miércoles, 24 de mayo de 2023

ESPECIAL BOB DYLAN: THE BOOTLEG SERIES (Segunda Parte):

 

Qué mejor día que el del 82 cumpleaños de Bob Dylan para seguir repasando sus Bootleg Series. Y es que esta maravilla de entregas discográficas de descartes, directos y tomas alternativas nos hacen disfrutar como nunca con los matices y caminos inescrutables del rockero. 



Vol. 7: No Direction Home: The Soundtrack (2005):



El volumen séptimo de la colección se trata de la banda sonora del documental de Martin Scorsese  - un dylanita como pocos que ya ha editado dos largometrajes sobre el músico - estrenado en los cines en 2005 y posteriormente editado en DVD. El disco doble contiene 28 canciones la mayoría de las cuales gravadas de conciertos, pero también  demos, descartes y originales de estudio que muestran su periodo inicial de 1959 con sus primeros pasos con la acústica, su influencia de Woody Guthry ("The Land Is Your Land", "Song To Woody"), sus éxitos de principios de los 60 ("Blowin' In The Wind", "When The Ships Come IN"...),  hasta su transformación de 1966 y su enfrentamiento con los fanáticos y puristas del folk que no comprendieron que su evolución buscaba precisamente algo que el folk predicaba: la libertad (creativa). Un complemento ideal al visionado de ese maravilloso largometraje testigo de una época y un artista irrepetible.   




Vol. 8: Tell Tale Signs. Rare And Unrealised (1989-2006) (2008):



Una de las décadas más (injustamente) criticadas del bardo es la de los ochenta. Una década que cerraba con un discazo como "Oh Mercy" (1989) que es el punto de partida de este Bootleg hasta el disco "Modern Times" (2006). Un periodo inspirado con grandes trabajos de los que se rescatan sus descartes en este volumen 8 "Tell Tale Signs" formado por dos discos y 27 canciones en los que encontramos versiones de otros artistas, directos y revisiones de gemas como "Dignity". Con una versión Deluxe en la que aparece un tercer disco con 12 canciones más de regalo.   



Vol. 9: The Witmark Demos: 1962-1964 (2010):



Para profundizar en el Dylan más primario tenemos las Witmark Demos reunidas en este Bootleg en el que encontramos grabaciones inéditas realizadas entre 1962 y 1964 por sus dos primeras discográficas Leeds Music y M. Witmark & Sons que eran utilizadas para venderlas a otros artistas. Con solo armónica, voz y guitarra encontramos muchos de los éxitos que lo encumbraron como el príncipe del folk ("Blowin In The Wind", "A Hard Rains- A Gonna Fall", "The Times They' re A Changin'", "Mr. Tambourine Man") en unas versiones distintas a las que luego grabaría en disco y que nos deleitan con el poderío interpretativo de un joven minnesotarra irrepetible.



Vol. 10: Another Self Portrait (1969-1971) (2013):



El álbum "Self Portrait" de 1970 fue un controvertido disco de transición del cantautor quién rebotado por las exigencias discográficas decidió (como siempre ha hecho) hacer lo que le daba la gana en ese momento. De los cortes desechados de esas grabaciones y del disco "New Morning" (obra maestra de su discografía) se conforma este volumen noveno de las Bootleg Series  en las que hay cortes alternativos de las versiones de los discos, canciones tradicionales y muchas canciones inéditas hasta el momento.



Vol. 11: The Basement Tapes Complete (2014):


Las míticas sesiones del sótano en la Pink House de Woodstock con Dylan y The Band dejaron 40 cintas que quedaron en el olvido hasta que en 1975 se publicó el celebrado áñbum "The Basement Tapes", dejando mucho material inédito y en manos de la piratería. Afortunadamente el volumen 11 de las Bootleg "oficializó" dichas grabaciones en distintos formatos, en una edición reducida, una doble (dos discos con 19 piezas cada uno) y una completa con 139 cortes. Lo cual da idea de la locura que supuso ese encuentro musical clandestino de 1967.


lunes, 8 de mayo de 2023

DISCOS DE 2023: RON SEXSMITH- The Vivian Line:

 




La regularidad en publicar nuevo álbum con la que nos tiene mal acostumbrados Ron Sexsmith nunca ha afectado a su calidad. Y es que desde que debutara en 1991 el canadiense nunca ha dejado transcurrir más de tres años entre sus publicaciones, algo poco habitual en nuestros días. Una carrera sólida de un tipo con unas dotes compositivas excepcionales, habiendo recibido elogios del mismísimo Paul Mc Cartney. Claro que la influencia del ex-Beatle es uno de los rasgos que han marcado a este tipo que por desgracia no ha alcanzado cotas de fama y reconocimiento de otros de sus coetáneos menos merecedores de ello.


