Es precisamente el paso del trío o combo a banda de cinco uno de los elementos a destacar de su madurez artística y de un nuevo disco -grabado en los estudios Rockfield de Gales, publicado por Barsuk Records y producido por la propia banda y Ian Laugton (Ash, Supergrass)- en el que su parte instrumental ha ido apareciendo más elaborada, como también lo son las composiciones, reflejo de la experiencia que da el paso de los años. Si bien, la fuerza de la juventud no va siendo la misma, si lo es la pasión y la dulzura de su sonido.
Claros ejemplos de ello son los nuevos éxitos que dejan para la posteridad como la inicial "So Much Love" o "Ride In The Unknown", piezas eufóricas de melodías pluscuamperfectas regadas con un piano maravilloso adornando las cargas de guitarras. Si bien el disco les ha salido tan redondo que a uno le hubiera costado elegir los singles de adelanto, definitivamente han resultado ser el que lo abre y , la creciente balada de casi seis minutos "Looking For You" y "Something I Should Do", que es puro indie americano de los noventa, con distorsiones eléctricas y desenfreno pop (parafraseos conocidos de la casa).
Otras gemas son las guitarras rítmicas y el tono bucólico de "Come Get Me" o la más etérea "Live Learn & Forget", de coros lejanos, teclados irresistibles y tristeza dulzona. También las relajadas "Just Wait" (qué estribillo más irresistible) y "Crowded Star", de arpegio de cuerdas, ambas recordando a los Death Cab For Cutie. Y no olvidemos la tapada "Mathilda", que transita en distintos espacios sonoros, acústico, pop poderoso, pop ambiental...
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