lunes, 25 de septiembre de 2017

DISCOS DE 2017: Steve Earle/ So You Wannabe An Outlaw:




Steve Earle es ya toda una institución americana.  Su fidelidad al country-folk rock  y a las texturas añejas de raíz enlazan con su compromiso con su país, con las causas que defiende y con su leyenda personal que aúna múltiples matrimonios, la superación  de su adicción a la heroína y sus problemas con la ley. Afortunadamente en 2017 le tenemos lozano con 61 años publicando disco casi cada año, y con una anterior referencia en "Colvin & Earle", un disco a cuatro manos (o mejor dicho a dos voces) junto con su vieja amiga y colaboradora Shawn Colvin que  sonaba a las mil maravillas.
Sin apenas descanso ahora nos regala doce nuevas canciones de este " So You Wannabe An Outlaw" grabado junto a su banda de acompañamiento The Dukes, con el que  Earle decide hacer su particular homenaje al movimiento musical "Outlaw Country" y en concreto a dos de sus arquitectos: el gran Willie Nelson y Waylon Jennings (si si, el cantautor que cedió su puesto a Big Bopper en el fatídico avión en el que murieron Ritchie Valens y Buddy Holly) . Nuevo reconocimiento a sus mayores tal y como hizo con "Townes" (2009) que dedicara al inmenso Townes Van Zandt.

                                       

Ya la frase que abre el nuevo vinilo "So you wanna be an outlaw, better take it from me" es toda una declaración de intenciones de Steve, pues el álbum transita por sus experiencias vividas en los contornos de la sociedad y en como desde la madurez pueden servir como aprendizaje a las nuevas generaciones.
En el plano musical, el disco número 16 en solitario del de Texas, viene cargado de mucho country ya  con forma de medio-tiempos  como la inicial y "Looking For A Woman" que evoca los mejores momentos de quien fuera actor en la serie de culto "The Wire";  pero también  con baladas  country de corte clásico como "A Girl From The Mountain" o " You Broke My Heart", esta última la podría haber firmado el autor de "On The Road Again" (W.N.).

                                        
Los momentos más enérgicos llegan con "The Firebreak Line" y "If Mama Coulda See Me", mientras que la pincelada folk estilo John Denver la trae "News From Colorado",  el blues salvaje hace presencia con " I’m Fixing To Die" y el pop "Sunset Highway".
El espacio para las colaboraciones lo encontramos con la balada country-pop de desamor "This Is How It Ends" al estilo Don Williams cantada a dúo con Miranda Lambert y con "Walking In L.A." junto al cantante Johnny Bush.

                                          

Para el final tenemos "Goodbye Michelangelo", una tierna despedida al  recientemente fallecido cantautor Guy Clark, en palabras de Steve, uno de sus maestros.
Que a nadie se le pase el hecho que el disco se ha publicado también en una imprescindible edición Deluxe que incluye cuatro bonus tracks a modo de homenaje a sus "forajidos" que son las versiones de "Ain' t No Good In Mexico" y "Are You Sure Hank Done it This Way" de Waylon Jennings , y  "Sisters Comming Home/ Down At The Corner Beer Joint"  y "Local Memory" de Willie Nelson  .


Por Àlex Guimerà

lunes, 18 de septiembre de 2017

Start! Paul Weller en la Sala Razzmatazz (14/09/17):


 

Siempre es un placer reencontrarse con un tipo como Paul Weller. Quizás con el lamento de no poderle escuchar exprimir su imponente legado con The Jam, pero siendo conscientes de su capacidad para ofrecernos un atractivo show lleno de grandes canciones (que nunca ha dejado de hacer) y de demostrar su imponente figura.


Tras su paso en la edición del Festival del Jardins de Pedralbes de 2015 y del  lejano concierto de 2008 en el Espacio Movistar, el regreso a Barcelona prometía, pues llegaba cargado con las nuevas canciones de su recién estrenado  "A Kind Revolution"  (2017), un disco en el que aúna lo mejor de la música negra con unas texturas que miran hacia el futuro del rock.
Con ello, una sala Razzmatazz llena de un público que incluía su legión de fans británicos, fue testigo de la confirmación de la leyenda de este tipo que demostró que se encuentra en plena forma. Rodeado por cuatro jóvenes músicos (percusionista, batería, teclista y bajista) más su inseparable guitarrista Steve Cradock (si si, el de Ocean Colour Scene), el de Surrey se despegó en un concierto  fresco y potente en que sus casi 60 años pasaron inadvertidos por su pletórico estado físico y por la lozanía de sus acompañantes.

