lunes, 14 de enero de 2013

GRANDES DISCOS: Crooked Rain, Crooked Rain (1994) por PAVEMENT:

 


La disociación arte y popularidad es constante no solo en la pintura o en la literatura si no también en el mundo de este arte al que conocemos como rock. Creatividad, talento e innovación no han ido necesariamente asociados a las ventas astronómicas de discos, los grandes taquillazos ni al reconocimiento masivo de los medios de comunicación. Es mas, la mediocridad muy a menudo ha impostado el talento del mismo modo que gente cuyo ingenio ha supuesto avances e influencias para el futuro desarrollo de la evolución musical han sido ignorados por la industria y por sus canales Mainstream . Uno de los más recientes ejemplos lo encontramos en Pavement, una formación norteamericana de indie rock a la que muchos han calificado como “la banda de los noventa”. Y razones no les falta.

Formados tras la senda marcada por bandas de rock independiente “Made in USA” de los ochenta como REM, Sonic Youth, Husker Dü o Dinosaur Jr. precisamente llenaron el vacío dejado por estos en una década de los noventa en la que estos cayeron hacia un éxito masivo (hablo especialmente de la banda de Michael Stipe) o hacia su disolución u olvido. Pioneros del movimiento Low-Fi cuya máxima premisa era recuperar para el rock la autenticidad de su sonido mas directo y crudo utilizando medios tecnológicos simples en las grabaciones; con su primer álbum “Slanted and Enchanted” de 1992 lograron captar esa aura amateur pretendida a lo que añadieron unas letras ingeniosas a la vez que incisivas.
                               

Pero fue dos años mas tarde cuando alcanzaron su cenit creativo de la mano de este monumental "Crooked Rain, Crooked Rain". Un segundo trabajo en dónde el conjunto cambió su composición ya que una de sus almas Gary Young tuvo que ser expulsado por sus incipientes problemas con las drogas y el alcohol y por su comportamiento conflictivo e imprevisible durante las giras. Al parecer, el ex-hippie y batería se levantaba a media actuación para dar vueltas entre el público, si es que no se había quedado colapsado y dormido encima de los bombos, sin contar con las veces que se plantaba en la puerta de la sala para regalar a sus fans ensaladas o puré de patata.

Por ello y para completar la banda llegaron unos tipos normales llamados Bob Nastanovich, Mark Ibold y Steve West que se añadieron a Steven Malkmuss (guitarra, voz e imagen de Pavement) y Scott Kannberg para irse a gravar a Londres bajo las órdenes de Joe Boyd, antiguo productor de ilustres como Nick Drake o Fairport Convention, con quien no faltaron las tensiones.

En el plano musical, relajaron su estilo de tocar y fueron menos Low-Fi que en su debut aunque se mantuvieron fieles a su fórmula original. Y es allí donde precisamente recae su grandeza: en cómo supieron hilvanar a través de atractivas melodías pop todo el ruido, el caos sónico y las estructuras disonantes aprendidas de las bandas de los ochenta.

                                     

En "Crooked Rain, Crooked Rain", además, vemos un eclecticismo que caracterizará al conjunto a base de sus múltiples influencias: desde la siempre referenciada Velvet Underground - especial atención a las similitudes en el canto de Malkmus con Reed - a los mancunianos The Fall, pasando por Dinosaur Jr. o The Kinks. Pero especialmente la fusión distorsión y melodía herencia de los Sonic Youth y la adopción de las alternancias altos-bajos de inevitable recuerdo a la banda de Frank Black (Pixies).
Así, “Silence Kid" - en edición original por error de impresión se titulaba "Silence Kit"- llama la atención por su imprevisible aunque coherente cambio de ritmo. De "Stop Breathin'" destaco los acordes hipnóticos de su magistral guitarra final, de "5-4=Unity" su inspiración en el jazz, de "Newark Wilder" su delicado y frágil desorden.



Luego vienen "Unfair" y "Gold Soundz", piezas centrales de la obra. La una invade por su ritmo desgarrador y bien hubiera podido sido compuesta por el mismísimo Kurt Cobain, la otra es mas pop y está conducida por una sublime guitarra rítmica.

Y qué decir de "Cut Your Hair", uno (sino el mayor) de los emblemas de la formación que incluso tonteó con el éxito. Se trata de una crítica mordaz contra aquellas bandas de rock que cuidan demasiado su estética en lugar de preocuparse por su arte. Otra a destacar es "Range Life" , un fabuloso medio tiempo con alma naif y cuerpo minimalista. Es la perfecta antesala del camino que tanto y tan bien luego explorarían bandas del Alt-Country capitaneadas por Jeff Tweddy y sus geniales Wilco. En su letra, además, se incluyen referencias despectivas a Smashing Pumpkins y a Stone Temple Pilots que no sentaron demasiado bien a los afectados.

En cambio "Heaven Is a Truck" se convirtió en una de las favoritas de sus fans a pesar que Malkmuss la metió en las sesiones de remasterización a escondidas y en contra de la voluntad de sus compañeros. La siguen "Hit the Plane Down" caótica pero manteniendo cierta coerencia, quizás por virtud de su contundente línea de bajo; y "Fillmore Jive", especial homenaje a los mods ingleses de los sesenta, cuya épica cierra magistralmente un álbum lleno de matices para explorar.


Curioso que teniendo muchos elementos de grandeza pasaron a ser considerados como extraños y como banda de culto para una minoría, cuando bien tenían talento suficiente para poder arrollar el mercado y encumbrarse hacia el estrellato. El problema quizás se encontraba en su imagen de tipos corrientes: ni consumían cocaína, ni estaban atormentados, y menos aún cuidaban su estética. Se trataba simplemente de varios jóvenes que se divertían haciendo música y experimentando con ella.
 
Encima en nuestro país pasaron prácticamente desapercibidos ya que apenas lograron entrar en los circuitos de la música independiente de los noventa cuya hegemonía recayó en los prolíferos y abundantes grupos británicos y sus a menudo fáciles y seductoras artimañas que lograron el interés masivo de los alternativos sin dejar grandes aportaciones para el futuro del rock, con contadas (pero notables) excepciones. Aunque es fácil decirlo a tiro pasado el tiempo y la distancia hacen que los discos se revaloricen en su justa medida, a la vez que nos ayudan a comprender el alcance y el sentido de la frase de “mas vale caer en gracia que ser gracioso”. Y la gracia en los noventa se encontraba al lado de los Pavement.

Por Alejandro Guimerà


 



RANGE LIFE

after the glow, the scene, the stage, the set
talk becomes slow but there's one thing i'll never forget:
hey, you gotta pay your dues before you pay the rent.
over the turnstile turn out in the traffic
there's ways of living it's the way i'm living
right or wrong, it's all that i can do,
and i wouldn't want to let you be
i want a range life, if i could settle down,
if i could settle down, then i would settle down
[x2]
run from the pigs, the fuzz, the cops, the heat
pass me your gloves, there's crime and it's never complete
until you snort it up or shoot it down
you're never gonna feel free
out on my skateboard the night is just hummin'
and the gum smacks are the pulse i'll follow if my walkman fades
but i've got absolutely no one, no one but myself to blame
don't worry- we're in no hurry
school's out, what did you expect?
i want a range life, if i could settle down,
if i could settle down, then i would settle down
[x2]
out on tour with the smashing pumpkins
nature kids, i/they don't have no function
i don't understand what they mean
and i could really give a fuck.
the stone temple pilots,
they're elegant bachelors
they're foxy to me are they foxy to you?
i will agree theY DESERVE absolutely nothing
nothing more than me
dreamin' dream dream dream....






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