lunes, 24 de diciembre de 2018

GRANDES DISCOS : A Christmas Gift For You (1963) por PHIL SPECTOR (Especial Navidad):





Coincidiendo con el día en el que asesinaron al presidente J.F. Kennedy (22/11/63) otro hito histórico se producía en los EEUU, pues se publicaba el que es considerado como uno de los mejores discos pop navideños de todos los tiempos. De la mano del mago de los estudios Phil Spector y su "Wall Of Sound", el disco nació de la obsesión del propio productor en la Navidad. Al parecer, aún siendo judío, Spector adoraba la Navidad hasta el punto de sobre cargar su mansión de Los Angeles de adornos navideños, y adoraba su música. Así fue cuando se le ocurrió de transformar los villancicos en lo que él consideraba "música de verdad" y poder captar a través de su fórmula el verdadero espíritu navideño.

                                    


De este modo, y tras alcanzar el éxito con "Be My Baby" de la mano de las Ronnetes apenas dos años después de fundar Philes Records, se puso a la faena en pleno mes de agosto del 63. Tras seleccionar algunos villancicos clásicos los tamizó con su "Muro de Sonido" dándoles una nueva vida. Su idea era romper con los esquemas de los standards navideños que hacían gente como Frank  Sinatra, Bing Crosby o Ella Fitzgerald, para dotarlos de los ritmos y formas del pop moderno y darles un perfil más animado y menos solemne.

                                   

Las intensas sesiones de grabación tuvieron lugar con todo el calor de verano de Nueva York en los estudios Gold Star. Con un equipo de músicos de primera fila con nombres como Leon Russell o Jack Nitzche en sus filas, las voces las pondrían los artistas de cabecera de la Philes Records: The Ronettes, The Crystals, Darlene Love y Bob B. Soxx and The Blue Jeans. Todo un elenco que tuvo que lidiar con el carácter obsesivo, irracional, imprevisible y en ocasiones agresivo de su productor quien les retenía en los estudios en jornadas de trabajo de hasta 24 horas buscando la perfección del sonido de las canciones.


                              


Para Darlen Love la apertura del álbum con una triunfal a la vez que solemne "White Christmas", no falta de las capas de campanas, violines y otros trucos sonoros del alquimista. También da voz a la dinámica "Marshmallow World" que arranca con un jugetón piano, al que se añade una sección rítmica letal (campanas, metales,...) y unos vientos memorables; a una "Winter Wonderland" con voces dobladas y unos redobles de batería lo-fi; y a una "Christmas (Baby Please Come Home)" que es puro poderío soul y lleva a la Navidad allí donde nunca había llegado.

                                                    
Para las Ronettes, de la por entonces su esposa Ronnie Spector la simpática "Frosty The Snowman", que llevan a sus terrenos azucarados ayudados por un divertido xilofón. Lo mismo que con "Sleigh Ride", con su intro a base de cascabeles y del rebuzno de unos renos dando paso a unos coros "Ring-ting-tingling" y Ronnie de vocalista principal. En "I Saw Mommy Kissing Santa Claus" un beso da aviso de las Ronnettes más pasionales.

                                     

"Santa Claus Is Coming To Town" es reservada para The Crystals, con Laia Brooks avisando a los niños que se vayan a la cama antes que llegue Santa. Al igual que las otras dos piezas que interpretan las chicas de "Da Du Run Run" - "Rudolph The Red-Nosed Reindeer" y "Parade Of The Wooden Soldiers" - el ambiente festivo es patente entre desfiles de soldaditos, trompetas juguetonas, cascabeles y campanas.

                                  

Bob B. Soxx And The Blue Jeans llevan el único solista masculino del álbum (Bobby Sheen) quien da voz a la sentida pieza soul que es "The Bells Of St. Mary" , mientras que con "Here Comes Santa Claus" muestra su cara más popera entre una trompeta memorable.

El momento cumbre llega al final con el productor dando un solemne discurso mientras suenan un piano y el desliz de unos violines interpretan un "Silent Night" al que se añaden tenuamente las melodías vocales celestiales de los artistas. Es su dedicatoria a la navidad de 1963.

Desafortunadamente el magnicidio de JFK con el que coincidió su puesta a la venta impidió que alcanzara la popularidad en aquellas Navidades, pero los años lo fueron encumbrando como un referente del pop, llegando a causar impacto en grandes músicos como Brian Wilson o George Harrison quienes lo señalaron como una de sus máximas influencias.

                               


Después del "A Christmas Gift For You" su ideólogo Phil Spector siguió construyendo su mito produciendo para nombres por todos conocidos - Ike & Tina Turner, los Beatles, Lennon y Harrison en solitario, Leonard Cohen, Ramones,... - agrandando una leyenda siempre acompañada por su cara controvertida y por sus profundos problemas mentales y actos violentos. Como en febrero de 2003 cuando apareció el cuerpo de Lana Clarkson en su mansión sin vida fruto de un disparo en la cabeza. Ello le llevó a prisión en una larga condena de este tipo que un día supo como endulzarnos la navidad.


