ESPECIAL 4º ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE DAVID BOWIE
El músico que más ha logrado reinventarse en la historia del rock es quizás David Bowie. Con una década en los setenta en la que transitó por el folk espacial, reinó la fiebre glam, abrazó el soul en la soleada California, para acabar afincado en una Berlin vanguardista que le abrió la mente hacia nuevas dimensiones sonoras con lo que se denominaba Kraut Rock. Fue hacia finales de década cuando cansado de la vida de excesos y alejándose de las drogas y tentaciones de Los Angeles es cuando el inquieto Bowie decide refugiarse en una Berlín Oeste que se encontraba en plena Guerra Fría y que ofrecía nuevas tendencias musicales y artísticas del momento. Acompañado de otro genio como es Iggy Pop con quien compartió apartamento, - y a quien producirá sus discos "Lust For Life" y "The Idiot" - , el Duque Blanco descubrió in situ a los padres de la música electrónica Krakftwerk, Tangerine Dream y Neu!, quienes le dejaron huella junto al acercamiento hacia la música oriental (japonesa, árabe,..). Fue entonces cuando congenió también con un por entonces inspirado Brian Eno que había huido de Roxy Music para emprender su formidable carrera alejado del glam rock y colaboró con otro visionario del rock como era el alma mater de King Crimson y guitarrista dúctil por excelencia Robert Fripp (King Crimson). Bajo la colaboración y producción de Eno y del imprescindible Tony Visconti Bowie grabó estas tres obras "Low", "Heroes" y "Lodger" que se conocen como la "Trilogía Berlinesa", en los que buscó nuevos y experimentales sonidos en los que la presencia de sintetizadores y de efectos electrónicos resultaba fundamental, así como la austeridad y simpleza, los ambientes oscuros y unas guitarras no ortodoxas. Un hito artístico de la mano de un genio entre los genios.
LOW (1977):
El debut berlines se grabó principalmente en Francia bajo la tutela de la dupla Tony Visconti- Brian Eno y con presencia de Iggy Pop (coros en "What In The World"), el segundo aportando sus conocimientos con los sintetizadores y en los sonidos electrónicos y ambient. Visconti, por su parte, produjo el álbum y dio con una nueva forma de grabar la batería El resultado un álbum que desconcertó a crítica y a público a partes iguales por su cargado carácter vanguardista y en dónde quizás solo "Sound & Vision" y "Be My Wife" llevan cierta conexión con su etapa anterior, a pesar de sus complejos tratamientos instrumentales. Pues el disco, que inicialmente iba a llamarse "New Music Night and Day", presenta piezas instrumentales, capas de sonidos desconcertantes, ritmos tribales y ambientes sintetizados. Con unas letras en las que Bowie nos habla de sus miedos de su adicción a la cocaína pero también de magia negra, "Low" sigue sonando moderno y actual hoy en día.
HEROES (1977):
La obra cumbre de la trilogía es también una de las referencias del imponente legado del londinense.
Siendo el único de los tres discos grabado íntegramente en la ciudad de Brandenburgo, concretamente en Hansa Tonstudio, repitieron en la producción de Visconti junto al propio Bowie y la colaboración de Brian Eno, quien aportó ideas y co-compuso temas, pero tuvo en la fugaz presencia de la guitarra de Robert Fripp uno de sus mayores aciertos. Y es que el adalid del rock progresivo se encontraba por entonces retirado pero fue convencido por Eno para acabar viajando desde Estados Unidos y grabar en un día unos riffs para la posteridad.
En el interior de su mítica y artística cubierta a cargo del fotógrafo Masayoshi Sukita se esconde mucho más que el himno que es "Heroes" y su canto al amor y libertad (va sobre unos enamorados que huyen tras el muro de Berlin), puesto que tenemos piezas como "V-2 Schneide" inspirada y dedicada en Florian de Kraftwerk, o piezas de tecno-pop como "Beauty And The Beast" y "Joe The Lion", de ritmos bailables y letras absurdas. Pero también hay instrumentales de atmósferas oscuras (Sense of Doubt" y "Neuköln) y ecos a los sonidos orientales (The Secret Life of Arabia).
Es una de las tres partes de Berlín, sin duda, una de las etapas cumbre de la carrera de este héroe londinense.LODGER (1979):
Tras un parón de dos años y con la publicación del directo "Stage" (1978), David Bowie repite compañeros Visconti- Eno para editar este álbum en el que se aleja de los anteriores para orientarse hacia el pop, a la vez que se dejaba llevar por los influjos musicales de lo que posteriormente se llamaría World Music, sin olvidarse del uso de los sintetizadores ni de sus nuevas visiones de vanguardia. Sin temas instrumentales, "Lodger" trae temas más luminosos que sus dos anteriores álbumes, y nos regala singles de éxito como son "DJ", "Look Back In Anger" y"Boys Keep Swinging" a la vez que se pierde en canciones de texturas irreverentes ("African NIght Fight"), reggae de aromas turcos ("Yassassin") o el universo Eno más tierno ("Fantastic Voyage"). Un fornido trabajo que cerraba una etapa y abría una nueva década exitosa para el mayor camaleón de la música popular.
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