Curioso este festival (itinerante) que han organizado los de Hard Rock con ayuda de Live Nation. Un programa con seis grupos por día, cabezas de cartel muy potentes de rock comercial y un emplazamiento novedoso en la Playa del Forum justo al lado de la playa, y con la zona industrial de San Adrià del Besós de fondo, todo sea dicho. El montaje dio buenas cifras de entrada (15.000 espectadores por jornada) y un éxito de la organización, tanto por el montaje de las bebidas (con pulseras recargables), como por la confortable zona VIP, como por los DJs de los Nasty Mondays entre conciertos (buenísimo el repertorio que pincharon para entretener las esperas), como por la puntualidad (sólo un cuarto de hora de retraso de lo previsto) de los conciertos. Por poner una pega, quizás la ubicación limitada hacía algo claustrofóbico el paso entre el público, pues la acumulación de personas únicamente iba en sentido vertical y no a lo ancho.
En cuanto a los conciertos del viernes, si bien comenzaron con los aperitivos de “Osceolla Brothers” y “The Carnabis”, y terminaron con la electrónica de Steve Angello, la atención de la jornada roquera se la llevaron nuestros Vetusta Morla, el legendario Lenny Kravitz y los ídolos del indie rock Kings Of Leon.
VETUSTA MORLA:
Es una pena que estén tan solos en el mainstream rockero español. Cierto es que el grupo lo merece, pero nos lamentamos que no haya otros como ellos que tengan el mismo gancho entre el gran público y que sean tan bien acogidos por los grandes festivales.
Programados a última hora de la tarde, quien los ha podido gozar de noche sabe que lucen mucho mas, y no solo por el potente juego de luces que siempre les acompaña, sino por el romanticismo épico de su música que encaja mucho mas con la caída del sol.
No obstante, los madrileños lo bordaron como se esperaba, su fuerza y carisma junto con su sonido pluscuamperfecto contagiaron a un respetable que (a excepción del público foráneo) conocía al dedillo sus letras. Y es que con sus ya tres discos el repertorio de los Vetusta Morla ya tiene cierto grosor para aguantar a buen tono los conciertos.
Además, el bueno de Pucho desplegó toda su humildad y simpatía que adornó dirigiéndose al público en un perfecto catalán (gesto que fue muy agradecido) y animándonos a superar el bochorno que gobernaba en aquellas orillas.
Así comenzaron a lo bestia con la majestuosa “Los días raros” para seguirles otros hits como “Golpe perfecto”, “Mapas”, “La Deriva” o los mas lejanos “Sálvese quien pueda”, “Copenhague”, “Valiente” o “Saharabbey road” . Con todo el arsenal de percusiones, las guitarras a tope y los efectos de los sintetizadores funcionando a la perfección.
Para el final una más reciente “Fiesta Mayor”, que es el sentimiento que dejó ante el respetable una actuación que abrió por la puerta grande el festival. Unos que nunca, nunca fallan.
LENNY KRAVITZ:
¿El plato fuerte del viernes? Al menos era el nombre más reconocible de los que había. Un clásico del rock de los noventa que ha tenido sus momentos en el nuevo milenio y que siempre viene cargado con su mezcla de sonidos rock (funky, rock de los sesenta, hard rock, pop, rythm’ n blues,….). Para la ocasión vino acompañado por hasta diez músicos formados por su banda habitual más un coro de tres chicas y una sección de viento. Con una estética que rememoraba los conciertos de los setenta, y recordaba a las tardías estrellas de la Motown en los setenta, la actuación vino impregnada por el espíritu del black power, buscando atrapar al público a base de la entrega del escenario, del sentir musical y de los ritmos vertiginosos, y evitar el clásico concierto de repetición de éxitos propios cual banda de auto homenaje.
Para empezar ““Frankestein” el único tema que tocaría de su último disco “Strut” (2014). Tras él, un primer plato fuerte con la versión funky de “American Woman” de los Guess Who, primeros guitarrazos y brazos en alto de los fans, y luego “It Ain’ t Over Til It’ s Over” del disco “Mama Said” (1991) del que también tocó la aguerrida “Always On The Run”. Mas reciente fue “Dancin’ Till I Down” que encajaba a las mil maravillas con el dispositivo del escenario, ritmos negros sensuales adornados con coros y los saxos. Y qué decir de la sensual "I Belong To You".
Con la lejana “Let Love Rule” del debut del artista de 1989, alargadísima e interpretada en distintos ritmos (balada épica y pastilla rock), pudimos ver a un Lenny mesiánico haciendo un baño de multitudes cuando bajó del escenario rodeado de seguratas para recorrer a lo largo y ancho las primeras filas, antes de invitarnos a corear el estribillo.
Si bien el concierto del de Nueva York duró mas de hora y cuarto únicamente aparecieron nueve temas. Pues el kid se basó en exprimir cada una de las piezas al máximo por el virtuosismo de los músicos que había en el escenario. Prolongaciones de mas de diez minutos, solos interminables de guitarra, vientos y batería (menuda exhibición rollo "Whiplash" de su inseprabale Cindy Blackman), baños de público, puños en alto a lo panteras... Quizás en ocasiones bordó el aburrimiento pero hay que valorar su autenticidad y como nos transportó a las giras americanas de los grupos de música negra en los setenta.
Y para el final dos trallazos guitarreros como "Fly Away" y la insigne "Are You Gonna Go My Way" con su épico riff y para que la estrella agarró la guitarra flecha. Un final perfecto con la audiencia desbordada del concierto de este artista total, sex simbol, prodigio musical e ídolo de toda una generación.
KINGS OF LEON:
El tercer gran plato de la velada llegó con los hermanos (y primo) Followill en un concierto en el que al contrario de su predecesor ofrecieron un amplio y completo setlist. En su vuelta a Barcelona tras mas de seis años de ausencia (en 2008 tocaron en el festival Summercase muy cerca del lugar) no puede decirse que defraudaron. El sonido estuvo compacto, las guitarras a toda mecha, la voz de Caleb sobrada y emotiva - menudos los tres vozarrones de los grupos del viernes - y el contacto con el público resultó efectivo.
Para abrir boca "Supersoaker" de su reciente "Mechanical Bull" (2013), luego llegarían éxitos como "Taper Jean Girl" o "Closer", la funky "Family Tree", las recientes "Pyro" y "Temple" con su estribillo arrebatador, o "Mary" balada de formas retro que les sienta fenomenal. También la única que tocaron de su debut "Molly Chambers" con sus aromas de rock sureño.
Y es que los Kings Of Leon son una banda que generan emociones, auditivas con su potencia rockera, sentimental con la pasión de las canciones y para sus directos visual con sus vídeos proyectados en las pantallas. Pues en el concierto del viernes pudimos gozar de efectos de colores formas psicodélicas, luces, ... para adornar su adorable propuesta.
Ya en la recta final, la tímida aparición de la lluvia nos hacía temer lo peor, por suerte tuvieron tiempo de tocar "On Call" y luego cuatro temazos de su disco insigne ("Only By The Night" 2008) como son "Notion", la balada "Cold Desert", la aclamada "Use Somebody" y su himno bestial "Sex On Fire" con el desenfreno bajo el escenario. Con estos últimos cerraron a lo grande su esperado concierto. Encima nos dieron la buena noticia del anuncio de un pronto regreso. Esperemos que sea cierto.
Publicado en http://notedetengas.es/
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