Con "Sun Structures"
(2014) nos dejaron flipados: cuarteto con look retro -(solista a lo Marc Bolan
inclusive ) , buenas canciones "neo psicodélicas" y pegada clásica.
Un barco lisérgico que se fue haciendo un nombre en el circuito indie con sus
entregados directos y que navegaba tripulado por un talentoso dúo formado por
el vocalista/guitarrista James Bagshaw y el vocalista/bajista Thomas Warmsley.
Con el álbum precioso llenaban ambientes sembrados de melodías
delirantes, ritmos arrebatadores y una Rickembacker que evocaba al rasgueo de
Roger McGuinn en los momentos más psicodélicos de los inmensos Byrds. Redobles
de batería del "Tomorrow Never Knows", folk-pop sinfónico, similitudes con Kula
Shaker, aromas de los Zombies del “Odessey & Oracle”, algo de Pink
Floyd y algo del sonido Canterbury.
Un elepé que nos devolvía
mucho de lo que el paso del tiempo se llevó y que les ponía un reto de
dimensiones titánicas con el maldito segundo álbum con el que muchas bandas se acaban
estancando. Y es que la repetición puede llevar a desmerecer su primer paso
discográfico y las expectativas de volver a sorprender irán siempre en contra.
Aunque a decir verdad el giro hacia lo electrónico se intuía tras escuchar el
"Sun Restructured", disco que publicaron en 2014 con las remezclas de
su ópera prima.
Así, para lo nuevo, los
guitarrazos y baterías trepidantes se difuminan en pro de un mayor protagonismo
de los sintes que dotan de nuevas texturas a sus aún pegadizos estribillos.
"Certainty" fue el single
de adelanto y nos hacía pensar en los
MGMT, algo lógico atendiendo a los paralelismos de las carreras de ambas
bandas. Y es que no solo el colorido de la portada de este Volcano puede
recordar al de la portada del "Congratulations" (2010) del dúo norteamericano
sino su mirada hacia la cara Dream Pop de la psicodelia desde las nuevas
tecnologías de sus segundos álbumes parece pareja.
En cualquier caso la identidad de
los temples queda intacta, pues la psicodelia sigue siendo luminosa a pesar que
el camino optado para llegar no hayan sido las cuerdas sino los teclados y los
moduladores.
Aunque el uso de la guitarra no
queda apartado, pues el punto de partida de "On The Savoir" es la
guitarra acústica, lo mismo de "In MY Pocket", no falta de retales
muy Pink Floyd de la etapa Syd Barrett. Para "Roman God- Like Man" el
guitarreo es eléctrico, mención aparte de su
estribillo y "pa-pa-pa-pá "que recuerda demasiado a
"David Watts" de los Kinks.
El barroquismo lo encontramos en
el inicio y el ritmo de "(I Want To Be) Your Mirror" , pieza que deriva
hacia momentos dónde recuerdan a los mejores Tame Impala. En "Mistery Of
Pop", en cambio, quien viene a la mente es Jacco Gardner en su versión más
animada.
La delicadeza y las conjunciones
vocales se quedan en "Celebration", mientras que para el final el
otro single "Strange Or Be Forgoten" y la melodía más acertada y
emotiva del paquete. Un bonito epílogo para este trabajo que confirma, sin duda
alguna, que los de Kettering no estaban de paso. Por Alejandro Guimerà
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