Por Àlex Guimerà


FELIZ NAVIDAD A TODOS!


                                                  Foto: Papa "Phil Spector" Noel




Silent Night
Silent night, holy night!
All is calm, all is bright.
Round yon Virgin, Mother and Child.
Holy infant so tender and mild,
Sleep in heavenly peace,
Sleep in heavenly peace

Silent night, holy night!
Shepherds quake at the sight.
Glories stream from heaven afar
Heavenly hosts sing Alleluia,
Christ the Savior is born!
Christ the Savior is born

Silent night, holy night!
Son of God love's pure light.
Radiant beams from Thy holy face
With dawn of redeeming grace,
Jesus Lord, at Thy birth
Jesus Lord, at Thy birth

martes, 4 de diciembre de 2018

TRILOGÍAS DEL ROCK: NEIL YOUNG ("trilogía maldita"):



Estamos en el año 1972 y Neil Young acababa de publicar el disco "Harvest" con el que alcanzó las cimas de las listas de éxitos, especialmente por el himno "Heart Of Gold". En esa época además ya había abandonado a Crosby Stills & Nash tras "Deja Vú" (1970) otra de las obras maestras del canadiense y parecía que todo le venía de cara.
Pero la desgracia se apoderó de su vida cuando tuvo que echar de los Crazy Horses a su íntimo amigo y guitarrista Danny Whitten por imposibilidad de seguir tocando por culpa de su adicción a la heroína. Poco después fallecería por sobredosis, una muerte de la que se sintió culpable el propio Young, añadiéndose poco tiempo después el fallecimiento en similares circunstancias del roadie Bruce Berry, dio entrada a este periodo negro en la carrera del músico plasmado con esta trilogía tan dura y cruda como formidable a nivel artístico.



- Time Fades Away (1973):



Tras la pérdida del Crazy Horse y metido en la gira (65 conciertos en 90 días) de presentación de "Harvest"de audiencias multitudinarias, Young se desquitaba tocando canciones desconocidas y ultra deprimentes. El resultado dio este álbum con canciones grabadas en distintos conciertos de la gira, y desprendiendo el tono triste y alcoholizado del solista (en esa época abusaba del tequila). Destacando el notable piano del gran Jack Nitzsche  y las guitarras y voces en tres temas de sus amigos Nash y Crosby.
A pesar de que "Times Fade Away" es el primer directo del artista nunca ha sido editado en CD y sus canciones no han sido incluidas en recopilatorios (excepto la que lo titula y de forma excepcional) debido al difícil sonido del mismo y sobre todo al mal recuerdo que Young tiene de una gira que acabó siendo un desastre económico.



- On The Beach (1974):



El quinto disco de estudio del canadiense se grabó poco después de "Tonight' s The Night" aunque su publicación fue anterior. Con letras que trataban de angustia, tristeza y drogas, con un Young fuera de sí interpretativamente y con una producción cruda y simple que contrastaba con la belleza cuidada y romántica del "Harvest". Con gemas como "See The Sky About My Rain", "Ambulance Blues" o la que da título, de nuevo repiten Nash y Crosby, y se añade (junto a miembros de los "Caballos Locos") Levon Helm de The Band.
El disco  hizo perderle muchos de los nuevos fans ganados y acabó siendo de culto debido a que estuvo mucho tiempo sin ser publicado hasta que el empeño y las firmas de los fans lo devolvieron a las tiendas.




- Tonight' s The Night (1975):



La catarsis de Neil Young se completó con esta obra maestra, quizás  uno de los discos más oscuros y deprimentes de todos los tiempos. Con la participación de la guitarra póstuma de Danny Whitten (quien también pone las voces), y con la ayuda de un elenco de grandes músicos como los crazy horses Jack Nitszche, Ralph Molina o un joven Nils Lofrgreen, la portada en blanco y negro envolvía un contenido lleno de desolación. 
Además, " Tonight' s The Night" supuso la confirmación del fin del sueño hippie con sus dosis de crudo  y triste realismo plasmado en las dos tomas de la propia "Tonight' s The Night", "Alburquerque"o "World On A String", piezas autobiográficas con las que Young supo dirigir su dolor.
Aparcado por dos años por la discográfica su puesta al mercado coincidió en el mismo año con el que seguramente es el mejor disco del guitarrista "Zuma" de temática y enfoque totalmente distinto. Había superado su luto personal dejándonos un trío de ases para nuestros momentos más amargos.

