Para muchos el transitar por la
treintena conlleva muchos de los grandes cambios de la vida. Este es el caso de
Sharon Van Etten, la cantautora de New Jersey quien en 2013 rompió con su
pareja desde hacía 10 años, a la vez que salió de gira como telonera de Nick
Cave, colaboró con John Cale en el disco
homenaje a Nico y dio el salto a la interpretación con un papel en la serie de
ciencia ficción "The OA" (Netlfix) tras ser descubierta por su
director de casting en un concierto del australiano. Luego se emparejó con su
batería y ahora mánager Zeke Hutchins con quien tuvo un hijo en el año 2017.
Atrás ha quedado esa frágil chica
autora de canciones folk-rock, que encandiló a los adalides del indie neoyorquino
The National - al margen de poner voces
en un tema suyo, Aaron Dessner le produjo el disco "Tramp" de 2012 -
y recibió las inevitables comparaciones con PJ Harvey .
Más segura de sí misma y madura, la actual
Sharon propone unos textos más reflexivos y una música que hace un viraje de
noventa grados al mirar hacia los sonidos electrónicos, el kraut rock, los
sintes y los ambientes "made in Brian Eno" (y "Skeleton
Tree" de Cave), más que al sentimentalismo juvenil guitarrero con el que
nos tenía acostumbrados.
Los tres singles avanzados a finales del año
pasado, nos lo anunciaban a totas luces. "Remind Me Tomorrow" ha
llegado con una colorida portada que evoca el caos de la maternidad
(-paternidad), reflejando un desorden y un descontrol que acaban siendo harmónicos y luminosos. Bajo la producción de un especialista en
voces femeninas John Cogleton (Angel
Olsen, St. Vincent y Alvvays) el disco se gestó a partir de grabaciones caseras
que Sharon fue arrojando en su grabadora en los primeros tiempos de su hijo
Denver, y que fueron grabadas en estudio
por su banda habitual pero también por unos invitados de lujo como son Zakch
Dawes (bajista de The Last Shadow Puppets),
Brian Reitzell (ex Redd Kross), Joey Waronker (batería de Beck, REM y Roger Waters, entre otros), y
Stella Mozgawa (batería de Warpaint).
Pianos solemnes, percusiones
lentas, voces susurrantes, y los
omnipresentes sintetizadores capitanean desde los inicios en "I Told You
Everything". Luego entran el sentimentalismo a raudales de "No One' s
Easy To Love", los espectros de "Memorial
Day" y "Jupiter 4" que
emparientan a Sharon con los Portishead, la energía de "Comeback
Kid" con su despliegue de sintetizadores o la ternura pop entre efectos inquietantes de
"Malibu".
De "Seventeen" solo
decir que debería de aparecer entre los mejores temas del curso desde ya,
eufórica y de estribillo perfecto, da entrada a la cara B del álbum plagada de
influencias pop: "You Shadow"
(Beach House) ,
"Hands"(Bjork) y
"Stay" (Lana Del Rey).
Arrancamos bien el año con el que
es el quinto álbum de estudio de Sharon Van Etten , un trabajo en el que el
magnetismo de su autora ha mutado hacia unos terrenos que, hay que reconocerlo, le sientan de fábula.
Por Àlex Guimerà
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