The Fratellis es una de esas bandas a reivindicar. Oriundos
de Glasgow tuvieron la gracia de elegir el nombre de la película "Los
Goonies" con el que también apellidan a sus miembros Jon (guitarra y voz
principal), Barry (bajo) y Mince
(batería) a modo Ramones. Comenzaron su andadura con un new punk-pop en el disco de portada naif "Costello
Music" (2006) junto con la movida marcada por gente como Arctic Monkeys,
Libertines o Kaiser Chiefs
convirtiéndose en grupo Hype de mediados de década pasada con ventas de
más de millón y medio de su disco debut
y proclamas de "Mejor Banda del Reino Unido".
Fueron muchas noches de borrachera las que acabaron
tarareando los coros de su gran hit "Chelsea Dagger" a lo hooligan -"laralá
laralá laralá-, cuando detrás del reconocido
éxito se escondían piezas vibrantes como
"Henrieta" o emocionantes como
la dulce "Whistle For The
Choir" que demostraba unas buenas dotes melódicas del combo.
Luego como muchas bandas del momento cayeron en un semi
olvido a pesar de su notable continuación "Here We Stand" (2008), con
la que les llovieron injustas críticas. Era un segundo y coherente disco con el
que reafirmarse, basado en su particular alegría sonora que de nuevo
mezclaba rock, punk, glam y garage pero
que también coqueteaba con el Brit Pop de la década anterior, arrojando para la
ocasión gemas como "Look Out Sunshine!" o "My Friend John".
Tras un silencio discográfico de cinco años - con parón de
la banda inclusive propiciada por la presión padecida- volvieron a por todas con un excelente álbum titulado
" We Need Medicine" de coloreada portada Pop Art. Dentro un sonido rock ochentero de
corte clásico y unos estribillos más infalibles que nunca. Era un disco con el que la banda parecía
haber encontrado su verdadera fórmula a base de melodías y ritmos irresistibles, aunque el formidable
álbum no tuvo las ventas merecidas, quedando relegado a sus más fieles seguidores que nunca les han
abandonado y que quedaron prendados con "Seven Nights Seven Days",
"Rock n Roll Will Break Your Heart", "Jeannie Nitro" y
compañía.
El elepé "Eyes Wide, Tongue Tide" apareció a los
tres años confirmando el buen rumbo del
trío rock que aún bajando algo el listón lograba publicar otro buen álbum de
rock con buenas piezas como "Impostors
(Little By Little)", "Baby Don' t You Lie To Me!" o
"Desperate Guy".
Así han llegado a 2018, en el que nos han regalado el que es
su quinto álbum de estudio "In Your Own Sweet Time" con once nuevos cortes
producidos por Tony Hoffer (OK Go, Belle
& Sebastian) y editados por Cooking Vynil con el que parecen haber perdido
algo el norte por culpa de una producción algo caótica y forzada pero sobre
todo por el viraje hacia la música de baile metiendo sintes, ritmos sampleados
y echando a faltar su habitual frescura rockera. No obstante, cuando se alejan
de sus nuevas fórmulas siguen arrojando temazos como "Starcrossed
Losers" o "Laughing Gas".
Son los Barry Wallace, John Lawler y Gordon McRory,
unos carismáticos escoceses que supieron ir más allá del one-hit-wonder de
"Chelsea Dagger" labrándose una carrera plagada de grandes e intensos
conciertos, la mayoría en el Reino Unido y siendo valor seguro de festivales. Aunque, hay que decirlo, nunca han pisado los escenarios
barceloneses.
Por Àlex Guimerà
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