Personalmente creo en las resurrecciones. Para las viejas glorias supone tragarse el orgullo y reunirse de nuevo con recelos del pasado creados en el seno de la difunta banda. Para el fan como yo implica tener una segunda oportunidad que el transcurso del tiempo nos privó y poder recrearnos en la nostalgia.
En Agosto de 1996 los mancunianos Stone Roses decidieron poner punto y final a la banda. Quince años después han renacido de las cenizas – el dinero, el bendito dinero – para emprender una serie de conciertos en las islas británicas y una gira mundial que arrancó en nuestra ciudad por partida doble el pasado fin de semana.
Como siempre los de la segunda sesión teníamos algunas pistas de lo que íbamos a presenciar: hora y media de adoración, setlist corto, una sala Razz llena de treintañeros entregados dando botes y una dosis considerada de calor en nuestras frentes.
A las nueve y cuarto y al son de las Supremes salieron a escena ante el fervor de la audiencia Reni, Mani (menuda camiseta de Woody Allen) , John Squire y el carismático líder Ian Brown. La emblemática “I Wanna Be Adored” a las primeras de cambio y todos nos quedamos de piedra. La noche prometía y solo por eso ya había merecido la pena estar allí. Luego vendría otra mítica como “Sally Cinamon”, para la que nos dejamos las gargantas en medio de entregados botes.
Aunque tocaron muchas de las esperadas como “Where Angels Play” y “Waterfall”, echamos de menos a otras igual o mas míticas que sucumbieron a piezas no tan punteras como “Fools Gold” o “Love Spread” y a los pasajes instrumentales virtuosos de la guitarra de Squire, la contundencia al bajo de Mani (en el reverso de uno de sus bajos rezaba “Mani Utd.”) y los contagiosos ritmos de Reni, quien por cierto, lucía un look de lo mas jamaicano.
Seguramente todo había estado planificado por las carencias vocales de Ian quien no debe poder aguantar más de una hora a pleno pulmón. Aún así es un espectáculo ver como se comporta el solista, con su desconcertante mezcla de displicencia, arrogancia y atención al público con quien jugó dando baquetas, esa especie de sonajeros que utiliza para sus bailes y al final los setlists, así como también lanzó saludos, besos y palabras a sus compatriotas británicos. Genio y figura.
Por lo que pude ver en el público los clímax del concierto se lograron con “She Bangs The Drums” y “Made Of Stone” tocadas en cascada para nuestro deleite, grandes éxitos que me habían dado buenos momentos. Logrados alientos del mejor Madchester en nuestros cogotes, o sencillamente unos minutos en el paraíso sonoro del Mersey surgidos de la máquina del tiempo.
Y tras hora y cuarto el previsible bis “I Am The Resurrection”, una actual y personal declaración de intenciones, alargada en forma de música de baile tan a la onda de la Factory.
Con este tema, los S R pusieron punto y final al concierto con el que habían conseguido dejarnos sin aliento por los meneos que nos pegamos con tanto baile. Unos bailes con los que rememoramos los tiempos en los que fuimos tan jóvenes…
Por Alejandro Guimerà
I Wanna Be Adored
Sally Cinamon
(Song For My) Sugar Spun Sister
Where Angels Play
Shoot You Down
Waterfall
Tightrope
Fools Gold
Standing Here
She Bangs The Drums
Made Of Stone
Love Spreads
ENCORE:
I Am The Resurrection
El segundo día enlazó WATERFALL con DON'T STOP... y STANDING HERE sólo la tocó el primer día, en el 2º (aunque se escuchaba reguleramente) fué SOMETHIN'S BURNING.
ResponderEliminarSaludos!