no que hizo un gran papel en el escenario lleno de simpatía, fuerza y destreza a las seis cuerdas. Cabe decir que aunque fallido en algunos de sus riffs y menos dinámico, Keith Richards tuvo su papel de comparsa de Jagger gracias a su infinito carisma gamberro, mientras que Charlie Watts se mostraba frágil y anciano en imagen pero robusto en cuanto al sonido que desplegó su batería.

                                    
Tras la simpatía por el diablo vino "It' s Only Rock n roll" y una "Tumbling Dice" que abrieron paso a dos blues de su último "Blue & Lonesome: "Just Your Fool" de Buddy Johnson y "Ride' em On Down" de Jimmy Reed - con el que han sacado el polvo a sus raíces. Al acabar "Under My Thumb" del fabuloso "Aftermath" (1966) con su ritmo irresistible y con la chulería de Mick a todo trapo. En la gira "No Filter Tour" los Rolling Stones configuran su setlist con sus éxitos más esperados, pero en cada uno de los conciertos introducen alguna canción menos obvia de su extensísimo repertorio. Para la ocasión fue "Rocks Off" del "Exile On Main St." (1972) la elegida, aunque en realidad se escuchó demasiado desordenada y alejada a la memorable original.

                                

Los clásicos siguieron con " You Can’t Always Get What You Want" con un Ron a tope, una "Paint It Black" más celebrada que acertada y la campestre "Honky Tonk Woman" tras la cual Mick nos confesó que había almorzado "butifarra and trinxat". Luego llegó su merecido descanso con la dupla de temas de Richards que comenzó con otra del Exile,"Happy", y la siguió la balada descafeinada que es "Slipping Away". Si bien la voz del guitarrista se conserva bien, parece como si interpretara con el piloto automático en modo on y con algunos desajustes tapados por su banda. 

                     

Tras la vuelta y el cambio de modelito de Mick, la banda apretó el acelerador con la bailonga "Miss You" que fue sin duda una de las que mejor se escucharon de la noche y gran culpa de ello la tuvo la imponente línea del bajo de Darryl Jones , las coloridas pantallas haciendo juegos con las luces de neón hicieron el resto. "Midnight Rambler" siguió el tono, pues no siendo un tema de referencia su mezcla de blues con la psicodelia mostró a una banda a pleno rendimiento: capitaneados por la harmónica de Mick, y secundados por unos desarrollos eléctricos bestiales, unos ritmos frenéticos y, a la fin, un desenfreno llegado de finales de los sesenta. Lo mismo que la combativa "Street Fighting Man" que dio paso a la canción rock de estadio por antonomasia que es "Start Me Up" y a las salvajes "Brown Sugar" y "Jumpin' Jack Flash", las tres no exentas de aquellos riffs que valen toda una vida.

                            
Y sin teatralizar demasiado la retirada previa para los bises, un "Gimme Shelter" que cayó como una tormenta de rock' n roll ante la audiencia, preludio del final soñado con la esperadísima "(I Can Get No) Satisfaction" rubricada con la pirotecnia que daba aviso del final.

Por Alejandro Guimerà