Así es como el cantautor llega al que es su disco número dieciséis, marcado por el traslado de residencia que hizo en 2018 cuando abandonó la ruidosa metrópolis de Toronto por un tranquilo pueblo de su natal Ontario llamado Stratfort. Alejado del ajetreo de la gran urbe, y entremedio de la pandemia, publicó un relajado y soleado "Hermitage" (2020) , previo paso a madurar una forma de vivir que ha plasmado en este soberbio "The Vivian Line" en el que aparece más inspirado que nunca.

Inspirado en unas letras que surgen desde la perspectiva de estar alejado del mundo e inspirado en unas melodías que rezuman perfección a la vez que sencillez. A diferencia de su anterior entrega, que fue íntegramente grabado en su nueva casa de campo, para el nuevo material Ron se fue a Nashville para ponerse de nuevo en manos de su viejo amigo Brad Jones. Productor, entre otros, de Josh Rouse o Chuck Prophet y músico de acompañamiento de Steve Earle , Mathew Sweet y del propio Sexsmith para el que tocó el bajo en sus discos "Other Songs" (1997), "Whereabouts" (1999) y "Blue Boy" (2001), su trabajo en el estudio se deja notar por la frescura y por los arreglos instrumentales al detalle a base de cuerdas, pianos y ukeleles.

Las baladas "Place Call Love" y "Powder Blue" traen un delicado clasicismo dignas del mismísimo "Paris 1919" de John Cale.  El pop luminoso llega con "What I Had In Mind", "Country Mile" y "Outdated & Antiquated", esta última con una reflexión sobre el pasado y los complejos nuevos tiempos.  Aún más melancólico se muestra en la frágil "Flower Boxes" y en la plana "When Our Love Was New".


"Diamond Wave" es puro Jack Johnson, "Country Mile" recuerda a Andrew Bird, mientras que en "A Barn Conversation" se nos aparece Ray Davies. Como hacen los mejores cantautores Ronald Eldon bebe de los grandes, dando resultados imbatibles como "This, That, The Other Thing".  O la sencillez de la acústica "Even Wonder" que cierra el lote por la puerta grande.

Parece ser que el título "The Vivian Line" viene de un camino cercano a la casa de Ron, un sitio por el que seguramente el músico pasea y se deja llevar en su visión de ver el mundo y su arte, y ahora con estas preciosas canciones ha querido dejarnos que lo acompañemos. De esto se trata la música, de compartir y dejarse acompañar.

Por Àlex Guimerà

Publicado en http://www.elgiradiscos.com/2023/03/ron-sexsmith-vivian-line.html


martes, 2 de mayo de 2023

BRUCE SPRINGSTEEN & THE E STREET BAND- Estadi Olímpico (Barcelona) el 30 de abril de 2023:


El idilio de Bruce Springsteen con Barcelona nació precisamente un mes de abril, aunque tenemos que remontarnos al lejano año 1981 y al (actualmente defenestrado) Palau d' Esports. En esa compleja España post-franquista, y pocos meses después de vivir el fatídico 23 F, el rockero de New Jersey dio una bocanada de aire fresco para una juventud barcelonesa que miraba de lejos la "movida madrileña" a la vez que la contracultura del "rock laietà" daba sus últimos latigazos. Para aquel estreno la E Street Band tocó un repertorio de hasta casi treinta canciones, siendo la primera de múltiples veladas en la capital catalana en las que su entrega, carisma e infalible cancionero han robado el corazón de varias generaciones de barceloneses. Por ello, el "Jefe" y los suyos, conscientes de la efervescencia del público local, en 2003 editaron en DVD su paso por la ciudad de la gira de "The Rising".


Con tales antecedentes, el último episodio del romance con Barna comenzó cuando se anunció que la ciudad protagonizaría el arranque de la parte europea de su gira en dos únicas fechas españolas. Para los días previos, el anuncio de la presencia de los matrimonios Obama y Spilberg, confirmados para la primera fecha del viernes 28 - ese día Michelle y Kate terminarían subiéndose al escenario para cantar "Glory Days" - y el miedo de la noticia del contagio del COVID del roquero septuagenario "decoraron" el escenario. Por si fuera poco, la misma tarde del domingo 30 de abril llegó la tan ansiada lluvia a nuestras calles llevando consigo rumores de cancelación. Afortunadamente todo fue según lo anunciado, el tiempo aguantó y pudimos gozar del segundo lleno del Estadi Olímpic con la enérgica banda, un segundo round del cual fuimos testigos. No antes sin capear, bajo el testigo del arco iris, unas interminables colas, el barro bajo nuestros pies, los preceptivos controles y ese caos que implican estos grandes eventos.

La formación de la Banda de la Calle E estuvo conformada por el inimitable Steve Van Zandt (aka Little Steven, a la guitarra); la inseparable esposa del "Boss", Patti Scialfa (voces); el gran Nils Lifgreen ( guitarra y slide); Gary Tallent (bajo), quien es el miembro más antiguo de la banda junto a su líder; Jake Clemons, el sobrino de Clarence (saxofón); Max Winberg (batería) y el virtuoso Roy Bittan (teclados); a los que se añaden unos impresionantes musicazos de apoyo formados por sección de vientos, coristas, percusionistas y violinista.

