Para la gran mayoría de aquellos que rozamos los cuarenta y que somos amantes del rock, el nombre de Bryan Adams no nos resulta indiferente. Es muy probable que en algún momento de nuestras lejanas infancias o adolescencias hayamos topado con su música, ya sea porque alguien nos regalara una cinta del recopilatorio "So Far So Good" (1993) o por tener algún hermano/a mayor ferviente devoto del canadiense. No en vano desde el debut del de Vancouver ya han pasado mas de 35 años y un enorme puñado de hits que han ido poblando las radios (sobre todo) de los ochenta y noventa.
Así fue como una pequeña representación de toda una generación acudimos a un Palau Sant Jordi con ganas de vivir el tercero de los conciertos que estos días el rockero ha dado en nuestro país que arrancó en el Palacio de Vistalegre (Madrid) el jueves 28 y le siguió el concierto en el BEC (Bilbao) el viernes 29. Con una grata puntualidad y una elegante indumentaria de los cinco músicos cincuentones el concierto barcelonés dio su pistoletazo de salida con "Do Watta Gotta Do" de su flamante disco "Get Up" (2015), disco con el que Bryan ha renovado su sonido para los nuevos tiempos, merced a la producción del legendario Jeff Lynne (E.L.O.). Casi encadenada una clásica "Can' t Stop This Thing We Started" que era toda una declaración de intenciones pues la cosa iba para largo y a toda mecha.
El setlist de la nueva gira "Get Up Tour" es casi un calco ciudad a ciudad, con presencia notable de seis o siete temas del "Reckless" - que en 2014 remasterizó para su 30 aniversario - , unos cuatro de lo último y un montón de los clásicos de siempre más alguna versión del notable "Tracks Of My Years" (2014).
Fue de este modo como pudimos abordar temas memorables como "Run To You", "Cuts Like A Knife", "The Only Thing That Looks Good On Me It' s You", "Somebody" o las baladas "Heaven" y "(Everything I Do) I Do It For You" que en pleno 2016 ya no se iluminan con mecheros sino con los omnipresentes teléfonos móviles. Aunque por encima de todas está la gloriosa "Summer Of 69" pieza pluscuamperfecta con sus guitarrazos y piano que hicieron levantar a todo el palacio a pesar de salir algo temprano. También aparecieron las nuevas "Go Down Rockin' ", la bailonga "You Belong To Me" y la pegadiza "Brand New Day". Y qué decir de la gran versión del clásico de Eddie Cochran "C' Mon Everybody" que se reservó para el final.
Mención aparte la alta calidad del sonido, el dinamismo de las pantallas a menudo con imágenes de un joven Bryan Adams, las luces y por encima de todo la profesionalidad de sus inseparables músicos de acompañamiento entre los que destaca su inseparable y virtuoso guitarrista solista Keith Scott encargado de los solos de las seis cuerdas. Aunque también hubo potentes solos de batería, efectos de guitarra letales del propio Bryan y lucimiento del piano y teclados. Sin duda alguna, una máquina infalible de rock.
Mención aparte la alta calidad del sonido, el dinamismo de las pantallas a menudo con imágenes de un joven Bryan Adams, las luces y por encima de todo la profesionalidad de sus inseparables músicos de acompañamiento entre los que destaca su inseparable y virtuoso guitarrista solista Keith Scott encargado de los solos de las seis cuerdas. Aunque también hubo potentes solos de batería, efectos de guitarra letales del propio Bryan y lucimiento del piano y teclados. Sin duda alguna, una máquina infalible de rock.
Para poner un pero al show quizás la excesiva profesionalidad y perfeccionamiento impidió que los fans acabaran de emocionarse como esperaban, a pesar de las simpatías de Bryan y los suyos que pusieron su empeño en demostrar su sintonía y energía encima de las tablas, los simpáticos parlamentos del protagonista que también buscó que nos lo pasáramos bien (poniendo el micro ante el respetable e invitándolo a cantar, pidiendo una voluntaria para bailar el sensual blues "If Ya Wanna Be Bad Ya Gotta Be Blues", esforzándose en hablar nuestro idioma,...).
Y la cosa fue apagándose, aunque con excesiva presencia de la guitarra acústica en solitario con una algo descafeinada "When You' re Gonne" (si, la que cantaba con la Spice Girl Mel C) y las últimas tres piezas del bis en aquel formato como "She Knows Me", una "Straight From The Heart" que cantó con apoyo de la armónica y la final "All For Love" de la banda sonora de "Los Tres Mosqueteros" que en 1995 publicó con Sting y Rod Steward.
Los ochenta y noventa han quedado atrás en el tiempo pero afortunadamente tenemos la música para volver hacia atrás, aunque sea por unas pocas horas.
Por Àlex Guimerà
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