Por Àlex Guimerà



domingo, 25 de noviembre de 2018

DISCOS DE 2018: LOW- Double Negative:




Se formaron en 1993 en Duluth (Minnesota) por el matrimonio Alan Sparhawk (guitarra y voces) y Mimi Parker (batería y voces), al que se les añadió Zak Sally (bajo). Ahora, tras 25 años de carrera el bajista no está ocupando su lugar Steve Garrington (fijo desde 2008), y acaban de publicar el que es su 12º disco de estudio confirmando la buena salud como banda.
Producido de nuevo por BJ Burton (Bon Iver, James Blake o Tallest Man on Earth) quien repite del anterior "Ones And Sixes" (2015) el disco se gravó en los estudios April Base (Wisconsin) de otro habitual de los sonidos sosegados Justin Vernon (aká Bon Iver).
Iconos de la corriente musical conocida como "Slowcore" junto con los disueltos y legendarios "Galaxie 500", Low han ido profundizando (nunca mejor dicho) y explorando en un género basado en tempos lentos, arreglos minimalistas y cierto misticismo que para el caso de nuestros protagonistas entronca con su abrazo a la Iglesia Mormona.

                               

Aunque lo cierto es que con lo nuevo dan un salto considerable hacia delante ya que se meten de lleno en una experimentación sonora basada en los sonidos ambientales más vanguardistas. Capas de efectos rotos, técnicas de percusiones de rock industrial reducidas a cámara lenta, texturas de sintes con efectos de voz. En una mezcla que contrapone los sonidos agradables y celestiales con otros desagradables y molestos. Como el mundo en el que vivimos, Low entremezcla resonancias delicadas y frágiles con rugidos inquietantes, crudos y ásperos .



Es "Quorum" la encargada de abril de manera inquietante una caja en la que destaca la melódica "Fly" con una Mimi que se supera en la voz - y que trae en mente a los Portishead del "Third" - , o la espectral "Always Trying to Work It Out" con su melodía escondida detrás de la cascada de sintetizadores, la frágil "Dancing In The Dark" y la hipnótica "Poor Sucker" con su tantra repetitivo.
Un disco difícil de digerir pero que contiene unos riesgos que deben de valorarse como positivos para una banda que acaba de cumplir los 25 años y que se resigna a ir por el camino fácil. Es lo que tienen las bandas de culto, complicadas de entender al principio, imposible de abandonarlas una vez se es fiel seguidor. Hay que creerlas.

Por Àlex Guimerà

miércoles, 21 de noviembre de 2018

ANA CURRA- SALA RAZZ 2 (Barcelona) 10/11/18:


                            

Ana Curra es uno de los mejores activos que nos queda de lo que se denominó la escena de la "movida madrileña". Miembro de los Pegamoides en sus inicios junto a Olvido Gara (Alaska) y fundadora de los seminales y efímeros Parálisis Permanente, también de Seres Vacíos,  luego de morir su pareja Eduardo Benavente tuvo una breve carrera en solitario con la publicación de un sólo disco  "Volviendo a las andadas" (1987), antes de caer en un injusto semi-olvido.



Y es que la música de nuestro país le debe de recordar por ser una de las artífices del sonido post-punk español de los ochenta, por ser pionera en adoptar en castellano los sonidos de gente como Joy Division, The Cure o Siouxie & The Banshees, pero por formar parte de una de las mejores bandas del rock patrio y del sello discográfico que lanzó a gente como Loquillo o Gabinete Caligari.
Con todo, el personaje y su música se plantó ante una sala 2 del Razz  en la vuelta a una Barcelona que no la veía sobre los escenarios desde 2012 y que como en la anterior ocasión resucitó a veteranos seguidores del punk nacional con ganas de pasarlo a tope.

                                
Aunque el comienzo (puntual) tuvo lugar al ritmo siniestro y gótico de "Aprendiz de bruja", adelanto de su próximo álbum previsto para 2019, con la que la diva apareció encapuchada y con capa sin mostrar su rostro realizando proclamas sobre la muerte en un clímax guitarrero adornado por luces rojas. ¡Un gran arranque!

                            

