El norirlandés Van Morrison actuó el pasado día
19 en su único concierto en nuestras tierras en un emblemático recinto como es
el barcelonés Teatro del Liceu. Parece ser que el solista le ha cogido cariño
al teatro ya que en diez años ha actuado tres veces en él (además de este año
en 2005 y en su paso por el Festival Mil·leni de 2013). Con unas localidades
casi inaccesibles, el recinto pero se llenó de un público que pudo gozar de
unas de las mejores voces de la música popular de nuestros tiempos. Y es que en
el año que va a cumplir 70 años el "León de Belfast" goza de una
potencia de voz que ha salido indemne al paso del tiempo.
Todo comenzó muy puntual - a las ocho de la
tarde- cuando su banda entró para comenzar a interpretar la instrumental
"Celtic Swing" rubricada con el saxo de Van. Sin apenas saludar el
concierto fue fluyendo de la mano de un perfeccionismo sonoro logrado sobre
todo por el elevadísimo nivel instrumental de los músicos de acompañamiento:
bajo, guitarra, batería, teclista y viento y solista-coro femenino.
Para nuestro gusto el repertorio no fue el
idóneo, pues la entrada excesiva de versiones ajenas para alguien que ha compuesto tantas
buenas piezas, junto con la gran relevancia
de las canciones ochenteras y noventeras cuando sus mayores logros fueron en
los sesenta y setenta. No obstante nos concedió el himno de Them "Baby
Please Don' t Go", eso sí incrustado en un meddley (junto a "Parcham
Farm" y "In The Midnight" del disco "back On Top" de
1999) o una "Moondance" alargada con el arsenal jazzy sonando a las
mil maravillas. Precisamente de tintes jazzys surgió la esperadísima e icónica
"Brown Eyed Girl", que no acabó de convencer al respetable.
De lo más sentido de la noche fue la balada
"Sometimes We Cry" adornada por los instrumentos y apasionada por el
desgarro vocal del propio Van. En la misma onda soul sonaron "Open The Door (To Your Heart)" y "Days
Like This", con su logrado ritmo de viento. ¿por qué esas y no otras más
populares como "Have Told You Lately " o
También se puso Blues con "Think Twice
Before You Go" de John Lee Hooker y
con una descafeinada versión del tema de Muddy Waters popularizado por Etta
James " I Just Want To Make Love To You", y con "I Believe To My Soul" de Ray Charles versionado en su mítico concierto "From It's Too Late To Stop Now" de 1974.
Su lado pop lo trajo la
reciente "Magic Time" y "Higher
Than The World", sin olvidarnos de
"Whenever God Shines His Light" que gravó en los ochenta junto con Cliff
Richard, haciendo la coreógrafa las veces del cantante de "The Young
Ones".
Todo culminó en una
desconcertante recta final desprovista de bises - salvo las idas y venidas del
veterano músico - con "In The Garden" (del disco " No Guru, No
Method, No Teacher" del 86) y el himno garagero "Gloria" con un
estribillo cambiado de tono. Fue ese el mayor momento de lucimiento de los
músicos que alargaron la pieza, hicieron sus solos y nos distrajeron de la
marcha del principal protagonista.
Quizás a uno
le quedó pendiente haber escuchado mas temas como "Beside You",
"Bright Side On The Road", "Into The Mystic", "And It
Stoned Me" o "Domino" entre las mil maravillas que nos ha ido
dejando a lo largo de los años, lo cual hubiera sido de locura; pero no por ello dejamos de quitarnos el
sobrero que tanto le gusta lucir, ante este tipo que a pesar del transcurso de
los años nos sigue ofreciendo música en directo a un nivel que muy pocos pueden
lograr.
Por Alejandro Guimerà
Publicada en http://notedetengas.es/cronica-del-concierto-de-van-morrison-en-el-gran-teatro-de-barcelona-190115/
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