viernes, 5 de abril de 2019

GRATEFUL DEAD: El largo y extraño viaje de Bob Weir ("The Other One"):




"The Other One: The Long Strange Trip of Bob Weir" (2014) - 13+1h 24m 
Director: Mike Fleiss

Uno de los documentales de rock más interesantes de los últimos años ha sido producido por la plataforma Neflix - con acceso directo a sus clientes - es este largometraje que repasa la vida del guitarrista californiano Bob Weir, con mirada especial en su relación con el icónico Jerry Garcia, compañero suyo en los Grateful Dead.
El documental dirigido por Mike Fleiss, director también del documental "God Bless Ozzy Osbourne" sobre las desventuras del ex-Black Sabath, hace buen trabajo para retratar la figura secundaria de la legendaria banda Grateful Dead y plasmar su importancia en la configuración de su sonido, así como de su personalidad.

                                   

En el filme encontramos un repaso a sus orígenes familiares, con su movida infancia como hijo adoptado en una fría familia acomodada de San Francisco. Y como el encuentro con la guitarra le cambió la vida, instrumento que aprendió a tocar a fondo hasta que en fin de año de 1963 contando con 16 años conoció en Palo Alto a un joven y ya popular Jerry García (famoso por su banjo), con el que empezó a tocar y formó The Warlocks, banda que cambiaría su nombre a The Grateful Dead.


Conocido como The Kid, por su diferencia de edad con sus compañeros, la pasión por tocar le llevó a abandonar su camino y meterse en una juventud marcada por el descubrimiento de las drogas. Entrando en contacto con el colorido autobús de Ken Kesey y sus Merry Pranksters, quienes viajaban con el ácido a cuestas. Las fiestas, sus primeros conciertos y la música psicodélica marcada por los viajes lisérgicos. La vida en común en la casa de San Francisco en la que compartía habitación con el  conductor del bus y estrambótico Neal Cassady, figura que le marcó.



La grabación de sus primeros discos como el homónimo debut "Grateful Dead" de 1967, "Anthem Of The Sun" (68) o "Aoxomoxoa"(69), perfilando un sonido enormemente influenciado por el jazz con desarrollos instrumentales de los que la guitarra de Weir tenía gran parte de la culpa.


La relación con Jerry García, visto por el protagonista como un hermano mayor para él, como el resto de la banda como su familia, hecho por el cual los Dead son considerados una de las formaciones del rock más longevas de la historia al mantener la formación original más de 30 años. Aunque el auténtico éxito les llegó con la dupla de discos de 1970: "Workingman' s Dead" y "American Beauty"; con los que la banda adoptó texturas sonoras folk, rock, blues o country. Con un éxito impepinable como "Truckin' ", auténtico himno para los fans escrita por el propio Weir.

                  


También repasa el cambio de vida y la aceptación de la fama del joven Bob, y su facilidad con las chicas siendo el mayor reclamo de la banda para las grupies (sus compañeros se refieren a él como el guapo de la banda). Una fama que no supo llevar bien Jerry, lo que unido al abuso de las drogas le llevó a una mala vida. No obstante no pararon ni la publicación de discos de los GD ni el incesante ritmo de conciertos (¡hasta 6.000 se calcula), con un concierto al pie de las Pirámides de Egipto incluido. 




Hasta que en 1987 con la publicación del disco "In The Dark" y del video-single "Touch of Grey" la cosa se desbordó. Durante los años posteriores Grateful Dead se convirtieron en una de las bandas más famosas (especialmente en EEUU) del rock con conciertos en estadios, y la figura de Jerry García fue mitificada por los fans y equiparada a la de un diós en la Tierra, lo que el propio músico no supo llevar. La relación de Weir con estos acontecimientos y con la autodestrucción y fallecimiento de su hermano y compañero, llevaron a un vacío existencial del guitarrista.



Afortunadamente la formación de una familia en 1999 junto a Natascha Münter con quien tuvo dos hijas; y el encuentro con su padre biológico han dado una estabilidad en los últimos años en los que no ha dejado de dar conciertos.
Mención aparte del loado e innovador modo de tocar su guitarra rítmica, de su gira y disco con Bob Dylan en 1989 ("Dylan And The Dead") y de las imágenes de la gala de introducción en el Rock And Roll Hall Of Fame en 1994.


El visionado alterna imágenes de archivo junto con entrevistas con los protagonistas (sus compañeros de los GD) con gran presencia de un sabio y sesentón Weir y la interesante recreación con el mismo de los lugares que marcaron su vida. En un tono de documental semi-autobiográfico que dota al visionado de cercanía y credibilidad.

Un documental titulado como la canción de 1968 escrita por el propio Weir "The Other ONe" que repasa la vida de un tipo genial que escribió parte de la historia de una de las más interesantes bandas de rock que jamás haya existido. Para no perdérselo.



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