Acto seguido (nunca mejor dicho) la bajista abandonó su lugar para ubicarse en los coros y dar entrada al mítico Rafa Balmaseda, el único músico original que permanece de Parálisis Permanente, y abordar a todo trapo  "el Acto" tremenda pieza que titula el icónico e imprescindible álbum de 1982. Eran los comienzos de un directo impactante, dinámico y entregado de una banda que sonó cohesionada y a las mil maravillas. Hablamos de los potentes guitarrazos de Iñaki Rodríguez y Verdi, de los ritmos incesantes del descamisado batería ("malote" según la propia Ana) Iván Santana, los fabulosos coros de Pili Spector (también al bajo en las nuevas) y de la imprescindible línea de bajo Rafa. Son músicos de nivel que interpretaron unos temas añejos que en los ochenta sonaban a sucio punk pero que en el directo se escucharon más potentes y metaleros. Pero el eje de todo aquello fue, como no, esta gran rockera a la que reverenciar que es Ana Isabel Fernández conocida por todos como Ana Curra. A punto de cumplir la sesentena se la ve formidable, físicamente en sus bailes, saltos y gesticulación escénica, como en su potencia vocal. Apoyada cómodamente en el teclado - recordad que es profesora de piano en el Conservatorio de Madrid -, cuando no dando latigazos sadomasoquistas al tambor eléctrico. Y es que la sexualidad y el erotismo es algo que su actuación no dejó de transmitir, no tanto por sus letras, si no por una actitud interpretativa que sólo los grandes monstruos del rock son capaces de poseer. Quien ha visto a Iggy Pop o a Mick Jagger, será capaz de entender a qué me refiero.



El repertorio, el previsto, con gran presencia de los Parálisis Permanente, con gemas como la épica " Nacidos para dominar", la irreverente "Quiero ser santa", los riffs letales de "Tengo un pasajero"  o las esperadas versiones: desgarradora "Quiero ser tu perro" (Iggy Pop & The Stooges) y triunfal "Héroes" (David Bowie).
De Seres Vacíos cayeron la popera "Luna nueva", la inquietante "Ratas" y la sexual "Desnúdate". Momento estelar con el otro anticipo de la noche "Aprendiz de bruja" (de nuevo con pilar al bajo y Rafa fuera) con Ana cantando desesperadamente con unas medias cubriéndole la cabeza. Acongojante.

                              

De nuevo los Parálisis con "Jugando a las cartas", "Todo el mundo" y "Unidos" en la recta final anticipando la parte punka del concierto. Para la vuelta del bis el arranque solemne con Ana a los teclados en "visitando a Bach" dio paso al absoluto desenfreno con la potente trilogía clásica "Adictos a la lujúria", "Autosuficiencia" y "Un día en Texas" con el público enloquecido y la formación de un mosh en el que la nostalgia de los ochenta revivió con esos temas que son auténtico patrimonio nacional.

Por Àlex Guimerà



domingo, 11 de noviembre de 2018

BOHEMIAN RHAPSODY, la película:




Mucho se está hablando estos días del estreno de "Bohemian Rhapsody", el biopic de Queen y sobre todo de Freddie Mercury. Con opiniones dispares tanto de los detractores de la banda, quienes consideran innecesaria la película, como de sus fans, quienes están encantados de que la fiebre de la "Reina" vuelva a la palestra. Los primeros, muchos de ellos grandes eruditos del rock, siempre han mostrado una animadversión irracional que cuesta bastante de entender. Se mire por donde se mire Queen fueron una formidable y original banda que publicó grandes discos (sobre todo en los setenta) y que también tuvo grandes fracasos creativos, con un carisma abrumador de sus miembros y en especial de su irrepetible solista lo que les arrojó durante años a ser centro de la fama musical y a ser absorbidos por el Mainstream con las peores de sus consecuencias. Para los segundos les diría que no se pierdan la película, está hecha para su disfrute.

                             

Dirigida por Bryan Singer (director de la saga X-Men y de Superman Returns), quien fue despedido hacia el final del rodaje y sustituido por Dexter Fletcher en la dirección, el proyecto arrancó en 2010 con la supervisión de Brian May y Roger Taylor para que en un inicio el papel de Freddie Mercury lo encarnara el humorista Sascha Baron Cohen, quien finalmente declinó el proyecto por diferencias creativas. 


                                 

Aunque precisamente uno de los éxitos del metraje es la elección final del actor Rami Malek para encarnar el difícil personaje de Mercury. El reto no sólo se planteaba en emular los gestos, si no ante todo, en hacer olvidar al espectador de que se trataba de una interpretación y no del propio icono del rock. Inteligente la elección ya que a priori el protagonista de Mr. Robot no se parece al gran vocalista pero en realidad sus rasgos físicos - y su ascendencia egipcia - no están alejados de aquel. Luego está sobre todo el formidable trabajo de gesticulación del actor, quien en las escenas de conciertos borda el papel, lo cual se junta con una caracterización espectacular (prominencia dental, peinados, vestuario,...) que logran trasladar la esencia del personaje al celuloide. 

                          

En igual sentido los secundarios, con sus grandes parecidos físicos y formidables caracterizaciones, logran el paralelismo buscado. Son los falsos Brian May (Gwilym Lee), Roger Taylor (Ben Hardy) y John Deacon (Joseph Mazzello) , prácticamente clones de los rockeros reales.

Si bien la trama está plagada de clichés ampliamente conocidos (las dudas de la homosexualidad, la incomprensión artística, los choques de valores generacionales y culturales,...) el visionado se hace muy entretenido en sus 135 minutos de duración y logra captar la esencia del grupo y de su vocalista. Especialmente sobre este versa el argumento, sobre sus luchas internas, sobre la soledad con la que tuvo que vivir mientras era adorado por miles y miles de fans en sus conciertos, sobre su doble vida con una lujuria sexual sin freno , sobre su especial relación con Mary Austin,... Así, vemos pasajes muy agradecidos como, los inicios de Smile tocando en un club universitario ante su futuro y extravagante solista parsi Farrokh Bulsara (luego Freddie Mercury), las bonitas escenas de intimidad entre Freddie y Mary, las reuniones familiares en casa de los Bulsara, el complejo y divertido proceso de grabación de "A Night To The Opera" y del tema que titula la película o la historia de amor tardía de Freddie con Jim Hutton.

                          

También hay escenas desagradables como la tóxica relación de Freddie con el mánager Paul Prenter y la entrada en ambientes sórdidos, el refugio de las drogas, la aparición del SIDA o el distanciamiento de la banda por la individualidad de su frontman. 


                        

Aunque el eje del film y las escenas de mayor impacto son las maravillosas recreaciones de los conciertos de la legendaria formación, como los de sus giras japonesa y americana de los setenta, su aparición en el Top Of The Pops, sus conciertos multitudinarios de los ochenta y sobre todo su histórica participación en el Live Aid en Wembley que en 1985 organizó Bob Geldof (clavadito su actor, por cierto) erigido como clímax anticipado al principio de la peli. Unos conciertos en los que la música de Queen se recrea al máximo en un formato audiovisual perfecto para sus seguidores y en los que los movimientos, gestos y detalles quedan fabulosamente empaquetados.

                         

Para ponernos un poco quisquillosos, los anacronismos también salen a palestra, seguramente por necesidades de ritmo y de guión. Los vemos en la recreación de la etapa de Smile, en su primera aparición en televisión y descaradamente cuando Brian idea junto a la banda (y sus chicas) el "We Will Rock You" con fecha de 1980 cuando en realidad ésta se compuso tres años antes. 



                      

Cierto es que "Bohemian Rhapsody" es una película con grandes ansias comerciales, sus primeros resultados de taquilla lo confirman, con ella se busca con descaro vender por enésima vez con la música del cuarteto, pero lo cierto es que mientras otros biopics con similares objetivos fallaron en sus resultados - "The Doors" de Oliver Stone" (1991) , "Gran bola de fuego" (1989) o "I' m Not There" (2007) por poner ejemplos - , éste es entretenido, bien cerrado argumentalmente, visualmente impactante y logra captar bastante la realidad de la historia de una banda que no se puede negar ha dejado huella. 



Por Àlex Guimerà






B.S.O. BOHEMIAN RHAPSODY:

1. 20th Century Fox Fanfare
2. Somebody To Love
3. Doing All Right... Revisited (Performed by Smile)
4. Keep Yourself Alive (Live At The Rainbow)
5. Killer Queen
6. Fat Bottomed Girls (Live In Paris)
7. Bohemian Rhapsody
8. Now I´m Here (Live At Hammersmith Odeon)
9. Crazy Little Thing Called Love
10. Love Of My Life (Rock In Rio)
11. We Will Rock You (Movie Mix)
12. Another One Bites The Dust
13. I Want To Break Free
14. Under Pressure (Performed by Queen & David Bowie)
15. Who Wants To Live Forever
16. Bohemian Rhapsody (Live AID)
17. Radio Ga Ga (Live AID) 18. Ay-Oh (Live AID)
19. Hammer To Fall (Live AID)
20. We Are The Champions (Live AID)
21. Don´t Stop Me Now… Revisited
22. The Show Must Go On

domingo, 4 de noviembre de 2018

GRANDES DISCOS: Live At The Regal (1965) por B. B. KING:


El sufrimiento siempre ha formado parte del ADN de la raza negra. Las injusticias sociales, la esclavitud y el trato degradante al que ha estado constantemente sometida por la mezquindad humana han convertido su lucha y supervivencia en un verdadero ejemplo e inspiración para todos. Desde ese dolor es desde donde surgió la música que dio origen al rock' n roll. Especialmente en los estados del sur de los EEUU bien entrados en el siglo XX, cuando a partir de una estructura de doce compases, emergió el blues que luego se afincaría hacia el norte en ciudades como Chicago. Y por el camino desfilaron leyendas como Robert Johnson (quien supuestamente vendiera su alma al diablo), Muddy Waters, Howlin' Wolf o nuestro protagonista, B. B. King.

