miércoles, 20 de febrero de 2019

ECHO AND THE BUNYMEN- 14/2/19 Sala Razzmatazz (Room Festival):



                     

La segunda parada en nuestras tierras de Echo & The Bunymen, tras el concierto en San Sebastián (12 de febrero en  el  Teatro Victoria)  y antes del de Madrid (15 de febrero en La Riviera), tuvo lugar el pasado día 14 en la Sala 1 de Razzmatazz. Presentando su nuevo álbum "The Stars, The Ocean & The Moon"(18)  con el que han retocado sin gran fortuna trece de sus grandes éxitos, el viaje por sus clásicos venía garantizado. Y es que los de Liverpool tienen en sus cinco álbumes de estudio de los 80 - "Cocodriles", "Heaven Up Here", "Porcupine", "Ocean Rain" y su homónimo - sus mejores credenciales, con su particular y oscuro post-punk y pop de pegada.





Supervivientes de aquella época únicamente aguantan el carismático vocalista Ian McCulloh - con ese estilo ante el micro que luego heredarían otro Ian (Brown) y Liam (Gallagher)-  y el habilidoso guitarrista Will Sergeant fundador y compositor de muchos de los éxitos de los Bunymmen. La formación al directo la completan unos solventes músicos como son el guitarrista acústico Kelley Stoltz, el bajista Stephen Brannan, el teclista Jez Wing  y  Nick Kilroe a las baquetas.
Así, el sexteto abordó un repertorio cuya primera (y grata) sorpresa fue que no sonaba a la reciente revisión del disco del año pasado sino buscando el sonido original. La pega, quizás, estuvo en que con los problemas vocales de Ian, a quien le cuesta abordar los tempos bajos pero que suena poderoso en los altos, el control del sonido y la instrumentación en demasiadas ocasiones pusieron en el centro de las canciones la irregular voz en detrimento de la música, mientras que cuando hicieron lo contrario la cosa funcionó.

                        

Pero lo que no hay duda es que nadie salió del breve concierto (apenas hora y media) sin gozar de lo mejor de un cancionero que tuvo en su tercer corte "Rescue" la primera de las ovaciones, luego llegarían también los gritos de "Over The Wall", la deliciosa e hipnótica "Seven Seas", el himno "Bring On The Dancing Horses", la aclamadísima y exigida "The Killing Moon" y  el brutal cierre "The Cutter" con todo el desarrollo final épico a toda castaña para nuestro deleite. Pero entre medio también hubo versiones de sus admirados Doors (blueseros con "Roadhouse Blues" metida en "Villiers Terrance") y de Lou Reed (malotes en "Walk On The Wild Side" tras "Nothing Lasts Forever"), bromas de Ian hacia Barcelona como cuando cantó "Take a Barcelona on The Mersey Side" en clara referencia al río y sonido liverpooliano, o sus parlamentos en un castellano aunque esforzado inteligible.  


Para los bises, la esperada "Lips Like Sugar" coreada al unísono por la audiencia y una sentida "The Ocean" que hizo enmudecer la algarabía. Tras la salida un segundo bis que puso el broche de oro al directo a toda caña con "Do It Clean" que para ser post-punk sonó muy punkarra. Fueron los mejores momentos de un directo que con matices estuvo genial de esta banda puro sello british que marcó época en los ya lejanos ochenta.

Por Àlex Guimerà



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