Formados en 2005 por Kev Sherry
(guitarra), Colin McArdle (bajo), Jamie Houston (teclados y piano), Tim
Davidson (guitarra) y Noel O'Donnell (batería) no publicaron su disco de debut
"Friday Night Lights" hasta el 2008 y su segundo trabajo "Super
De Luxe" hasta 2013. Por eso, no es de extrañar que estemos a final de
década para desempaquetar su tercer larga duración. Y es que los de Glasgow
maduran sus discos y eso se nota, aunque madurar quizás no es la expresión más
acertada ya que ha tenido que ser la discográfica española Elefant Records
quien edite su material tras el desastre comercial con Island Records. Otra
conexión con nuestro país es la remasterización que La Casa Azul hizo en 2015 de
sus temas "Future Bound" y "War Years". Por cierto, otros
que les han remasterizado son los Camera Obscura y los Fratellis. Vamos bien.
Comparados inevitablemente con
sus compatriotas Teenage Fanclub, pero también con los Weezer más melódicos, la
verdad es que a uno le vienen a la cabeza los Dropkick, banda también escocesa
y poco reconocida que, de igual forma, sigue la estela de los autores de
"Bandwagonesque", pero también de Big Star y, como no, de los dioses
del folk rock de voces: The Byrds.
Con todo, uno aborda este "Love In The Time Of Shark
Attacks" con todas las ganas, y ya desde la primera escucha ve que no le
decepcionarán. Con diez cortes y el adelanto de uno de sus singles con una cara
B con una versión de "Bright Eyes" de Art Garfunkel, el álbum incluye
espíritu pop a raudales, guitarras contundentes, melodías a voces y muchas
referencias musicales (aparte de las mencionadas, Belle & Sebastian, Atteck
Camera, Boo Radleys, BMX Bandits....).
De entrada una excelsa "Never By Myself", de coros
celestiales, estribillo pluscuamperfecto, lucido piano de acompañamiento y
cierta euforia pop, rubricada por unos solos finales. La siguen "Ruby' s
Song" un pegadizo rock' n roll soft, una desnuda "Fables" con
dramatismo vocal a lo Brett Anderson y la emotiva balada "Come Back To
Me" que recuerda a los Byrds de la etapa Gram Parsons más sosegados. Ese
espíritu campestre se mantiene en la perezosa "Palace Of Loosers" y
en "I Found A Girl", ésta llega envuelta de euforia indie.
"People Come On", triunfal con sus formidables vientos
es carne de cañón de single, mientras que el power pop que dominó su anterior
álbum lo traen "Louis" y "Kings Of Whatever" con guitarras
a todo trapo y ritmos bailongos. Para el cierre ternura y sombras en una
"Back Rub" al piano.
Luces y colorido pop desde las frías tierras de Glasgow,
merced a una banda que si bien no innova demasiado nos edulcora estos tiempos
tan grises para la música popular.
Por Àlex Guimerà
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