                                  


Nacido bajo el nombre de Riley B. King en el seno de una familia dedicada a la plantación de algodón en Mississipi, su infancia estuvo marcada por la pobreza, la separación de sus padres y la pronta muerte de su madre cuando él tenía apenas 9 años. Aunque siempre fue su abuela Eleonora quién lo crió y quién lo metió en la iglesia baptista St. John Gospel de la que formó parte del coro. Luego a los 12 años aprendió los primeros acordes de guitarra y a los 14 se compró su primera guitarra por 15 dólares. Por entonces él ya trabajaba en la plantación de algodón.

Mostrando una espectacular facilidad para el aprendizaje de las seis cuerdas, su tío segundo el bluesman Bukka White le enseñó la que por muchos era considerada la "música del demonio" y ya el camino para él no tuvo retorno.
                                               


Desde formar parte del grupo Famous St. John's Quartet, a viajar hacia Memphis para ser DJ de un programa de la radio de Sonny Boy Williamson II, donde comenzaron a apodarle "The Blues Boy" (de aquí lo de B.B.), o cuando tenía que ir en bicicleta 150 km para ensayar. Y que decir cuando en una actuación suya en Arkansas dos hombres se pelearon por una mujer llamada Lucille y acabaron por prender fuego en el local quemándose su guitarra, hecho por el cual comenzó a llamar con ese nombre a todas sus guitarras.

                                                


En 1947 llegaron sus primeras grabaciones a cargo de Sam Philips antes de que este fundara la legendaria Sun Records, unos singles que fue metiendo por la radio lo que hizo crecer su popularidad hasta que lo llamaron para grabar para la discográfica Modern Records de Los Angeles (de los hermanos Bihari), con quienes logró el número uno de las listas de rythm' n blues con el single "Three o'clock Blues" en el que Ike Turner tocaba el piano.

                                              

En unos años cincuenta en los que prácticamente no bajó del escenario, poco a poco su caché fue creciendo en el circuito de los clubs de música negra, a la vez que alcanzaba los primeros puestos en las listas, lo que hizo que la famosa discográfica "blanca" ABC lo fichara para sacar varios discos con los que alcanzó el verdadero éxito.

                                      

Responsable de ello fue en especial este "Live At The Regal" que mostraba todas las esencias de su implacable directo. Un directo que tuvo lugar en 21 de noviembre en el Regal Theatre de la capital del Blues Chicago y que contó con sus, por entonces habituales, músicos Leo Lauchie al bajo, Sonny Freeman a la batería, Duke Jethro al piano y los saxofonistas Bobby Forte y Johnny Board.  


Presentado por E. Rodney Jones y Pervis Spann, el directo muestra al mejor y más pletórico B.B. : perfecto técnicamente a la guitarra y fornido vocalmente, en un momento en el que las cuerdas vocales le permitían hacer distintos registros y falsetes. La capacidad de connectar con el público es algo que ha conservado con los años y que ha sido santo y seña de su carrera, algo que se percibe en los surcos del álbum, en los que cada vez que el bluesman canta el público contesta de forma activa y pasional.

                          

Lo del set list, son también palabras mayores, pues con "Live At The Regal" Riley se sumerge en temas que luego serían habituales de sus directos en su larga trayectoria, destacando sus propias composiciones como  "Sweet Litle Angel" o "How Blue Can You Get?". Aunque el arranque perfecto llega de la mano de Memphis Slim, con la versión de la irresistible "Everyday I Have the Blues" que es toda una declaración de intenciones. Luego los lamentos de  "It’s Only My Fault" de John Lee Hooker o"Worry, Worry" marca el pico más alto del directo, cuando King se pierde en una improvisación letal de guitarra. Es la explosión del Blues como forma de expresión artística, con pasajes jazzísticos o rockerizados, King nos regala (nunca mejor dicho) su alma a través de sus dedos y su garganta en comunión con unos asistentes a los que mataríamos por ocupar su lugar.





Con éste álbum B.B. salió definitivamente del circuito de clubes para negros y apareció al lado de discos de pop, folk y rock, iniciando una serie de giras por todo el mundo que tuvieron incluso parada en el Festival de Jazz de Montreux y de Newport Folk en 1968 cosechando sendos éxitos. También llegarían el reconocimiento de sus discípulos del blues Rolling Stones y Eric Clapton, para acabar siendo quizás la mayor institución y leyenda del Blues de todo el mundo, con inclusión en el salón de la fama del Rock' n Roll, premios en los Grammys, un reconocimiento unánime de público y crítica y la fundación de una sala de conciertos en Manhattan que aún sin su presencia se encarga de preservar el alma del blues en la Gran Manzana.



