miércoles, 15 de mayo de 2024

DISCOS DE 2024: CAST- Love Is The Call:





Parece que este 2024 nos encontremos ante un revival del Brit Pop o renacimiento del pop del Norte de Inglaterra. Del consabido disco de los mancunianos Liam Gallagher y John Squire y al retorno de la banda de York, Shed Seven, más los inminentes discos de los que nunca se fueron (James o Kula Shaker), también es el turno de la banda de Liverpool, Cast, tras siete años de silencio discográfico. Para quienes no sepan de quienes hablamos sólo tenemos que contarles que la banda surgió de las cenizas de los icónicos The La's (sí, los autores de la mítica "There She Goes"), cuando John Power (voz y guitarra) y Peter Wilkinson (bajo) decidieron engancharse al movimiento Brit Pop debutando con un nuevo proyecto con el notable "All Change"(1995), que si bien no les catapultó hacia la primera división del movimiento (reservada para Blur, Suede, Oasis o Pulp), si que les hizo entrar en los circuitos de conciertos y festivales, pudiendo captar la atención de la prensa.


Con una propuesta que encajaba con las miras de sus coetáneos, con influencias del pop británico de los sesenta, su propuesta llevaba mucho de los primeros Kinks y Who, llegando a publicar hasta cuatro discos entre 1995 y 2001, finalizando con el Brit Pop de capa caída, aunque se volvieron a reunir en 2012 y en 2017 sin llamar demasiado la atención.

Para esta ocasión parece que vuelven con ganas y con una propuesta que hacernos, por lo que llamaron a Youth (bajista de Killing Joke y la otra mitad de los Fireman de Paul McCartney) para que hiciera los arreglos a sus canciones. Otra novedad es que John Power recupera el bajo, instrumento que no tocaba desde sus épocas con The La's, precisamente con la intención de encontrar el espacio entre aquella y su actual banda. Una formación que actualmente la completan los otros fundadores de la formación, el guitarrista Liam Sean "Skin" Tyson (también colaborador de Robert Plant) y el batería Keith O'Neill. El resultado es un compendio muy compacto de melancolía optimista marca "Merseyside" con unas letras que hablan sobre pérdidas y esperanzas y unas melodías que llegan para quedarse. Un espacio que va desde la apertura folky de "Bluebird" (título McCartniano, por cierto), en la que la acústica es la única acompañante de la entrega vocal de Power, al riff de "The Rain That Falls", los coros de "First Smile Ever", la aproximación a The La's de "Love You Like I Do" , o los ritmos de "I Have Been Waiting".


El claro single del disco es sin duda el potente medio tiempo "Faraway", que nos retrotrae a la vieja Inglaterra de mediados de los noventa cuando algunos aún teníamos todo por hacer. El otro sencillo de adelanto fue la que titula el disco que recupera la parte más ruda y psicodélica de la banda. Aunque no nos queremos olvidar de las maravillosas "Time Is Like A River", con ese final épico a base de voces y trompetas, ni de los violines de "Tomorrow Call My Name".

Además de la gira de promoción de Cast, que por el momento se ciñe al Reino Unido, en la que se acompañarán por gente como Liam Gallagher y Ocean Colour Scene, Power también tiene previsto una serie de conciertos muy especiales a principios de junio en Londres, Birminham y Manchester bajo el nombre "Britpop Classical", junto a otros de sus coetáneros como Simon Fowler (Ocean Colour Scene) o Mark Morriss (The Bluetones) quienes cantarán sus viejos hits arropados por una orquesta sinfónica. ¡Larga vida al Pop Británico!


Por Àlex Guimerà



viernes, 3 de mayo de 2024

DISCOS DE 2024- The BLACK CROWES-





Muchas cosas han pasado tras su anterior álbum, "Before the Frost...Until the Freeze" (2008). Demasiado tiempo y demasiadas trifulcas para una banda que a principios de los noventa se suponía que había venido a salvar el rock. Desfasados respecto a la música rock de su tiempo (shoegaze, grunge, brit pop,....), recuperaban los sonidos añejos de los setenta, especialmente del rock sureño, y el legado de sus admirados Rolling Stones. Con una trilogía inicial impagable -"Shake Your Money Maker" (90), "The Southern Harmony And Musical Companion" (92) y "Hamorica" (94) - dejaron una marca propia en el panorama musical y una legión de fans para la posteridad. Con sus continuaciones, siendo algo irregulares, mantuvieron cierto pulso. Sin embargo, los problemas internos y la compleja relación entre sus líderes, los hermanos Robinson, Rich y Chris, marcaron un punto y aparte discográfico en aquel lejano año 2008 que hasta la fecha no ha tenido continuidad en forma de trabajo de estudio.

Entre medio, intentos de reuniones, giras interrumpidas, músicos saliendo del combo rebotados, discos en directo, reediciones discográficas para coleccionistas y una larga gira de conmemoración del "Shake Your Money Maker" que arrancó en 2019 y que pasó por nuestras ciudades el año pasado demostrando que que la banda aún conservaba músculo, si bien es cierto que de la formación inicial ya sólo quedan la voz de Chris y la guitarra de Rich (el bajista Sven Pipien está con ellos desde 1997), cuyos vínculos personales difieren mucho de la conexión artística que ambos logran cuando se lo toman en serio.

                                      

Y parece que con este nuevo trabajo la formación ha buscado refrescar su sonido bajo la producción de Jay Joyce (también de Wallflowers, John Hiatt o Crowded House), cuando entraron a estudio a dar forma las diez nuevas canciones que tiran hacia el lado más salvaje del rock. Por si había alguna duda de ello, desde el mismo arranque del disco nos encontramos con el riff pantanoso de una "Beside Manners" que lleva coros y unos bonitos teclados. Tras aquella, "Rats And Clowns" continúa con la tralla eléctrica a través de otro riff que parece robado a los mismísimos ZZ Top.

Si el blues hace acto de presencia con "Wanting And Waiting", el soul lo hace mediante el baladón, interpretado a dos voces con Lainey Wilson, una de las cantautoras emergentes del sonido Nashville. "Dirty Cold Sun" y "Flesh Bound" llevan esa etiqueta de los Aerosmith clásicos, y "Bleed It Dry" quizás sea más "stoniana" mientras que "Kindred Friend" cierra el paquete balanceándose al son de un dulce piano, una harmónica, solos de guitarra y la voz de Chris. Bonito cierre.

                                         


Tras las debidas y atentas escuchas... ¿Podemos afirmar que se trata de un buen regreso? A nuestro humilde entender, por descontado. La banda ha sabido jugar bien sus armas, explotando su talento para el rock sureño en un disco que trae un poquito de todo y bien hecho. Quizás nos queda aquello de que podrían haber hecho mucho más, eso sí. Para neófitos les diría que se olviden y vayan directamente a su trilogía de primera mitad de los noventa; para los fans de los de Georgia que no se lo piensen y que abracen esta "felicidad bastarda" ya que recuperarán viejas sensaciones. El mundo cambia pero el rock resiste y persiste.

Por Àlex Guimerà