No nos engañemos, el actual monopolio de la evolución del pop-rock está en manos de bandas como pueden ser Parquet Courts o Car Seat Headrest. Como en los 90 lo estuvo en manos de bandas como Pavement o Yo La Tengo. Y en el caso de nuestros protagonistas hace dos años publicaron el que para muchos fue el mejor disco del año, "Teens Of Denial", herencia de influencias del rock americano de los últimos 20 años, capaz de sorprendernos, a la vez que sonaba fresco y atractivo a los oídos.
Dos años después su líder y alma
Will Toledo ha tirado del trastero y ha vuelto a sus orígenes, rescatando unas maquetas que grabó en 2011 y
colgó en su página Bandcamp - era la época dorada de la plataforma musical -.
Hablamos de "Twin Fantasy", el que supuso el segundo trabajo
publicado (en este caso colgado en la red) bajo el nombre Car Seat Headrest,
que sonaba amateur, lo-fi, pero a la vez revolucionario y novedoso. Contabilizando muchas escuchas y seguidores
Will siguió publicando nuevos trabajos en la red ("Nervous Young
Man", "My Back Is Killing Me Baby", "Mononamia" y
"How To Leave Town"), con una cierta repercusión que le llevó en 2015
a fichar por el sello Matador Records, obligándole a reclutar a un bajista
(Ethan Ives) y a un batería (Andrew
Katz). Armados, los CSH, publicaron de seguida el recopilatorio "Teens Of
Style" (2015) y antesala del mencionado y exitoso "Teens Of
Denial".
De este modo la versión original
de "Twin Fantasy" , concebido por Will como un disco incompleto,
desapareció en otoño de Spotify, y se lo
llevó al estudio para regrabarlo y remasterizarlo en la edición que desde hace
pocos días ya ha sido puesta a la venta.
El resultado, unos diez temas que
rescatan el mal momento personal en el que su autor los compuso y grabó, pero que
han sido remozados con la ayuda de los estudios y de su (corta) experiencia en
la producción, logrando no perder su esencia. Una esencia que nos lleva hacia
una especie de ópera pop con la que Will Toledo narra un romance/fantasía juvenil gay con la que expone toda una amalgama de sentimientos
desencontrados.
Con el inicio crepuscular de "My
Boy (Twin Fantasy)" con sus ambientes crecientes, el disco abre el fuego
en lo que es uno de los momentos eje del álbum. Nos referimos a la desgarradora
"Beach Life-In-Death" que el joven Toledo compuso desde sus entrañas
y con el que transita por todos sus demonios (¿pasados?) en sus más de 13
minutos de duración: desamor, inseguridad, depresión... lo que en el plano
musical se traduce en una estructura compleja y mutante dónde la voz
desesperada y las guitarras se convierten en su redención.
La calma llega con "Stop
Smoking (We Love You)" de corte acústico clásico que evoca directamente al
Kurt Cobain Unplugged. La sigue el
fabuloso medio tiempo "Sober To Death" con sus voces dobladas y su
guitarra lagrimosa.
Los ecos a Beck, llegan con
"Nervous Young Inhumans", bailable y con el uso de sintes deriva
hacia una especie de jam seasion en los que se escuchan parafraseos. Es la
antesala de la indie "Bodys" cargada de latigazos de guitarra y de épica
juvenil que conectan con grandes nombres del género de la década anterior:
Strokes, National, Modest Mouse...
"Cute Thing" es más bien grunge gracias a sus bajo-altos y a su ambiente nebuloso, luego nos adentramos en la oscura "High To Death" que bien podrían haber escrito para él los Radiohead.
El segundo tema de más de diez
minutos del álbum, "Famous Prophets (Stars)", junta varias canciones
en una, para convertirse en una quimera sónica plagada de guitarras titánicas, voces
fantasmales e incluso de pasajes con pianos y voces de fondo que recuerdan al
mismísimo Berlin de Lou Reed. El viaje
imaginado se termina con "Twin Fantasy (Those Boys)" que el de
Leesburg presenta con unos solemnes órganos de iglesia que derivan en unos ambientes espectrales para
dar con el epílogo perfecto de esta obra magna reinventada o terminada.
No sabemos lo que nos deparará
este genio de nueva cuña en el futuro, por el momento nos está dejando
impresionados con discos como este que dan para mucho y que ensanchan un
universo sonoro que esperemos que no tenga fin.
Por Àlex Guimerà
No hay comentarios:
Publicar un comentario