Viernes por la noche en
Barcelona, y teníamos una cita en una remodelada Sala Apolo que había agotado
entradas para la segunda sesión con la que Stereophonics presentaban su
flamante décimo álbum "Scream About Sounds" en la ciudad.
Y la verdad es que da gusto ver
tanta gente aglomerada para presenciar un concierto de rock, a pesar de que
muchos vinieran de tierras británicas. Con la batería ubicada detrás y muy por
encima del resto de la banda, los cinco músicos aparecieron bien puntuales para
ofrecer un fornido directo que no pudo decepcionar a nadie. Pues la entrega e intensidad de los músicos
se juntó con la generosidad del repertorio así como con un formato audiovisual
infalible en el que los video -montajes de detrás del escenario completaban las
canciones, mientras que el sistema de
iluminación se lució como nunca.
Se nota que los galeses saben lo
que hacen y lo hacen con total profesionalidad y sin salirse del guión. Lo suyo
es rock comercial sin más y lo bordan. En el Reino Unido arrastran masas y aquí
en España tienen tirada. Lo tomas o lo dejas.
Liderados por un Kelly Jones que
lo dio todo tras su hortera chaqueta floreada y que exhibió la potencia de su
voz rota y su gusto a hacer paseíllos a lo "guitar hero", el otro pilar del combo es el estrambótico Jamie Morrison quien a base de esperpentos da
mucha tralla a los tambores. Pero también el dinamismo y la simpatía del bajista
(y miembro original junto a Kelly) Richard Jones y el virtuosismo de Adam
Zindani a las seis cuerdas tuvieron su protagonismo. Si bien el teclista Tony
Kirkham anda con ellos desde casi el principio no es miembro oficial de la
banda, pero resulta fundamental en sus conciertos, desde los pianos hasta los
syntes pasando por las armónicas.
Con todo, hasta 24 temas tocaron
sin bajar el tono ante un público pletórico y entregado al cien por cien. De lo nuevo, buenos temas como son "Chances
Are" la canción de estadios "Caught By The Train", la balada "All In One Night" con
sus "Oh Oh Oh Oh Uh Oooh", o
los ritmos new wave de "Geronimo". Los clásicos llegaron con la tempranera "A Thousand
Trees" encadenada con la acústica "Step On My Old Sizes Nines",
pero también con el trío popero "Maybe Tomorrow"- "Have A Nice
Day" - "Mr. Writer" que mostraron la cara cándida de la banda.
La rockera y más dura la pusieron la punk "C' est la vie" o
"Catacomb". Aunque lo que les sienta de maravilla es la épica indie,
muestra de ello sus hits de esta década "Mr. and Mrs. Smith" que
acabó con un lucido solo de batería e
"Indian Summer" con su carga emocional. Para la recta final cayeron al escenario
banderas de Gales y los estandartes de los noventa "Traffic",
"Local Boy In The Photograph" ("World Gets Around" 1997), "Just Looking", "The Bartender
And The Thief" ("Perfomance & Coctails" 1999), esta última
con una intro de "Aces Of Spades" de los Motorhead.
Y de cierre, como no,
"Dakota", anticipada en acústico y
luciendo en todo su esplendor ante el revoloteo de unos fans que lo
acabaron de dar todo.
Por Àlex Guimerà
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