Everyday I Have The Blues:

Everyday, Everyday, I have the blues
Ooooh, Everyday, Everyday, I have the blues
When you see me worryin' baby
Because it's you I hate to lose

Well nobody loves me, nobody seems to care
Oh nobody loves me, nobody seems to care
Well those worries and trouble darling
Babe you know I had my share

Everyday
Everyday
Everyday
Everyday
Everyday
Everyday, I have the blues
When you see me worryin' baby
Because it's you I hate to lose

Oh nobody loves me, nobody seems to care
Oh nobody loves me, nobody seems to care
Well those worries and trouble darling
Babe you know I had my share


PD: en 2005 el disco fue elegido por el Registro Nacional de Grabaciones de Estados Unidos para que sea permanentemente conservado en la biblioteca del Congreso del país.

miércoles, 31 de octubre de 2018

Concierto MGMT en Hivernacle del Poble Español de Barcelona (25/10/18):




Uno se da cuenta que se hace mayor cuando acude a un concierto revival de unos clásicos que sólo llevan 10 años en el mercado musical. Eso es lo que sucede con MGMT, ya que a pesar de tener cuatro discos y presentar su último "Little Dark Age" (18), no nos engañemos, el público acude a sus conciertos para rememorar sus hits del "Oracular Spectacular"  de 2008.

                                                   
Y es que lejos nos queda ya cuando los anteriormente conocidos como The Management aparecieron a lo grande con sus potentes singles y fueran señalados por algunos inconscientes como la banda del futuro.  Si bien, con su segundo álbum  "Congratulations" (2010), fueron injustamente olvidados, a pesar de regalarnos un disco de perfecta orfebrería psicodélica pop.  Tres años después ya nadie se dio cuenta de que sacaban su  tercer y homónimo álbum, en el que ciertamente perdieron mucha de su chispa con unos temas confeccionados con patrón electrónico.
Ahora tras un lustro de silencio  han vuelto con "Little Dark Age" en el que han encontrado un nuevo camino tan imprevisible como desconcertante como es el del Synth Pop. Si bien es un disco para nada despreciable, da la sensación que quien lo hace está muy capacitado para otros derroteros artísticos.
Con este historial se presentaron los de Connecticut en un abarrotado "Hivernacle del Poble Español"  capitaneados por Andrew Vanwyngarden (voz, guitarra y teclados)  y Ben Goldwasser (teclados y voces), secundados por Simon O'Connor( bajo),  Will Berman (percusiones) y  el multinstrumentista James Richardson, en la vuelta a nuestro país tras su paso por el Mad Cool el verano pasado.
Tras llegar al recinto esquivando un laberinto de calles cortadas por el Rally Costa Brava, por megafonía se avisaba del retraso del directo por problemas técnicos con los ordenadores, una espera que dio entrada a los cinco músicos de la banda que sin mediar palabra atacaron "Little Dark Age" antesala de una temprana "Time To Pretend", quizás su mejor canción con esa mezcla explosiva de melancolía y euforia. El público abarrotado ya estaba vibrando.

                        

SI bien la banda y el sonido funcionó a la perfección, el regusto fue agridulce ya que los cambios de género eran notables, pues los temas de sonido psicodélico de aromas sixties como "Flesh Delirium" o la pinkflodiana y larga "Siberian Breaks"  contrastaban demasiado con el nuevo material que presentaban como son "When You Die",  "James" o "Me And Michael" que evidencian un influjo de los primeros Pet Shop Boys (descarada en la última). Los saltos de los coros  sunshine pop, acústicas, arpegios de guitarra y otros efectos caleidoscópicos chocan demasiado con los ritmos sintéticos y las melodías para hombreras y chaquetas tejanas.

                                                 

Pero pongámonos positivos, ante una música repleta de matices sonoros, la banda logra sonar francamente bien, con buenos efectos, segundas voces y mucha pulcritud, con el quinteto trabajando los teclados, guitarras, sección rítmica y con una garganta de Andrew que estuvo a la altura de los discos.
Lo anterior se junta con unas ganas de agradar y de hacer que el público se lo pasara bien que transmitieron. Especialmente en "She Works Out To Much" que Andrew interpretó rodando en una bicicleta estática con unos divertidos videos sobre fitness a sus espaldas, o cuando invitó a una fan a subirse al escenario para enfundarle la guitarra y acabar haciendo unos desacomplejados bailes con "TSLAM".
                                        

Pero dónde más se pudo disfrutar fue con las mencionadas piezas de nueva psicodelia, arropados por unos videomontajes multicolor, y con los temas del debut de la banda como la gloriosa "Weekend Wars", las marchosas "Electric Feel" y "Kids" ante todo el desenfreno de la audiencia y los pertinentes "lo-lo-lo lolo lo ló" y la final "The Youth" desplegada con todo su triunfalismo y una juventud que cada vez lo es menos.

