Aunque
muchos son los músicos que se venden al "music establishment",
existen otros tantos cuya autenticidad demuestra que están en esto por su amor a
la música. Este es el caso de nuestros tres
protagonistas: Norman Blake, Joe Pernice y Mike Belitsky. El primero es
conocido por ser uno de los cabezas de los imprescindibles "Teenage
Fanclub" e ideolólogo de su particular power pop que en sus inicios nadaba
entre el indie rock y las enseñanzas de los reivindicables "Big Star".
Con su último "Shadows" (2010) los escoceses manufacturaron buenas
melodías pop en esa tendencia melosa a la que nos tienen acostumbrados en sus
últimos tiempos, mientras que Norman tuvo tiempo para crear otra banda de buen
ver llamada "Jonny".
La
segunda cara de esta tripla la pone Joe Pernice, que es el alma mater de los "Pernice
Brothers", una más desconocida e independiente banda con discos tan
espectaculares como "The World Won' t End" (2001); y autor en
solitario de un par de recomendables LPs, amén de sus dos interesantes
proyectos paralelos " Scud Mountain Boys" y " Chappaquiddick Skyline
Big Tobacco".
El tercero en discordia es Mike
Belitsky, batería canadiense de los Pernice y de los country-rock "The
Sadies", entre otras, y quien presentó a los anteriores en Toronto
generando una gran conexión que llevó a todos ellos a embarcarse en una nueva aventura en
busca de nuevas emociones relajantes capaces de saciar sus apetitos musicales. Fue
de este modo cómo el año pasado editaron un EP llamado "Australia" con seis
temas, tres de los cuales creados para la ocasión (y recuperados en el LP) y el
resto reinventados del repertorio de sus formaciones. Además realizaron una
extensa gira por locales pequeños que pasó por hasta diez ciudades de la
geografía española.
Con el nuevo año, publicaron el madrugador "Into The Lime"
del que anticiparon el single " A
Very Sorry Christmas", ensoñador villancico indie de producción delicada.
Pero no solo tenemos navidad en el debut de la asociación, también hay romanticismo
("If Only You New Her"),
ejercicios de efervescencia ("Shouting March"), barroquismo lírico
("High On The Skyline", "Out Of The Lime"), espacios
lánguidos y susurrantes (las rescatadas "Sarasota", "Follow You Down"), divertimentos
experimentales sibilinos ("Lifelike Hair") o versiones folk ("By
The Time It Gets Dark"). Pero por encima de todo tenemos logrados y
deliciosos despliegues vocales al igual que mucho estribillo redondo de aquel
que tan bien se les da a sus creadores.
Un celebrativo compendio de adorables gemas pop de unos tipos que se
resisten a abandonar su puesto privilegiado en el Olimpo de la música
alternativa.
Por Alejandro Guimerá
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