Parece que ya nos hemos
acostumbrado a la proliferación de álbumes de Weezer. Y es que desde 2014 prácticamente editan un álbum al
año , lo que no sabemos si es bueno o malo. Por un lado parece que ellos van a
lo suyo y que las exigencias de tempos discográficas les importan un bledo,
pero lo cierto es que a excepción del notable " Everything Will Be Alright
In The End" (14) que contenía temas pegadizos y enérgicos de power pop que
nos recordaban a sus álbumes "azul" y "verde" (¿curioso que
los tres tuvieran como productor a Ric Oasek de The Cars ?) , el resto han
pasado sin pena ni gloria. Hablo de su "White Album" de 2016 y
"Pacific Daydream" de 2017.
Para la ocasión se tiñen de color
turquesa para empaquetar un disco de versiones de clásicos de los ochenta,
setenta e incluso anteriores. El
artilugio parece un capricho del lunático pero a la vez genial Rivers Cuomo, y
podemos decir que si bien la cosa no es que aporte demasiado, el álbum se deja
escuchar bastante bien.
Decimos que poco va a aportar ya
que las versiones no lo son tanto sino más bien covers pues plagian a los
originales aportando poco de la esencia de la banda, echando de menos mas
impacto de las guitarras power pop marca de la casa.
Es el caso del arranque con un
"Africa" de Toto que en el
subidón se aprecian los guitarrazos pero que se pierde en clavar las voces de
los también angelinos. Le siguen "everybody wants to rule the world"
de los británicos Tears For Fears, con sus ritmos precisos y "Sweet Dreams"
que busca la original de 1983 de los Eurythmics con sus adorables sintes y no se distrae con el invento que hizo Marilyn
Manson una década más tarde. En plenos 80s llegamos a la icónica "Take On
Me" de A-ha para ponernos a bailar con el órgano aunque esta vez con la
voz de Cuomo que logra afinarse más que nunca y clavar unos coros para nada
sencillos.
El disco alcanza cierto
anacronismo cuando aparecen dos temas más lejanos en el tiempo. El primero el
Sunshine Pop "Happy Toether" de The Turtles con todo su colorido y
esplendor. Le sigue el "Paranoid" de los Black Sabath, concesión a la
devoción al metal que siempre ha profesado Rivers .
El momento E.L.O. lo trae
"Mr. Blue Sky", como las anteriores clavando a la original, y el
desconcierto con "No Scrubs" de LTC recordando a aquella "Baby
... One More Time" con la que Travis versionaron a Britney Spears a
finales de los 90.
Para el cierre, la versión descafeinada de
Michael Jackson con "Billi Jean", en la que la garganta de Cuomo
pierde ante la poderosa del malogrado Rey del Pop. Con menos energía y algo
desafeinada, la cosa cruje quizás por las veces que hemos escuchado la
original. Más acertada es "Stand By Me " de Ben E King que anda por
libre, ni busca la original ni a la popularizada por John Lennon.
Como surgido de la nada, el
"teal album" nos ha caído de sorpresa ya que de los Californianos únicamente
teníamos conocimiento de que el 1 de marzo era la fecha del lanzamiento de su
"Black Album" del que se conocía la portada y dos de sus diez cortes
"Can' t Knock The Hustle" y "Zombie Bastards", un disco al
parecer ideado como contraste del blanco de hace tres años y que todo indica que
sonará a latino e incluso a caribeño. La verdad es que preferíamos el pop
poderoso y guitarrero de antaño de los autores de "Buddy Holly".
Por Àlex Guimerà
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