miércoles, 11 de octubre de 2017

DISCOS DE 2017: Peter Perret/How The West Was Won:






The Only Ones fueron una de las miles bandas que se forjaron con la fiebre del punk en la Inglaterra de finales de los setenta.  Aunque ellos tenían el punto de mira puesto al otro lado del Atlántico, concretamente en la Velvet Underground ( sin ir más lejos, imitaban la manera de cantar displicente de Lou Reed) y en el power pop. Con tres maravillosos discos a sus espaldas lo dejaron demasiado pronto erigiéndose en banda de culto para los más melómanos del lugar.
Su voz y factotum, Peter Perrett , se perdió en los abusos de las drogas apareciendo años más tarde con "Woke Up Sticky" (1996) con una nueva banda llamada curiosamente The One.  Fue un espejismo ya que no fue capaz de darle continuidad y su silencio compositivo ha perdurado con el tiempo, a pesar de los puntuales conciertos que ha dado con The Only Ones en el nuevo milenio.


Hasta que ha alcanzado la edad de jubilarse para publicar el que es su debut en solitario y en el que demuestra un talento musical que se encuentra a años luz de lo común.  Y ello porqué " How The West Was Won" es un disco de pop-rock elegante, maduro, romántico, optimista y auténtico que recuerda mucho a Lou Reed del "Coney Island Baby". Y es que Perret ha destapado el tarro de las esencias con diez impecables composiciones que ha sabido no solo jugar y experimentar si no interpretar a la perfección, cantándolas cálidamente y con una emotividad serena.
Como la que abre el fuego " How The West Was Won" medio recitada entremedios de climas que firmaría el desaparecido autor de "Transformer" y "Berlin".  "An Epic Story" está dedicada a su mujer con quien lleva 48 años a quien reserva una de sus mejores y más risueñas melodías.   
"Troika" también lleva estribillo pegadizo, guitarras hipnotizantes, arreglos preciosos, y una letra que ironiza con el Poliamor.


La oscura "Hard To Say No" suena como si Pete Doherthy interpretara con toda el alma y sin desgarro alguno de los temas de Amy Winehouse.
"Living In My Head" de guitarra tan inquietante como desgarradora  y  de melodramatismo a mitad de camino entre la psicodelia, el post-punk y el glam. Le va a la zaga también aunque de forma más tenue "C Voyeurger" .
Con "Sweet Endeavour" tira de rock clásico con su particular estilo conectando con las bandas indies americanas de los noventa (pienso en "Cracker" o en "Camper Van Bethoven")
"Something In My Brain" con la voz temblorosa de Perrett, nos da una lección magistral a las seis cuerdas. Lo mismo sucede con los riffs de "Take Me Home" que encuentran la épica en una fórmula que nos recuerda a los James más dramáticos.

                                                        

Emocionante y sorprendente disco hecho desde la profunda madurez de un tipo marcado tanto por las drogas como por la leyenda negra de una banda que pudo ser y no acabó. Afortunadamente la historia termina dulcemente con un disco con el que se resarce y fustiga amablemente a todos sus fantasmas. Para  no perdérselo.


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