Por Àlex Guimerà



Publicado en http://www.elgiradiscos.com/2018/10/mgmt-la-madura-juventud.html

miércoles, 24 de octubre de 2018

ESPECIAL DISCOGRAFÍA DE BOB DYLAN (III):





TERCERA PARTE - AÑOS 80's:



20.- SAVED (1980):


El segundo disco de Dylan tras su conversión, profundiza en unas letras dogmáticas y en un sonido ampuloso en la producción y especialmente influenciado por el Góspel.  Con una impactante portada de tono místico, "Saved" tuvo unas malas ventas y unas críticas contrarias al tono "adoctrinador" y a los excesos de los estudios. Aún así, el disco ha envejecido muy bien y muestra una visceralidad y una  crudeza que lo diferencian del anterior y que dan muestra de lo interesante que es esta etapa del bardo. 

Canciones favoritas:  Saved, Solid Rock, Pressing On.



21.- SHOT OF LOVE (1981):


El último disco de la trilogía cristiana de Dylan es el primero con la discográfica Columbia y en él participan un elenco de músicos de la talla de Ringo Starr, Ronnie Wood o Donald "Duck" Dunn (Stax). Con letras que cada vez traen más contenido personal y menos dogmático, el álbum cierra además una época dorada de los directos  "Gospel Shows" pues tras su publicación disuelve la banda y no vuelve a actuar hasta 1984. 

Canciones favoritas:  Heart Of Mine, Dead Man Dead Man,  Every Grain Of Sand.




22.- INFIDELS (1983):


El primer álbum de Dylan sin contenido religioso en un lustro, con un gran elenco de guitarristas, pues no solo recupera a Mark Knopfler (quién también ayuda en la producción), si no que rescata al ex-Rolling Stones Mick Taylor al que junta con Roonie Wood. De nuevo vuelve  la mejor lírica del bardo a pesar de que algunos de los mejores temas de las grabaciones  fueron descartados (luego incluidos en Bootleg series vol. 1-3). Con baladas y medios tiempos de buenas melodías y letras que ponen su mirada hacia los temas sociales y políticos (también Israel) en un giro conservador.

Canciones favoritas: Jokerman, License To Kill,  I & I.




23.- EMPIRE BURLESQUE (1985):


Posiblemente el segundo mejor elepé de Dylan en los ochenta ("Oh Mercy" tiene el top). Su sonido es fresco, trae variedad e innovación y un uso de múltiples instrumentos de acompañamiento (percusiones barrocas, coros femeninos, violines, samplers...). Además, una buena producción muy típica de la época y la participación de músicos prestigiosos - repiten Taylor y Wood y se añaden Al Kooper y Mike Campbell entre otros-, en unas largas sesiones en las que de nuevo hubo mucho material de descarte. El disco además fue acompañado por videoclips (MTV) y fue coetáneo de la participación de su autor en la popular "We' re The World".

Canciones favoritas:  Tight Connection To My Heart ( Has Anybody Seen My Love), I' ll Remember You, Emotionally Yours.




24.- KNOCKED OUT LOADED (1986):


Con críticas durísimas y malas ventas, "Knocked Out Loaded" es considerado por muchos uno de los peores trabajos de Dylan. No obstante no podemos afirmar que sea un disco malo ya que contiene buenas piezas y una influencia góspel  que sin llegar a las cotas de "Saved", aparece remozado por una instrumentación menos cruda y se deja escuchar muy bien. Y es que, somos de los que creemos que no hay disco malo del de Minnesota.

Canciones favoritas:  You Wanna Ramble, Precious Memories, Got My Mind Made Up.




25.- DOWN IN THE GROOVE (1988):



Un álbum compuesto principalmente por versiones, pero en el que aparecen dos temas propios coescritos con Robert Hunter de los Grateful Dead con quienes un año después publicaría el directo "Dylan & The Dead".  El enésimo disco de Dylan en el que hubo cambios en su composición, título y descartes. Un caos discográfico que el bardo ha acarreado a lo largo de su carrera pero que ha propiciado mucho material inédito que ha nutrido las Bootlegs Series. Además, tras su publicación se inició la Never Ending Tour que ha durado hasta nuestros días.


Canciones favoritas: Sally Sue Brown, Ugliest Girl In The World,  Silvio.





26.- OH MERCY (1989):



Para muchos los ochenta es la década para olvidar del bardo, hasta la aparición a finales de este trabajo sensacional grabado en un estudio móvil ubicado en una casa de Nueva Orleans bajo la producción del canadiense Daniel Lanois (productor, entre otros, del "Joshua Tree" de U2).  Después de volver de gira con Tom Petty & The Heartbreakers,  de romperse la mano y padecer una crisis creativa, el calor del hogar en su recuperación le devolvió la inspiración para escribir este disco calificado para muchos " de retorno".  

Canciones favoritas:  Political World, Where Teardrop Falls, Shooting Star.