domingo, 4 de noviembre de 2018

GRANDES DISCOS: Live At The Regal (1965) por B. B. KING:


El sufrimiento siempre ha formado parte del ADN de la raza negra. Las injusticias sociales, la esclavitud y el trato degradante al que ha estado constantemente sometida por la mezquindad humana han convertido su lucha y supervivencia en un verdadero ejemplo e inspiración para todos. Desde ese dolor es desde donde surgió la música que dio origen al rock' n roll. Especialmente en los estados del sur de los EEUU bien entrados en el siglo XX, cuando a partir de una estructura de doce compases, emergió el blues que luego se afincaría hacia el norte en ciudades como Chicago. Y por el camino desfilaron leyendas como Robert Johnson (quien supuestamente vendiera su alma al diablo), Muddy Waters, Howlin' Wolf o nuestro protagonista, B. B. King.

                                  


Nacido bajo el nombre de Riley B. King en el seno de una familia dedicada a la plantación de algodón en Mississipi, su infancia estuvo marcada por la pobreza, la separación de sus padres y la pronta muerte de su madre cuando él tenía apenas 9 años. Aunque siempre fue su abuela Eleonora quién lo crió y quién lo metió en la iglesia baptista St. John Gospel de la que formó parte del coro. Luego a los 12 años aprendió los primeros acordes de guitarra y a los 14 se compró su primera guitarra por 15 dólares. Por entonces él ya trabajaba en la plantación de algodón.

Mostrando una espectacular facilidad para el aprendizaje de las seis cuerdas, su tío segundo el bluesman Bukka White le enseñó la que por muchos era considerada la "música del demonio" y ya el camino para él no tuvo retorno.
                                               


Desde formar parte del grupo Famous St. John's Quartet, a viajar hacia Memphis para ser DJ de un programa de la radio de Sonny Boy Williamson II, donde comenzaron a apodarle "The Blues Boy" (de aquí lo de B.B.), o cuando tenía que ir en bicicleta 150 km para ensayar. Y que decir cuando en una actuación suya en Arkansas dos hombres se pelearon por una mujer llamada Lucille y acabaron por prender fuego en el local quemándose su guitarra, hecho por el cual comenzó a llamar con ese nombre a todas sus guitarras.

                                                


En 1947 llegaron sus primeras grabaciones a cargo de Sam Philips antes de que este fundara la legendaria Sun Records, unos singles que fue metiendo por la radio lo que hizo crecer su popularidad hasta que lo llamaron para grabar para la discográfica Modern Records de Los Angeles (de los hermanos Bihari), con quienes logró el número uno de las listas de rythm' n blues con el single "Three o'clock Blues" en el que Ike Turner tocaba el piano.

                                              

En unos años cincuenta en los que prácticamente no bajó del escenario, poco a poco su caché fue creciendo en el circuito de los clubs de música negra, a la vez que alcanzaba los primeros puestos en las listas, lo que hizo que la famosa discográfica "blanca" ABC lo fichara para sacar varios discos con los que alcanzó el verdadero éxito.

                                      

Responsable de ello fue en especial este "Live At The Regal" que mostraba todas las esencias de su implacable directo. Un directo que tuvo lugar en 21 de noviembre en el Regal Theatre de la capital del Blues Chicago y que contó con sus, por entonces habituales, músicos Leo Lauchie al bajo, Sonny Freeman a la batería, Duke Jethro al piano y los saxofonistas Bobby Forte y Johnny Board.  


Presentado por E. Rodney Jones y Pervis Spann, el directo muestra al mejor y más pletórico B.B. : perfecto técnicamente a la guitarra y fornido vocalmente, en un momento en el que las cuerdas vocales le permitían hacer distintos registros y falsetes. La capacidad de connectar con el público es algo que ha conservado con los años y que ha sido santo y seña de su carrera, algo que se percibe en los surcos del álbum, en los que cada vez que el bluesman canta el público contesta de forma activa y pasional.

                          

Lo del set list, son también palabras mayores, pues con "Live At The Regal" Riley se sumerge en temas que luego serían habituales de sus directos en su larga trayectoria, destacando sus propias composiciones como  "Sweet Litle Angel" o "How Blue Can You Get?". Aunque el arranque perfecto llega de la mano de Memphis Slim, con la versión de la irresistible "Everyday I Have the Blues" que es toda una declaración de intenciones. Luego los lamentos de  "It’s Only My Fault" de John Lee Hooker o"Worry, Worry" marca el pico más alto del directo, cuando King se pierde en una improvisación letal de guitarra. Es la explosión del Blues como forma de expresión artística, con pasajes jazzísticos o rockerizados, King nos regala (nunca mejor dicho) su alma a través de sus dedos y su garganta en comunión con unos asistentes a los que mataríamos por ocupar su lugar.





Con éste álbum B.B. salió definitivamente del circuito de clubes para negros y apareció al lado de discos de pop, folk y rock, iniciando una serie de giras por todo el mundo que tuvieron incluso parada en el Festival de Jazz de Montreux y de Newport Folk en 1968 cosechando sendos éxitos. También llegarían el reconocimiento de sus discípulos del blues Rolling Stones y Eric Clapton, para acabar siendo quizás la mayor institución y leyenda del Blues de todo el mundo, con inclusión en el salón de la fama del Rock' n Roll, premios en los Grammys, un reconocimiento unánime de público y crítica y la fundación de una sala de conciertos en Manhattan que aún sin su presencia se encarga de preservar el alma del blues en la Gran Manzana.



Everyday I Have The Blues:

Everyday, Everyday, I have the blues
Ooooh, Everyday, Everyday, I have the blues
When you see me worryin' baby
Because it's you I hate to lose

Well nobody loves me, nobody seems to care
Oh nobody loves me, nobody seems to care
Well those worries and trouble darling
Babe you know I had my share

Everyday
Everyday
Everyday
Everyday
Everyday
Everyday, I have the blues
When you see me worryin' baby
Because it's you I hate to lose

Oh nobody loves me, nobody seems to care
Oh nobody loves me, nobody seems to care
Well those worries and trouble darling
Babe you know I had my share


PD: en 2005 el disco fue elegido por el Registro Nacional de Grabaciones de Estados Unidos para que sea permanentemente conservado en la biblioteca del Congreso del país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario