martes, 9 de octubre de 2018

The Fratellis, grandes temas tras el one-hit wonder:





The Fratellis es una de esas bandas a reivindicar. Oriundos de Glasgow tuvieron la gracia de elegir el nombre de la película "Los Goonies" con el que también apellidan a sus miembros Jon (guitarra y voz principal),  Barry (bajo) y Mince (batería) a modo Ramones. Comenzaron su andadura con un new punk-pop en el disco de portada naif "Costello Music" (2006) junto con la movida marcada por gente como Arctic Monkeys, Libertines o Kaiser Chiefs  convirtiéndose en grupo Hype de mediados de década pasada con ventas de más de  millón y medio de su disco debut y proclamas de "Mejor Banda del Reino Unido". 


Fueron muchas noches de borrachera las que acabaron tarareando los coros de su gran hit "Chelsea Dagger" a lo hooligan -"laralá laralá laralá-,  cuando detrás del reconocido éxito se escondían  piezas vibrantes como "Henrieta" o  emocionantes como la dulce "Whistle  For The Choir" que demostraba unas buenas dotes melódicas del combo.

                          

Luego como muchas bandas del momento cayeron en un semi olvido a pesar de su notable continuación "Here We Stand" (2008), con la que les llovieron injustas críticas. Era un segundo y coherente disco con el que reafirmarse, basado en su particular alegría sonora que de nuevo mezclaba  rock, punk, glam y garage pero que también coqueteaba con el Brit Pop de la década anterior, arrojando para la ocasión gemas como "Look Out Sunshine!" o "My Friend John".

                        

Tras un silencio discográfico de cinco años - con parón de la banda inclusive propiciada por la presión padecida-  volvieron a por todas con un excelente álbum titulado " We Need Medicine" de coloreada portada  Pop Art. Dentro un sonido rock ochentero de corte clásico y unos estribillos más infalibles que nunca.  Era un disco con el que la banda parecía haber encontrado su verdadera fórmula a base de melodías y  ritmos irresistibles, aunque el formidable álbum no tuvo las ventas merecidas, quedando relegado a  sus más fieles seguidores que nunca les han abandonado y que quedaron prendados con "Seven Nights Seven Days", "Rock n Roll Will Break Your Heart", "Jeannie Nitro" y compañía.  





El elepé "Eyes Wide, Tongue Tide" apareció a los tres años confirmando el  buen rumbo del trío rock que aún bajando algo el listón lograba publicar otro buen álbum de rock con buenas piezas como  "Impostors (Little By Little)", "Baby Don' t You Lie To Me!" o "Desperate Guy".

                     

Así han llegado a 2018, en el que nos han regalado el que es su quinto álbum de estudio "In Your Own Sweet Time" con once nuevos cortes producidos por  Tony Hoffer (OK Go, Belle & Sebastian) y editados por Cooking Vynil con el que parecen haber perdido algo el norte por culpa de una producción algo caótica y forzada pero sobre todo por el viraje hacia la música de baile metiendo sintes, ritmos sampleados y echando a faltar su habitual frescura rockera. No obstante, cuando se alejan de sus nuevas fórmulas siguen arrojando temazos como "Starcrossed Losers" o "Laughing Gas". 




Son los  Barry Wallace, John Lawler y Gordon McRory, unos carismáticos escoceses que supieron ir más allá del one-hit-wonder de "Chelsea Dagger" labrándose una carrera plagada de grandes e intensos conciertos, la mayoría en el Reino Unido y siendo valor seguro de festivales. Aunque, hay que decirlo, nunca han pisado los escenarios barceloneses.


                 

Por Àlex Guimerà

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