                                      

Con una advertida puntualidad británica, la entrada triunfal de la banda a las 21 horas en punto nos mostraba la cantidad de músicos que tendríamos encima del escenario, entre los que distinguimos los atuendos excéntricos de los viejos rockeros que son Little Steven y Nils Lofgreen. Además, la disposición de las pantallas y los potentes equipos de sonido permitieron gozar a lo largo de las casi tres horas del espectáculo con la misma intensidad en cada uno de los rincones del recinto. Es lo que sucedió con el arranque a cargo de la inesperada "My Love Will Not Let You Down", del recopilatorio "Tracks" (1998), que nos emocionó por su frescura y vitalidad. Tras ella, la más esperada "No Surrender" del icónico "Born In The USA" (1985), que viene a ser una declaración de intenciones de los shows. Inmediatamente los "Hola Barcelona" y "Hola Catalunya" nos recordaban el modo en que Bruce ha ido poniéndose al bolsillo a los fans de la ciudad, como cuando subtituló en catalán sus parlamentos o las letras de sus canciones. Canciones que nunca ha dejado de escribir ni presentar, como las pegadizas "Ghosts" y "Letter To You", de su penúltimo disco de 2020, que pudimos gozar a las mil maravillas.

Aunque el grueso del repertorio lo llevaron las canciones más vetustas del rockero, como las sensacionales “Prove It All Night” o “The Promised Land”, del imprescindible "Darkness at the Edge of Town” (1978), o la coreada "Out In The Street", del "The River" (1980), del que sólo nos regaló ésta y una insulsa "Ramrod" en los bises, más protagonistas fueron los discos "Born In The USA" y "Born To Run" (1977) con cinco presencias de cada uno de ellos, aunque también sonó espléndidamente el rockanroll "Johnny 99" del también genial "Nebraska" (1982). Una cascada de temazos clásicos y nuevos que sólo quedó interrumpida con la alargada " Nightshift ", de los Commodores, incluida en el flamante álbum de versiones soul "Only The Strong Survive" (2022) y la versión de Jimmy Cliff "Trapped". En ambas los desarrollos instrumentales de saxos, trompetas, guitarras, coros y toda la artillería pesada dieron el toque soul y funky a mitad del evento para descargar de tanta intensidad sónica y emocional.

Como siempre, el bueno de Bruce, haciendo de maestro de ceremonias, demostró seguir ser un portento de energía: especialmente cuando bajaba las escaleras del escenario para codearse con los fans de las primeras filas, chocarles las manos, recoger regalos y conectar a través de sus canciones. También las bromas y muecas que hizo junto a Van Zandt a las cámaras, o su tímido striptease, cuando no se hartó de regar de abrazos, complicidades y reconocimientos al resto de sus músicos. Todo ello a la vez que atacaba legendarios himnos de la talla del "Beacause The Night", que hizo a su colega Patti Smith, coreaba "Let It Rain Let It Rain" en "Mary' s Place", nos arrojaba la épica de "Wrecking Ball" o recordaba en solitario y a la acústica sus primeros años en la música con "Last Man Standing". Memorables resultaron el homenaje esperanzador a los trágicos sucesos del 11 de septiembre, "The Rising", la apabullante "Badlands" con ese piano que siempre suena eterno y una emotiva "Thunder Road" que puso el punto y aparte antes de los bises.

En el tiempo añadido llegaron cuatro infalibles píldoras del "Born In The USA" como son la que titula el álbum, con toda su potencia y carisma, la legendaria "Glory Days", la bailonga "Dancing In The Dark", con su teclado ochentero, y la fabulosa "Bobby Jean". Por si fuera poco una de las más esperadas "Born To Run", con toda la carga emocional que lleva encima, y los ritmos de “Tenth Avenue Freeze-Out" nos acercaron a un final en el que se despidió la banda con un abrazo final simbólico con el sobrino de Clarence (¿una metáfora del adiós a la E Street Band?). Y la clausura tras el ruido, la intimidad del cantautor de New Jersey acompañado de su guitarra para deleitarnos con una versión lacrimosa de la nueva "I' ll See You In My Dreams".

Mucho se ha hablado estos días de los dos conciertos de la E Street Band en nuestra ciudad, mientras unos tiraban de hipérbole y encantador fanatismo otros han atacado la exageración y la previsibilidad de los grandes escenarios y de las giras lucrativas. Aunque si tenemos que mojarnos, tras ver la calidad de la banda de apoyo, los detalles escénicos tan cuidados, la buena forma de estas leyendas de 70 años, la formidable sonoridad, la conexión con la audiencia y ese repertorio imbatible, podemos concluir que el concierto fue memorable. Sobre todo porque a muchos logró emocionarnos de verdad. Ese es el poder de la música.

Por Àlex Guimerà