                     

Y como era de esperar, mucho protagonismo de sus dos últimos trabajos de estudio. Del modernista " Saturns Pattern" (2015), sonó un tempranero "White sky" que firmarían los mismísimos Jack White y Black Keys,   la caótica "Long time", "Going My Way" con Paul al piano y "I’m Where I Should Be" con los sintes a todo gas. De lo nuevo, el pop art de "Nova", la funkie "She Moves With The Fayre" o la coreada "Wo Sé Mama" con el desmadre a la pista. Muy bien recibidas fueron también las bailongas "My Ever Changing Moods" presentada como "ahora toca una canción antigua", y "Shout To The Top", ambas de su etapa con los Style Council. De su cancionero en solitario sonaron exitazos como "The Weaver", "Friday Street", "Peacock Suit", "The Changing Man", "Broken Stones" o "Out Of The Sinking" con los que The Mod Father inspiró a la generación del Brit Pop en los noventa. También aparecieron las emotivas baladas "Above The Clouds" y "Do You Something To Me", esta última al piano.


Pero más allá del repertorio, la interpretación vocal impecable, la energía de la banda y la pasión de su líder, las tormentas eléctricas, los duelos titánicos a la guitarra con Cradock o las lujúrias rítmicas fluyeron en las más de dos horas de concierto y las casi 30 piezas que nos regaló. Incluyendo dos salidas y vueltas para los bises en que escuchamos las guitarras punk de "From The Floorboards Up" y "Come On/ Let' s Go" (¿Teenage Kicks de los Undertones?), y sobre todo dos temas de los Jam: "Start!" con su línea rítmica robada del Taxman de los Beatles y el memorable hit de corte  Motown  que es  "Town Call Malice" con el que la locura se apoderó de la sala. 
Era la rúbrica al generoso espectáculo de este veterano en estado de gracia que no se conforma en mirar al pasado y que logra mantener la llama del rock británico como pocos.


Por Àlex Guimerà 

jueves, 14 de septiembre de 2017

Band Of Horses en la Sala Apolo (8/9/17):



Mucha expectación había para el regreso de los Band Of Horses a nuestro país. Primero por su paso por el DCode como cabeza de cartel, pero sobre todo por su vuelta a salas de conciertos en Barcelona. Y es que parece que determinadas bandas han renunciado a dicho formato optando sistemáticamente por los festivales y sus grandes masas, privando al verdadero fan de muchas de sus esencias.

                      


Y precisamente esa fue la impresión que nos llevamos los asistentes a su directo del pasado viernes 8 de septiembre en la Sala Apolo. Con el mallorquín L.A. como telonero repasando fugazmente algunos de sus nuevas canciones del "King Of Beast"(2017), los de Seattle arrancaron poco después de las nueve con su renovada formación (con dos nuevos miembros) y con Ben Bridwell y Ryan Monroe como capitanes de a bordo. Si bien los comienzos no estuvieron acertados en cuanto al control del sonido y por la pieza menor que es "Dull Times /The Moon" de su último álbum "Why Are You Ok"(2016), vimos que la cosa iría a mejor cuando interpretaron la gloriosa "Can' t Hardly Wait" de los Replacements. Luego otra de lo último, "Hag", dio paso a uno de los momentos cumbre del concierto con "Throw My Mess" y "St. Augustine", con las que demostraron sus capacidades melódicas, juegos de voces y alma country. Y es que si el sonido de los BOH se basa en su particular fusión de indie guitarrero con el country-rock de raíces, uno no puede sino valorar su talento cuando se ponen más acústicos y clásicos. Aunque a decir verdad, con la nueva formación en su directo primó más el músculo y la electricidad, que a la fin es lo que les reclaman la mayoría de sus fans. 

                              

En cualquier caso, lo que fue indudable fue la química de los cinco músicos perfectamente engrasados y enérgicos no faltos de carisma. A destacar el frontman Ben Bridwell que parece que le va la vida en cada verso que canta cuando no está poniéndose o quitándose su gorra de camionero; o Ryan Monroe con su físico "anti-rockstar" y su virtuosismo en las segundas voces, en los solos de teclado o en la slide guitar. Así fue como los caballos trotaron con sus esperados clásicos como son la balada "No One' s Gonna Love You" (un poco en piloto automático), la potente "NW Apt.", la rítmica "The General Specific", con Ben aporreando la pandereta, o la intensa "The Great Salt Lake", junto con piezas de nueva cuña como su nuevo hit "Casual Party", la coreada "Solemn Oath" y un "In A Drawer" que echó de menos la voz de J. Mascis de la original. Y otra dupla para la posteridad: "Marry Song" que sonó íntima, sentida y deliciosa a las dos voces, y "Older", emotiva y rupestre como nunca. 

                       

Para el cierre la fabulosa "Laredo", quizás su mayor logro y la que mejor les define, antes de los dos bises en los que las guitarras indie tomaron las riendas con "It' s There A Ghost" y "The Funeral" para galopar con un público lleno de satisfacción. Sin duda alguna, un potente final a un concierto de pura raza.

Por Alejandro Guimerà


                            

viernes, 8 de septiembre de 2017

FOO FIGHTERS VS. WEEZER: Big Me:





En 1994 Dave Grohl se había quedado sin banda tras el fatal destino de Kurt Cobain. Nirvana habían desparecido de la faz de la tierra pero su batería ideó un nuevo proyecto en el que él pasaría a ser solista y guitarra, habían nacido los Foo Fighters. Con su homónimo disco de debut grabado ese mismo año pero publicado un año después los FF vendieron mas de un millón de copias y se alzaron en los primeros puestos de las listas. Su sonido se alejaba del grunge y buscaba mas sonidos de indie rock clásico y power pop. De este modo surgió su exitoso cuarto single (publicado en 1996), este “Big Me“, acompañado de un simpático videoclip que se reía de los anuncios de los caramelos “Mentos”. La canción rápidamente se convirtió en un éxito de la banda gracias a su pegadiza melodía, y en los directos el público comenzó a lanzarles Mentos cada vez que sonaba, siendo tan abundantes los lanzamientos que los FF al final decidieron optar por dejarla de tocar .




Todo cambió cuando los de Grohl hicieron una gira conjunta con los emergentes Weezer (se encontraban presentando el  exitoso"Blue Album"), quienes hicieron una versión en directo del hit. Un tema que les sentaba como anillo al dedo a los genios del power pop por su estribillo melódico y por su sentido desenfadado y juguetón.


Años después, ambas bandas ya se encuentran consolidadas y "Big Me" nunca falla del setlist de los Foo Fighters en sus directos.

sábado, 2 de septiembre de 2017

DISCOS DE 2017: Happyness/Write In:


Happyness son un trío surgido del South London formado por los multi-instrumentistas cantantes y compositores Benji Compston y Jonny (también conocido como John EE) Allan y Ash Cooper (batería). Debutaron en 2013 con el EP homónimo y el single  "It' s On To You" que fueron un éxito en los circuitos independientes y con los que llamaron la atención de bandas como The Dandy Warhols o Suede quienes se los llevaron de gira como teloneros . Luego llegó su primer larga duración "Weird Little Birthday" (2014), disco que reeditaron un año más tarde  bajo la producción de Adam Lasus ( Yo la Tengo, Clap Your Hands Say Yeah!) incluyendo sus primeros temas como bonus track.

                                  
Ahora, tras un tiempo de maduración publican este "Write In" repitiendo con Lasus, álbum con el que esperan dar el salto definitivo hacia la fama. Sus argumentos un pop-rock  melódico que recupera muchos argumentos del indie rock americano de los noventa pero ahora también del Sunshine Pop de los sesenta. De hecho, de su anterior material se nota cierta evolución ya que van introduciendo pianos que ocupan espacios que antes llenaban las guitarras distorsionadas, que aún así, mantienen su protagonismo. Si bien el primer nombres que viene a la mente al escucharlos es el de Yo La Tengo, se trata de un disco aconsejable para los fans de bandas a la onda de los Real State y para aquellos que fliparon con el segundo disco de Ultimate Painting (Green Lines, 2016).


                                

Abriendo fuego con el single de adelanto, la cabal "Falling Down", demuestran que a veces la simpleza de una guitarra rítmica puede ser suficiente para edificar una pieza memorable.  En "The Reel Starts Again" entremezclan los universos más íntimos de John Lennon y de Yo La Tengo  . En "Anytime" las guitarras desgarradas nos llevan hacia territorios crepusculares, mientras que "Bigger Glass Less Full" y "Anna, Lisa Calls" miran hacia la cara popera de Pavement y de, como no, Yo La Tengo.  Las mismas referencias debería tener "Uptrend/Style Raids" aunque sus guitarras oníricas traen a la mente a los mencionados Ultimate Painting.

                               

Las guitarras se vuelven más acústicas en "Victor' s Lazarro' s Heart" mientras que su tono es parecido al de la última versión de los Teenage Fanclub (Here, 2016).  "Thought Windows" es una íntima pieza sixties que juega con el Dream Pop y la psicodelia más naif, mientras que el punto y final del disco "Tunnel Vision On Your Part" nos mete de lleno en  ambientes cargados de pulida melancolía (¿Galaxie 500?).
Por cierto, muy recomendable el single  de esta última que incluye buenas caras B como la particular versión de "Surfer Girl" de los Beach Boys  (otra similitud con la banda de Ira Kaplan).
Un disco muy bien rematado de este joven combo del que debería de hablarse mucho en estos tiempos ávidos de la lozanía de los 90.

Àlex Guimerà